sábado, 25 de agosto de 2012

SOBRE LA PRACTICA DE LAS ENSEÑANZAS DEL BUDA

Gosho Zenshu, pág. 501.
The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 1, pág. 99.

HOY SE VE con claridad que los que nacieron en esta tierra y creen en este sutra, en el momento en que se emprende su propagación en el Último Día de la Ley, sufrirán persecuciones aun más severas que las que ocurrieron durante la vida del Buda. Esto se debe a que, en esa época, el maestro era un buda, y sus discípulos, grandes bodhisattvas y arhats. Por otra parte, el Buda expuso el Sutra del Loto sólo una vez que hubo enseñado y capacitado minuciosamente a todos los que debían escucharlo, incluidos deidades, seres humanos laicos y ordenados, y las ocho clases de seres inferiores. Y aun así, algunos de sus seguidores sintieron odio y celos por él.
 
Ahora, en el Último Día de la Ley, aun cuando la enseñanza, la capacidad de la gente y la época para la propagación coinciden, debemos esperar una hostilidad mucho mayor, ya que el maestro no es más que un hombre común, y sus discípulos provienen de hombres impíos, manchados por los tres venenos. Ésta es la época de conflicto en la cual se ha perdido la Ley Pura. Por esa causa, la gente rechaza al maestro virtuoso y busca, en cambio, a sacerdotes perversos.

Lo que es más: cuando usted se convierte en seguidor del auténtico devoto del Sutra del Loto, cuya práctica concuerda con las enseñanzas del Buda, queda sujeto a enfrentar a los tres enemigos poderosos. Por eso, desde el mismo día en que abrace la fe en esta enseñanza, deberá estar totalmente preparado para enfrentar las tres clases de persecuciones que, sin duda, serán mucho más terribles, ahora que ha muerto el Buda. Si bien mis discípulos ya habían escuchado todo esto, algunos se aterrorizaron tanto cuando tuvieron que enfrentar persecuciones grandes y pequeñas, que hasta abandonaron la fe. ¿No se los avisé de antemano? Les he enseñado día y noche directamente del sutra, que afirma: "Ya que el odio y los celos abundan incluso durante la vida del Buda, ¿cuánto peor será [lo que ocurra] en el mundo después de mi muerte?".[1] No tienen por qué asustarse, cuando observan que me alejan de mi hogar, que me hieren, me censuran y me exilian oficialmente, esta vez, a una provincia lejana.

Pregunta: El devoto que practica de acuerdo con las enseñanzas del Buda debería llevar una existencia pacífica en este mundo. ¿Por qué, entonces, a usted lo persiguen los tres enemigos poderosos? Respuesta: Shakyamuni enfrentó las nueve grandes persecuciones por la causa del Sutra del Loto. En el pasado distante, atacaron al bodhisattva Fukyo con varas y piedras; exiliaron a Chu Tao-sheng[2] al monte Su; golpearon al sacerdote Fa-tao en el rostro, y decapitaron a Aryasinha. El gran maestro T'ien-t'ai recibió la oposición de las siete escuelas del norte y las tres escuelas del sur, y el gran maestro Dengyo fue vilipendiado por las seis escuelas de la antigua capital de Nara. El Buda y todos estos bodhisattvas y grandes venerables fueron devotos del Sutra del Loto, pero, así y todo, tuvieron que enfrentar grandes persecuciones.
 
Si niegan que ellos hayan practicado de acuerdo con las enseñanzas del Buda, entonces, ¿dónde encuentran personas que lo hayan hecho? Ésta es la época de conflicto en que la Ley Pura se ha perdido. Es más, en este país perverso, el regente, sus ministros y todo el pueblo en general están manchados por los actos contra la Ley. Se han opuesto a la enseñanza verdadera y, en cambio, veneraron doctrinas y sacerdotes heréticos. Por dicha razón, los demonios invadieron la tierra con furia y provocaron que las tres calamidades y los siete desastres la azotaran una y otra vez.

Sin duda, estamos en una época nefasta para vivir en esta tierra. Sin embargo, el Buda me ha ordenado que naciese en este momento, y me sería imposible ir contra su designio. Por eso, deposité mi fe absoluta en el Sutra y libré la batalla entre las enseñanzas provisionales y la verdadera. Vestí la armadura de la resistencia y blandí la espada de la verdadera enseñanza; icé la bandera de Myoho-renge-kyo, esencia de los ocho volúmenes del Sutra del Loto. Entonces, tomé el arco de la declaración del Buda, cuando dice "Aún no he revelado la verdad"[3] y calcé la flecha de "descartar honestamente las enseñanzas provisionales"[4].
 
De tal modo, monté en el carruaje[5] tirado por el gran buey blanco y derribé los portales de las enseñanzas provisionales. Ataqué una y luego, otra; refuté las escuelas Nembutsu, Shingon, Zen, Ritsu; las ocho y las diez escuelas. Algunos de mis adversarios huyeron despavoridos, y otros se retiraúron, mientras que algunos quedaron capturados y se convirtieron en mis discípulos. Seguí repeliendo sus ataques y derrotándolos, pero hay legiones de enemigos que se oponen al único rey de la Ley y al puñado de hombres que lo siguen. De modo que la batalla continúa hasta el día de hoy.

"La práctica del Sutra del Loto es el shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales".[6] Fieles a la letra de estas palabras de oro, los creyentes de todas las enseñanzas y escuelas provisionales serán derrotados en última instancia y se unirán a los seguidores del rey de la Ley. Llegará el tiempo en que todas las personas, inclusive las de Aprendizaje, Comprensión Intuitiva y Bodhisattva ingresarán en el camino a la Budeidad, y la Ley Mística florecerá sola por toda la Tierra. En esa época, porque todas las personas invocarán Nam-myoho-renge-kyo juntas, el viento no doblegará las ramas o arbustos, y la lluvia no caerá con fuerza suficiente para romper un terrón de tierra.
 
El mundo será como fue en las épocas de Fu Hsi y de Shen Nung[7] en la antigua China. Los desastres se alejarán de la Tierra, y las personas se librarán de su mala fortuna. También aprenderán el arte de vivir existencias largas y plenas. Comprendan que llegará la época en que se revelará la verdad de que la Persona y la Ley son eternas e imperecederas. No puede haber la menor duda sobre la solemne promesa contenida en el sutra, acerca de una vida pacífica en este mundo.[8]

Pregunta: ¿Cómo debe practicar uno si quiere ser fiel a las enseñanzas del Buda?

Respuesta: El pueblo japonés de esta época coincide en su opinión acerca de qué práctica concuerda con las enseñanzas del Buda. Creen que, como todos los vehículos están incluidos en el vehículo supremo, no hay enseñanzas superiores o inferiores, superficiales o profundas, sino que todas son iguales al Sutra del Loto. De aquí la creencia de que repetir la invocación del Nembutsu, abrazar el esoterismo del Shingon, practicar la meditación del Zen o profesar e invocar cualquier sutra o el nombre de cualquier buda o bodhisattva es lo mismo que seguir el Sutra del Loto.

Pero insisto en que eso es un error. Lo más. importante en la práctica del Budismo es seguir y proclamar las enseñanzas de oro del Buda, no las opiniones de los demás. Nuestro maestro, el buda Shakyamuni, deseó revelar el Sutra del Loto desde el momento de su iluminación. Sin embargo, como las personas aún no tenían la madurez suficiente para comprenderlo, tuvo que emplear enseñanzas provisionales, durante unos cuarenta años, antes de poder exponer la verdadera enseñanza del Sutra del Loto. En el Sutra Muryogi, que sirvió como introducción en el Sutra del Loto, el Buda distinguió con claridad las enseñanzas provisionales de la verdadera.
 
Declaró: "He practicado la Ley de muchas formas, concebí muchos medios. Pero durante estos cuarenta y tantos años, todavía no he revelado la verdad".[9] Los ochenta mil bodhisattvas, incluido el bodhisattva Daishogon, comprendieron muy bien por qué razón Shakyamuni había predicado las enseñanzas provisionales, había demostrado que no eran más que medios y, finalmente, por qué las había descartado por completo. Expresaron su comprensión al declarar que nadie podía alcanzar la iluminación suprema abrazando ninguno de los sutras provisionales, que exponen austeridades de bodhisattva durante millones de eones. Por fin, el Buda se dispuso a revelar el Sutra del Loto y señaló: "El Honrado por el Mundo ha expuesto durante mucho tiempo sus doctrinas y ahora debe revelar la verdad".[10] También advirtió: "En todas las tierras de buda del universo no existe más que un vehículo supremo, ni dos ni tres, y excluye las enseñanzas provisionales del Buda".[11] Agregó: "Expondré la Ley suprema, descartando honestamente las enseñanzas provisionales"[12] y "Nunca aceptéis ni una sola frase de los demás su iras".[13] Así pues, desde esa época, el vehículo supremo de la Ley Mística ha sido la única enseñanza con suficiente profundidad para permitir que todas las personas manifestaran su Budeidad.
 
Aunque ninguna enseñanza, excepto el Sutra del Loto, puede brindar el mínimo beneficio, los estudiosos budistas del Último Día sostienen que todos los Sutras deben conducir a la iluminación, ya que fueron expuestos por el Buda. Por lo tanto, arbitrariamente profesan la fe en cualquier sutra y siguen la escuela que se les ocurre elegir, se trate del Shingon, del Nembutsu, Zen, Sanron, Hosso, Kusha, Jojitsu o Ritsu. El Sutra del Loto afirma, sobre esta clase de gente: "Quienes rehusan abrazar la fe en este sutra y, en cambio, actúan contra él inmediatamente destruirán las semillas para llegar a ser budas en este mundo. [...] Cuando mueran, caerán en el infierno del sufrimiento incesante".[14] De tal modo, el mismísimo Buda concluyó que la práctica de una persona sólo concuerda con las enseñanzas del Buda cuando su fe se basa precisamente en las pautas que establece el sutra al decir que existe una sola Ley suprema.

Pregunta: En tal caso, sería un error decir que la fe en cualquier Sutra o en cualquier buda de las enseñanzas provisionales equivale a la fe en el Sutra del Loto. Pero ¿qué pasa con el que cree sólo en el Sutra del Loto y lleva a cabo las cinco prácticas del capítulo "Hosshi"[15] o sigue las prácticas fáciles del capítulo "Anrakugyo"? ¿No podríamos decir que su práctica concuerda con las enseñanzas del Buda?

Respuesta: Todo el que practica el Budismo primero debe comprender las dos clases de práctica: el shoju y el shakubuku. Cualúquier sutra o tratado debe practicarse de una de estas dos formas. Si bien los eruditos de esta nación tal vez hayan estudiado el Budismo exhaustivamente, no saben qué práctica concuerda con los tiempos. Las cuatro estaciones se repiten en forma continua, y cada una de ellas manifiesta sus características en su debido momento. El verano es cálido; el invierno, frío. Las flores se abren en primavera, y los frutos maduran en otoño. Por ende, es natural sembrar las semillas en primavera y cosechar en otoño.
 
Si uno sembrase en otoño, ¿podría cosechar en primavera? La ropa de abrigo sirve cuando hace mucho frío, ¿pero qué servicio presta en épocas de calor sofocante? La brisa fresca es agradable en verano, ¿pero de qué sirve en invierno? El Budismo actúa del mismo modo. Hubo una época en que el Budismo Hinayana debió ser disemiúnado en beneficio de la humanidad; épocas en que fue necesario propagar las doctrinas del Mahayana provisional, y tiempos en que hay que difundir la enseñanza del Mahayana verdadero, para conducir a las personas a la Budeidad.
 
Los dos milenios de los días Primero y Medio de la Ley requirieron la propagación del Budismo Hinayana y del Mahayana provisional, mientras que los primeros quinientos años del Último Día requieren el kosen-rufu de la enseñanza perfecta y suprema del Sutra del Loto. Tal como el Buda predijo, ésta es la época de conflicto en que la Ley Pura se ha perdido y en que la enseñanza verdadera del Budismo se confunde con las enseñanzas provisionales.

Cuando uno debe enfrentar enemigos, necesita una espada, un garrote o un arco y flechas. Sin embargo, cuando no hay enemigos, tales armas no sirven de nada. En esta época, las enseñanzas provisionales se han convertido en enemigas de la enseñanza verdadera. Cuando llega el tiempo propicio para difundir la enseñanza verdadera, las enseñanzas provisionales se convierten en enemigas. Si son fuente de confusión, debe refutárselas con firmeza, desde el punto de vista de la enseñanza verdadera.
 
De las dos clases de práctica, ésta es el shakubuku, que expone el Sutra del Loto. Con buena razón, T'ien-t'ai señaló: "La práctica del Sutra del Loto es el shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales". Las cuatro prácticas fáciles[16] del capítulo "Anrakugyo" son shoju. Llevarlas a cabo en esta época sería tan inútil como sembrar semillas en invierno y esperar que la cosecha esté madura en primavera. Es natural que el gallo cante al amanecer, pero es una aberración que lo haga por la tarde. Así, cuando las enseñanzas provisionales y la verdadera se confunden por completo, no sería natural que uno se recluyese en las montañas a realizar la práctica sencilla del shoju y evitara refutar a los enemigos del Sutra del Loto.
 
Quien así lo hiciera perdería toda oportunidad de practicar el Sutra del Loto. En el Último Día de la Ley, ¿quién está llevando a cabo la práctica del shakubuku exactamente en coincidencia con el Sutra del Loto? Supongamos que alguien, sea quien fuere, proclama a viva voz que sólo el Sutra del Loto puede conducir a las personas a la Budeidad y que todos los demás sutras, lejos de permitir el logro de la iluminación, sólo llevan a la gente al Infierno. Observen qué sucede si esta persona intenta refutar a los maestros y las doctrinas de todas las demás escuelas. Los tres enemigos poderosos surgirán sin falta.

El verdadero maestro, el buda Shakyamuni, practicó el shakubuku durante los últimos ocho años de su existencia; el gran maestro T'ien-t'ai, durante más de treinta años, y el gran maestro Dengyo durante más de veinte. Yo, Nichiren, he estado refutando las enseñanzas provisionales durante más de veinte años, y las grandes persecuciones que sufrí durante este período son incontables. No sé si son iguales a las nueve grandes persecuciones que padeció el Buda, pero, seguramente, ni T'ien-t'ai ni Dengyo enfrentaron jamás hostigamientos tan severos como los de Nichiren, por la causa del Sutra del Loto.
 
Ellos sólo se encontraron con odio y difamaciones, mientras que yo fui exiliado en dos oportunidades por el regente, esta vez, a una provincia remota. Además, casi fui decapitado en Tatsunokuchi, herido en la frente en Komatsubara y calumniado, una y otra vez. Mis discípulos también fueron desterrados y encarcelados, mientras que mis seguidores laicos fueron desalojados, y se les confiscaron las propiedades. ¿Cómo pueden compararse con estas persecuciones las que padecieron Nagarjuna, T'ien-t'ai o Dengyo? Entiendan, entonces, que el devoto que practica el Sutra del Loto exactamente como enseña el Buda, sin falta será atacado por los tres enemigos poderosos. Shakyamuni, T'ien-t'ai y Dengyo fueron los únicos tres que practicaron perfectamente las enseñanzas del Buda en estos más de dos milenios.
 
Ahora, en el Último Día de la Ley, los únicos devotos así somos Nichiren y mis discípulos y seguidores laicos. Si no podemos llamarnos devotos leales a las enseñanzas del Buda, en tal caso, tampoco pueden hacerlo Shakyamuni, T'ien-t'ai o Dengyo. ¿Podría decirse que los devotos del Sutra del Loto son Devadatta, Kokalika,[17] Sunakshatra,[18] Kobo, Jikaku, Chisho, Shan-tao, Honen, Ryokan y otros como ellos? ¿Podrían el buda Shakyamuni, T'ien-t'ai, Dengyo o Nichiren ser seguidores de las escuelas Nembutsu, Shingon, Zen, Ritsu y otras? ¿Podría decirse que el Sutra del Loto es una enseñanza provisional y que el Sutra Amida y los demás sutras son el Sutra del Loto? Nada de esto podría ser posible jamás, aunque el este se convirtiese en el oeste y el oeste se convirtiese en el este; aunque la Tierra y todos sus árboles y plantas echasen a volar, y se convirtiesen en los cielos, mientras que el Sol, la Luna y las estrellas cayesen para convertirse en la Tierra.

¡Qué verdadera lástima, que todo el pueblo japonés se alegre de ver que Nichiren y sus discípulos sufren a manos de los tres enemigos poderosos! Lo que ayer sucedió a alguien hoy puede sucederle a uno. Nichiren y sus discípulos tendrán que soportar [adversidades] durante un corto tiempo; el mismo tiempo que tardan la escarcha y el rocío en desvanecerse, bajo el sol de la mañana. Cuando nuestras oraciones por la Budeidad sean respondidas y habitemos en la tierra de la eterna iluminación, donde experimentaremos la ilimitada alegría de la Ley, ¡qué lástima sentiremos por aquellos que sufren incesantemente en las profunúdidades del Infierno! ¡Y, entonces, cómo nos envidiarán!

La vida transcurre en un abrir y cerrar de ojos. Aunque tengamos que enfrentar enemigos terribles y numerosos, desterremos todo temor y jamás pensemos en retroceder. Aunque alguien quiera decapitarnos con una sierra, empalarnos con lanzas, ponernos grilletes en los pies y trepanarlos con un barreno, mientras vivamos, debemos seguir invocando Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. Entonces, si invocamos hasta el preciso instante de nuestra muerte, inmediatamente vendrán a nosotros Shakyamuni, Taho y todos los otros budas del universo, tal como prometieron durante la ceremonia en el Pico del Águila. Tomando nuestras manos y cargándonos sobre sus hombros, nos llevarán hasta el Pico del Águila. Los dos venerables,[19] las dos deidades celestiales[20] y las Diez Demonios[21] nos custodiarán, mientras todas las deidades budistas tienden un dosel por sobre nuestras cabezas y despliegan, bien altos, sus estandartes. Ellas nos escoltarán hasta la tierra de Buda, bajo su protección. ¡Cómo es posible describir semejante alegría! Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo.

Nichiren.

De mi puño y letra.

En el quinto mes del décimo año de Bun'ei (1273).

Posdata: Esta carta es para todos mis discípulos. Consérvenla en su poder todo el tiempo y léanla una y otra vez.
 
ANTECEDENTES

En mayo de 1273, aun cuando sufría grandes privaciones, exiliado en la isla de Sado, Nichiren Daishonin escribió a sus discípulos y seguidores. El título, "Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda", significa practicar en un todo de acuerdo con las enseñanzas del Buda. Pero hay dos explicaciones para eso. Una es que Nichiren Daishonin vivió conforme a las enseñanzas de Shakyamuni y demostró la veracidad de las profecías del Sutra del Loto. Otra es que sus discípulos llevarán a cabo sus enseñanzas en el Último Día de la Ley. Para el Daishonin, "enseñanzas" era el Sutra del Loto expuesto por Shakyamuni, y para el hombre de hoy, son Nam-myoho-renge-kyo de las Tres Grandes Leyes Secretas y las enseñanzas compiladas en el Gosho.

Nichikan Shonin, el 26º sumo prelado de la Nichiren Shoshu, afirmaba que el título indica las Tres Grandes Leyes Secretas: el objeto de veneración, la invocación y el supremo santuario del Budismo verdadero. En síntesis, "enseñanzas del Buda" corresponde al Dai-Gohonzon, y "práctica", a invocar Nam-myoho-renge-kyo; y ambas necesitan un lugar: el supremo santuario (en la actualidad el Sho-Hondo) donde está entronizado y es venerado el Dai-Gohonzon.

En este gosho surge la pregunta: ¿Por qué los creyentes tienen que sufrir vicisitudes si el sutra promete una vida pacífica en este mundo?

Nichiren Daishonin destaca que los devotos del Sutra del Loto que practican exactamente de acuerdo con las enseñanzas del Buda están destinados a enfrentar a los "tres enemigos poderosos". En otras palabras, sólo demuestra ser un verdadero devoto quien enfrenta y supera grandes obstáculos por el bien de las enseñanzas del Buda. Lo más importante es seguir y sostener el espíritu de esas enseñanzas, transmitiendo a otros, misericordiosamente, el Budismo verdadero. La verdadera felicidad no es la ausencia de problemas, sino la absoluta confianza de que cualquier problema puede ser resuelto.

Un mes antes de escribir este gosho, el Daishonin había terminado "El verdadero objeto de veneración" donde explicaba el Dai-Gohonúzon. Allí revelaba que la iluminación deriva de la absoluta fe en el Gohonzon y destacaba la importancia de practicar por el propio bien. "Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda" fue escrito para clarificar la importancia de la práctica altruista en beneficio de los demás.
 
Cites:

[1] Sutra del Loto, cap. 10.

[2] Chu Tao-sheng: Sacerdote chino y seguidor del maestro traductor Kumarajiva. Los celos de otros sacerdotes provocaron su exilio.

[3] Sutra Muryogi, cap. 2.

[4] Aquí, Nichiren Daishonin utiliza una forma abreviada del fragmento "honestamente descartar las enseñanzas provisionales" que aparece en el segundo capítulo del Sutra del Loto.

[5] Carruaje: Carro de batalla ornamentado, tirado por un buey blanco. Tradicionalmente, era el carro de batalla de la antigua nobleza india. Aquí simboliza el Dai-Gohonzon, como carruaje que conduce a las personas a la Budeidad.

[6] Hokke Gengi, vol. 9.

[7] Fu Hsi y Shen Nung: Reyes legendarios que reinaron sobre sociedades ideales de la antigua China.

[8] Sutra del Loto, cap. 5.

[9] Sutra Muryogi, cap. 2.

[10] Sutra del Loto, cap. 2.

[11] Ib.

[12] Ib.

[13] Ib., cap. 3.

[14] Ib.

[15] Cinco prácticas: Abrazar, leer, recitar, enseñar y transcribir el Sutra del Loto.

[16] Cuatro prácticas fáciles: Prácticas que se realizan mediante actos, palabras, pensamientos y votos pacíficos.

[17] Kokalika: Miembro del clan de Shakyamuni que ingresó en el clero por orden del padre de Shakyamuni, el rey Shuddhodana. Luego, cayó bajo la influencia de Devadatta y calumnió a los discípulos cercanos de Shakyamuni: Shariputra y Maudgalyayana.

[18] Sunakshatra: Sacerdote que se consagró a las austeridades budistas y que obtuvo una forma limitada de iluminación. Pero fue arrogante y creyó haber dominado el Budismo. Se dice que cayó vivo en el Infierno.

[19] Dos venerables: Los bodhisattvas Yakuo y Yuze.

[20] Dos deidades celestiales: Bishamonten y Jikokuten, dos de los Cuatro Reyes Celestiales.

[21] Diez Demonios: Las jurasetsu, diez deidades protectoras del devoto del Sutra del Loto.

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