sábado, 29 de septiembre de 2012

¡¡¡...LA VOZ COMO HERRAMIENTA DE MEDITACIÓN Y DESAHOGO...!!!

La voz es una herramienta imprescindible en el rito del desahogo y en el alivio del dolor físico o psíquico.
 
La emisión de voz cantada es una forma muy eficiente de elevar nuestra vibración personal.
 
Hace más de 20 años que se descubrió científicamente que mediante nuestra voz y el sonido de instrumentos acústicos musicales se puede conseguir la auto-destrucción de las células cancerosas y la curación de infinidad de enfermedades.
 
Según los últimos descubrimientos de física cuántica, estamos hechos mayoritariamente de vacío y energía vibrando a diferentes frecuencias.
 
Energía es igual a vibración, vibración es igual a sonido, sonido es igual a nota musical. Con el poder de nuestra voz podemos modificar las frecuencias inarmónicas que nos están causando enfermedad, malestar, desequilibrios y bloqueos en nuestro campo energético, cuerpo y mente.
No es necesario saber cantar, ni tener conocimientos musicales, ni tan siquiera tener una bonita voz. Cualquier persona que puede hablar, puede entonar y se puede beneficiar.
 
Si supiéramos que nuestra sanación está en nuestro interior, que no hay que buscarla fuera, y que la vibración de nuestra voz es el camino más rápido.... ;Una experiencia musical única.
 
A través de la voz y sus armónicos, y de la vibración pura de los cuencos de cuarzo y tibetanos se evocan instantes de paz, relajación, meditación, inspiración e intuición. Mediante el sonido de la voz e instrumentos acústicos es posible alcanzar diferentes estados o niveles de conciencia. 

jueves, 27 de septiembre de 2012

¡¡¡...EL JUZU HISTÓRIA, ORIGENES, SIMBOLISMO, ESTRUCTURA, USOS Y CUIDADOS...!!!

INTRODUCCION

El Budismo comenzó a propagarse a través de una enmarañada trama de caminos y senderos que comenzaron a articularse desde tiempos inmemoriales. El primer escenario del budismo, fueron la india y Asia Central. Sin duda fueron los comerciantes, a menudo nómadas, quienes los caminaron por vez primera y luego los monjes y peregrinos no tardaron en utilizarlos. Poco a Poco la creación de una comunidad monástica estructurada y disciplinada, lo convirtieron en un movimiento socio-religioso relevante.
 
Surgido en el norte de la India, donde se cruzaban las grandes rutas comerciales que conectaban el valle del Indo con el valle del Ganges, el budismo nació en simbiosis intensa con el mundo de los mercaderes. Todos sus lugares santos eran también núcleos urbanos importantes.
 
Shakyamuni y sus discípulos peregrinaron siempre por caminos repletos de caravanas y entre los primeros conversos había ya mercaderes destacados. Pero la interacción del budismo y comercio no obedecía únicamente a la coincidencia geográfica como dice el filósofo y educador Daisaku Ikeda:
 
“Con el acrecentamiento del comercio, aparecieron ricos mercaderes de la clase vaishya que a causa de su fortuna y poder, se encontraban en condiciones de desafiar la autoridad de los Brahmanes” además el budismo “era una religión que desde el principio repudio todas las distinciones de clases y castas y se dirigió a todos”, lo cual tuvo gran aceptación entre los mercaderes y comerciantes.
 
Por instrucciones directa de Shakyamuni sus seguidores que, ahora como conocedores de la suprema iluminación debían viajar de región en región, difundiendo las enseñanzas, no debían viajar en grupos, sino solos.

En uno de los primeros textos budistas, Shakyamuni les dice a sus discípulos:
 
“Monjes, salgan y prediquen por misericordia hacia los seres sensibles, y por preocupación por el mundo. Lleven beneficios, felicidad y cuidados a dioses y hombres. No deben ir dos de ustedes al mismo lugar. Prediquen el Dharma con razón y elocuencia, de modo que sea bueno al comienzo, a la mitad y al final”.
 
Con este despliegue de monjes itinerantes que la gran mayoría de las veces se servían de las caravanas de los comerciantes para sus largas jornadas de marchas, el budismo hacia hincapié de esta manera en ser una religión de acción individual dentro de la convivencia social y no meramente pasiva o contemplativa.
 
En sus comienzos los monjes en estas peregrinaciones individuales para predicar la Ley, tenían la obligación de vivir de limosnas, viajaban ligero y aun poco tiempo después de la muerte de Shakyamuni solo cargaban con ellos algunos objetos: De acuerdo con primeros textos budistas estos indican que los monjes les estaba permitido llevar Tres mantos, una escudilla para limosnas, un paño para sentarse y un colador de agua y posteriormente una sarta de cuentas hecha de madera u otros materiales que usaban para centrarse en la oración llamadas en la india japamalas (pronunciado shápa mála), y que luego con la constante transformación y adaptabilidad del Budismo a las costumbres de los reinados y regiones donde se iba asentado cambiaria de nombre dependiendo del territorio donde se encontraba así que el Japamala, paso a llamarse, Mala, en las altas regiones de los Himalayas, Nenju o Juzus posteriormente en el Japón.
 
ORIGENES
 
Luego del fallecimiento de Shakyamuni, lo cual ocurrió según algunos eruditos budistas en el siglo V antes de la era Común, en la india, las diferencias de opiniones entre sus discípulos originaron que a la postre se formaran varias escuelas. Shakyamuni no escribió nada, todas sus enseñanzas fue comunicada enteramente de manera oral y cada una de las escuelas desarrolló su propia interpretación de los sutras.

Con el correr del tiempo entre las escuelas predominaron dos corrientes:
  1. La Mahayana, o “Gran Vehículo” y la
  2. Theravada (Hinayana) o “Pequeño Vehículo”.
La rama de las enseñanzas Hinayana se expandió principalmente hacia el sur y al sureste de la india hasta Sri Lanka, Burma y Tailandia consagrándose a la práctica de los preceptos monacales y a escribir tratados doctrinales, a su vez la rama Mahayana se expandió desde el Tibet hacia el Asia Central incluyendo las regiones del Pamir y Tarim (Tajikistan y Yemen).
 
Un desarrollo significativo sucedió de manera paralela a la expansión del movimiento budista y fue la abertura de nuevas rutas de comercio por comerciantes Chinos a través de la India y China. Bajo la dinastía Shang, hace 3.600 años, el antiguo pueblo chino ya conocía el arte de la sericultura: la obtención de la seda del gusano del mismo nombre. Durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), se comenzó a emplear hiladores cada vez más sofisticados para perfeccionar esta técnica y lograr la producción en gran escala.
 
También en esta época se inició la exportación de la seda, tanto por vía terrestre como por vía marítima, al Imperio romano y a otros países occidentales, que empezaron a conocer China a través de estas rutas y bautizaron el país con el nombre de “Seres”, que en griego significa “País de la Seda”. Gradualmente, su producción se trasladó desde su cuna en el norte de China a los territorios situados al sur del río Yangtze. Así, a través de los años, la inmensidad de Eurasia fue atravesada por rutas de comunicación que se conectaron paulatinamente hasta formar lo que hoy día se conoce como “la Ruta de la Seda”.
 
Sin embargo, estos antiguos caminos no tenían un nombre particular. “Ruta de la Seda” es una designación reciente, de mediados del siglo XIX, cuando el barón y geólogo alemán Ferdinand von Richthofen llamó a esta red de comercio y comunicaciones “Die Siedenstrasse” (La Ruta de la Seda). El término ha permanecido en el tiempo.
 
Alrededor del primer siglo a.C., el budismo comenzó su expansión a lo largo del camino de seda. “Mientras la porción norte de la India comenzaba a llenarse de stupas y templos excavados en la roca, los misioneros dirigían sus pasos a los confines del imperio, Ceilán y los lejanos montes del Hindukush.
 
Allí se encontraba, desde los primeros siglos de nuestra era el imperio Kushan, y el control que éste ejercía sobre los pasos de las grandes cordilleras impulsó enormemente el comercio entre China, India y Persia: la fusión de tantas culturas dio lugar a una eclosión artística sin precedentes”.
 
Mientras se expandía y era aceptado, comunidades enteras se convirtieron al budismo. Los monjes utilizaron numerosas cuevas a lo largo del camino las cuales decoraron profusamente. Muchas de estas cuevas tenían pinturas en las paredes e imágenes hermosas de Budas o Bodhisattvas que fueron patrocinadas por los viajeros que buscaban protección para sus viajes.
 
Cuevas de Mogao, situadas en la Montaña Minghsa. En el cruce de culturas contrasta la fuerza religiosa islámica con las primeras manifestaciones budistas importantes. Esto se contempla precisamente en las Cuevas de Mogao. El conjunto de 1.600 mts. de longitud y 50 mts. de alto, esta integrado por 700 cuevas correspondientes a numerosas dinastías. En 492 cuevas, se conservan esculturas pintadas y murales. Las 2.500 esculturas pintadas representan imágenes de Budas Bodhisatvas, discípulos y guardianes celestes.
 
“El budismo se extendió hasta China y varios monjes budistas chinos hicieron peregrinajes a la India para traer textos sagrados. Sus diarios de viaje son una extraordinaria fuente de información. Por ejemplo, el diario de Fa Xian (que describe un viaje de catorce años, entre el 399 y el 414) ha sido un aporte sustancial a nuestro conocimiento de la historia de Asia Central durante el siglo V. El diario de XuanZang (cuyo diario abarca veinticinco años, entre el 629 y el 654) tiene un valor histórico enorme”.
 
El budismo atravesó una gran cantidad de cambios y desarrollo en su doctrina después de la muerte de Shakyamuni. Durante la expansión por la ruta de las sedas cuando pasa de la India a China sufre adaptaciones a las costumbres del país y desarrolla características propias, un proceso similar ocurrirá luego en Japón, con las enseñanzas propiamente dichas también fueron llevados formalidades y artículos utilizados durante la práctica o liturgia.
 
En el texto del sutra “Mokugenkisho", menciona que el Rey Haruri le dijo a Shakyamuni:
 
"Mi reino es pequeño. En años recientes, ha habido hambre y pestilencia a lo largo de mi país.
 
Como resultado, todas las personas están muy angustiadas todo el tiempo, yo no puedo sentirme bien por eso. Nosotros estamos en una penosa situación. El tesoro de la LEY es demasiado profundo y demasiado inmenso para practicarla. Así por favor enséñeme cual es el punto principal de la Ley.
 
Shakyamuni oyendo esto le contesto, Rey, si usted quiere eliminar los deseos terrenales y acabar con sus sufrimientos, haga un cordón circular de 108 cuentas hecho de las semillas del árbol del tilo, Recite “Nam Buda--Nam Dharma--Nam Sangha”. Cuente una cuenta con cada recitación".
 
Así que, el origen de las cuentas utilizadas en la oración como este sutra lo indica, viene directamente de las instrucciones para su fabricación y uso del propio Shakyamuni. Un cordón circular de cuentas que se sostiene al rendirse culto a los Tres Tesoros, o al contar el número de recitaciones.
 
En la india esta sarta de cuentas se llama “Japamala” y desde sus comienzos fueron hechas de diferentes tipos de granos o semillas; utilizada entre sadhus y devotos a los fines de centrarse en las oraciones.
 
Los Jainistas utilizaban una sarta de 1O8 (ciento ocho) cuentas, que representaban:
  • 12 (doce) gunas o virtudes de los Arihantas.
  • 8 (ocho) virtudes de los Siddhas.
  • 36 (treinta y seis) virtudes de los Acharyas.
  • 25 (veinticinco) virtudes de los Upadhyayas.
  • 27 (veintisiete) virtudes de los Sadhus.
Los Japamalas llegaron a Japón de China en el siglo VII luego de seguir el trayecto desde el Tibet donde se les conocen como “Malas” (collares). Pero fue durante el siglo VIII cuando realmente comenzaron a popularizarse, un monje llegado del sur de la India llamado Bodhisena visitó y le dio como presente una sarta de cuentas hecha de madera del árbol de Tilo al Emperador Shomu de Nara.

Este Japamala fue conocido después en Japón como “Nenju” o alternativamente, Juzu. (a veces o-juzu).
  1. Nen = pensamiento, atención,
  2. zu = para contar,
  3. Ju = cuenta, así:
El nenju se refiere a “las cuentas usadas para la práctica atenta”, y el juzu traduce como “contando cuentas”.

El Cristianismo adopta alrededor del siglo XVI dC el Japamala, que se conoce con el nombre de "rosario", separando las cuentas de diez en diez por otras cuentas más grandes. Haciendo honor a la verdad, el "rosario" como tal no es otra cosa que una forma de oración qué empezó en el siglo XII y en el siglo XVI el Papa Pío VI, en la bula Consueverunt Romani Pontifices, establece la forma de recitar la oración que ha llegado hasta nuestros días.

En la Edad Media se llamaba chapels a las guirnaldas de flores trenzadas en primavera que gustaban de ponerse en la cabeza como adorno, o con las que decoraban los altares. En el siglo XIII, el uso se extendió, bajo la influencia de la Orden de Santo Domingo, y se trenzaban así, en honor de la Virgen, una guirnalda que se llamó “chapelet”.

El término “Rosario” no es solamente Cristiano ni es el símbolo de la rosa.

En Tíbet e India la palabra "mala" significa: collar o collar de cuentas.

En Hindi, las cuentas para la oración se llaman “japamala” que se traduce como ‘collar de rosas' o rosario. Así que al traducir la palabra “japamala” al latín quedo como “Rosarium” (el chapelet a la virgen Maria). De allí toma el nombre que ha llegado hasta nuestros días.

El Cristianismo utilizó previamente varios dispositivos contadores antes de adoptar el uso del “rosario” tales como guijarros, cordones y cadenas. Se cree que los mahometanos adoptaron el Juzu de los budistas, y el Cristianismo lo adopto de los mahometanos en la época de las Cruzadas.

SIMBOLISMO

Los seguidores del budismo de Nichiren Daishonin usan el Juzu formal de 108 cuentas principales, cuatro cuentas pequeñas, dos cuentas grandes, cuatro cuentas alargadas llamadas envases, y cinco pompones.

El Juzu es un instrumento religioso usado durante el gongyo (Lectura diaria del capitulo Joben y juryo del Sutra del Loto) y el daimoku (invocar Nam Miojo Rengue Kyo o Ley Mística) y entraña un profundo simbolismo que a través de la oración sincera, expresa la apreciación por los Tres Tesoros del Budismo: el Buda, la Ley, y la comunidad de seguidores.

Las 108 cuentas primarias completan la relación que existe entre ese aspecto (los tres tesoros de la ley) y los objetos que nosotros percibimos con nuestros sentidos así como también la respuesta típica que tenemos a esos deseos como mortales común visto desde la impureza de los nueve mundos.

El principio del verdadero aspecto de todos los fenómenos aclara que el estado de vida de la Budeidad es innato en todos los seres vivientes. Mediante el proceso de purificación de los seis órganos sensoriales nosotros desarrollamos la percepción correcta a través de la acción del Daimoku, concentrando los sentidos en las verdad objetiva de la vida (Gohonzon). Todos los fenómenos nos llevan a revelar el verdadero aspecto de vida (Shoho jisso).

Nam (significa hacer propia la herencia de la ley suprema fusionándose con ella; literalmente significa devoción) los seis sentidos usados para la practica-fusión con la entonación de Myoho-Renge-Kyo, que es todo lo que nosotros vemos como mortales comunes visto desde la impureza de los nueve mundos, y a su vez visto desde la pureza como un Buda en el décimo mundo. Las palmas de las manos juntas encima del corazón simbolizan la fusión de Kyo y la fuerza interna, Chi. La verdad objetiva (la Ley) y la sabiduría subjetiva (la fe en el Gohonzon) de Buda como uno mismo.

Las dos cuentas grandes en cada extremo son las cuentas padres que simbolizan lo siguiente, la Madre la de la derecha (Myo) y el Padre la de la izquierda (Ho), la Ley, la sabiduría del Buda.

Nuestros 10 dedos simbolizan la posesión mutua de los 10 mundos que se funden juntos y se manifiestan simultáneamente en la vida de un Buda.

“El que así llega y los tres mundos (mundo del deseo, mundo material y mundo espiritual) son, por igual, entidades de vida dotadas inherentemente de los diez estados”(Ikeda,Daisaku: Disertación sobre los capítulos “Hoben” y Jurio” del Sutra del Loto. Vol. II. 1996. SGI. Pág. 88) por lo cual “El Nichiren Daishonin manifestó dicha entidad en la forma del Gohonzon, dotado de los Diez Estados”.

Cuando se cubren las cuatro cuentas pequeñas que representan a los cuatro (4) Bodhisatvas y las 108 cuentas que representan los deseos básicos terrenales con nuestras manos en la oración este gesto o “mudra” conocido en japonés como “Gassho”, simboliza que a través de nuestra practica budista, hasta los mas bajos impulsos pueden ser transformados en algo noble y generoso representando entonces el principio “Bonno soku Bodai” (los deseos son iluminación) en el centro del lado izquierdo del Gohonzon, que es representada como la deidad Aizen Myo-o (simboliza el amor), la cual normalmente es pintada de color rojo, con tres ojos y una furiosa expresión en el rostro, se le acredita la purificación de los deseos mundanos y nos libera de las ilusiones de los sufrimientos derivados de estos.

Gassho literalmente significa "juntar las palmas de las manos", se le considera uno de los más hermosos gestos y es el gesto indio (Namasté) del saludo, del adiós, de gracias y de la reverencia. Es el símbolo de la multiplicidad de las cosas que son al mismo tiempo una sola cosa. Este gesto o mudra fue adoptado por los cristianos como el gesto del rezo.

ESTRUCTURA

El Juzu utilizado en el budismo de Nichiren simboliza varios puntos de la doctrina budista ortodoxa. Entender su significado es empezar a entender las verdades profundas del Budismo y la expresión correcta de gratitud a las Tres Grandes Leyes secretas y los Tres Tesoros. Su estructura y significado es el siguiente:

DOS CUENTAS GRANDES: conocidas como boshu ó cuentas 'padres': La madre o “Myo” y el padre o “ho”, que representan el principio de kyochi myogo, la fusión de la realidad objetiva (kyo) y la sabiduría subjetiva (chi). La cuenta grande en el extremo con 3 pompones representa al Buda Shakyamuni, o la sabiduría subjetiva; la otra cuenta grande con dos pompones representa al Buda Taho, o la realidad objetiva.

LAS 108 CUENTAS: Conocidas como Koshu o cuentas del cuerpo principal simbolizan 108 potenciales deseos terrenales. Según varios investigadores el número 108 puede encontrarse por la fórmula siguiente:
  1. Los 6 sentidos (Vista, oídos, nariz, boca, tacto y la mente) x 3 aspectos de tiempo (pasado, presente y futuro) = 18.
  2. 18 X 2 características del corazón (puro o impuro). Bueno o malo basado sobre nuestro propio karma. = 36.
  3. 36 x 3 preferencias que una persona puede tener (gustar, detestar o que le sea indiferente) a algo que él percibe a través de los 6 sentidos). = 108 condiciones potenciales de los deseos de una persona.
CINCO POMPONES: Representan el testamento del legado de buda para el logro del kosen-rufu.

LAS CUATRO CUENTAS PEQUEÑAS: en el cuerpo principal representan a los Cuatro Líderes de los Bodhisattvas de la Tierra: Jogyo, Jumyo, Muhengyo, y Anryugyo. Estas son las cuatro virtudes del buda:
  1. Verdadero Yo.
  2. Pureza.
  3. Eternidad.
  4. Felicidad.
LOS ENVASES: son cuatro cuentas alargadas en los extremos de las cuerdas de las cuentas “Padres” que son donde se guardan los beneficios obtenidos por la práctica constante y sincera.

LA CUENTA PEQUEÑA EXTRA: en el lateral izquierdo debajo y pegada a la cuenta “Padre” representa el esclarecimiento. Tomando la interpretación de T’ien T’ai quien menciona que la fusión de la realidad y la sabiduría conllevan al esclarecimiento (Kyochi myogo), con los Budas Taho representando la verdad objetiva (realidad última) y Shakyamuni (la sabiduría subjetiva).

Nichiren Daishonin usa esta interpretación de T’ien T’ai en el Gosho La Verdadera Entidad de la vida, donde menciona: “Todas las formas de vida que existen en el universo son, claramente Myoho-renge-kyo”. Aun los dos budas Shakyamuni y Taho, son funciones de Myoho-renge-kyo, que hicieron su aparición para conceder sus beneficios a la humanidad.

TRES GRUPOS DE 10 CUENTAS: Representan los 3.000 factores en cada instante de la vida (Ichinen Sanzen).

LA CUERDA LARGA DE DIEZ CUENTAS: terminada en un pompon debajo de la cuenta “madre”, significa que nuestro canto está propagándose por el mundo llevando el Kosen Rufu. En los días de Nichiren Daishonin, los Juzu tenían sólo dos borlas en cada extremo.

La cuerda larga se utilizo en tiempos pasados para llevar la cuenta de los Daimokus cantados de la siguiente forma: Se debía contar las cuentas sólo con un lado del juzu yendo de la cuenta del padre a la cuenta de la madre y teniendo cuidado de no sobrepasarlas y volviendo atrás de nuevo a lo largo del mismo lado. Cada vez que se hacia esto se debía saltar encima de la cuentas de Bodhisattva.

Cuando se había hecho esto una vez, se había cantado 108 Daimokus. Cada vez que se terminaba una ida y vuelta de esa forma, se resbala una de las cuentas en la cuerda larga utilizada para contar.

De esta manera, se podía contar 1.080 Daimoku al usarse las diez cuentas en la cuerda de contar.

Existen también otros nenju o Juzus utilizados por diferentes sectas de budismo. Normalmente estos son de ¼ del tamaño, teniendo 27 cuentas pequeñas y una cuenta Padre. Hay también sin embargo nenjus con 18 cuentas pequeñas (1/6 del tamaño) de 36 cuentas pequeñas (1/3 del tamaño) y 54 cuentas pequeñas (1/2 del tamaño).

ESTRUCTURA DEL JUZU
  1. Padre (Ho): Esencia de la vida manifiesta en forma tangible. Puede percibirse con los sentidos.
  2. Madre (Myo): La esencia de la vida que esta más allá de la comprensión intelectual.
  3. 108 Cuentas: Deseos Básicos Fundamentales.
  4. Envases: Receptores de los Beneficios.
  5. Borlas o Pompones: Representan el testamento para el Kosen Rufu.
  6. Cuatro (4) cuentas Pequeñas: Representan los Cuatro Líderes de los Bodhisattvas de la Tierra y a su vez las cuatro virtudes del Buda.
  7.  Cuenta pequeña extra, representa el esclarecimiento (kyochi myogo).
USOS
Muchas personas frotan las cuentas del juzu unas contra otras por varias razones a conocer, puede ser por impaciencia, cansancio, etc., o porque creen que representa algún beneficio, esto en si mismo no representa ningún beneficio adicional ya que el verdadero beneficio esta en su fe pura en lugar de cualquier frotamiento de las cuentas.Así que el juzu no se usa en el budismo de Nichiren como es usado en algunas sectas islámicas frotandolas unas contra otras. Si se ponen las manos en el mudra Gassho y mantiene una postura tranquila, mientras enfoca la atención de frente al Gohonzon, el problema de la impaciencia no se presentara.


El Juzu tiene varios usos en el Budismo según las diferentes escuelas y en general se puede observar su utilización de las siguientes maneras que aunque no son todas, son las maneras mas comúnmente utilizadas:
  1. De la forma tradicional en los devotos del budismo de Nichiren con las manos en gassho durante la entonación del Daimoku y el Gonguio.
  2. Puede ser usado a la manera de otras tradiciones usan un rosario o mala, para contar el número de oraciones, mantras, dharani, etc. que se este recitando. Como se puede apreciar en
  3. Puede sostenerse en las palmas y las cuentas ser frotadas entre si cuando se este en oración como en algunas sectas islámicas.
  4. Simplemente puede girarse en las manos.
  5. Puede ponerse encima de cualquiera de las manos o de la mano izquierda solamente, o encima de ambas manos juntas en gassho.
  6. También se considera que es un talismán protector contra los malos espíritus, por estar “irradiado” espiritualmente por todas las oraciones, devociones y meditaciones en que se ha usado.
  7. Frecuentemente se dan juzus como regalos - por ejemplo - para celebrar un nacimiento, matrimonio, cumpleaños, etc. También se dan como recuerdos y como una fuente de protección a las personas.
CUIDADOS

Los juzus son objetos para ser tratado con respeto y tenidos con cuidados. Ellos no deben quedar tirados descuidadamente, y deben limpiarse, guardarse y repararlos bien. Los juzus que no esa posible su reparación deben disponerse propiamente de ellos.
  1. Nunca lo frote. El suave cordón donde ellos se ensartan empezará a hacerse tiras y eventualmente se romperá. También, cuando se frotan, se rozaran las cuentas entre ellas causando un efecto abrasivo en vez de pulirse se rasparan y perderán su brillo.
  2. Nunca los apriete en cualquier posición. El cordón es flexible, pero puede ensortijarse u ondularse, y sostener esa forma.
  3. Evite que las cuentas se golpeen unas contra otras o contra superficies.-- Incluso si las cuentas que no son cristales se pueden romper. Pliegüelos, cuenta con cuenta, para el almacenamiento o cuando usted lo este sosteniendo.
CONCLUSIONES

Hoy día, muchas personas usan juzus (malas/nenju/rosarios) desgastados en sus muñecas como talismán. Creen que llevando las cuentas encontraran el amor, la salud, la suerte, la fama y el dinero, en una palabra, felicidad.

Los seres humanos en una mayoría siempre hemos dependidos de las tales cosas en nuestras vidas diarias. Sin embargo, no importa cuánto podamos confiar en un Juzu, nada cambia. No ayuda en absoluto.

Los seres humanos tenemos pasiones y deseos de varios tipos se pueden transformar completamente haciendo realmente una revolución interna. Desde el momento en que nacemos y hasta el día que morimos estamos dominados por esos deseos y pasiones. Nosotros nos aferramos persistentemente a nuestras pasiones ciegas para sobrevivir. Cuando entonamos el Daimoku al Gohonzon todo nuestro ser escala niveles más elevados de conciencia manifestándose el buda que siempre hemos sido y desde esta perspectiva poder hacer lo conveniente para no seguir siendo esclavo de ellas.

Es estando en oración profunda y sincera cuando el Juzu adquiere su poder. Pasa de ser un simple objeto a uno con un profundo significado simbólico imbuido en la radiación espiritual del devoto sincero.

Sin el debido respeto y cuidado en su manejo solo es una herramienta más que nos ayuda en nuestra práctica. Por si solo no posee poder alguno.

GLOSARIO

Bodhisattvas: Alguien que aspira a la iluminación y lleva a cabo una práctica altruista. El bodhisattva busca la iluminación tanto para él como para los demás. La misericordia es su característica máxima; se dice que éste retarda su propio ingreso en el nirvana para salvar a otros.

Boshu: Cuentas grandes del Juzu, llamadas también cuentas “Padres”.

Daimoku: El título del Sutra del Loto, Myoho-renge kyo.

Gassho: Significa poner las palmas de las manos juntas. Simboliza la unidad de Buda y de todos los seres. También expresa reverencia y gratitud.

Gohonzon: Mandala que significa “supremo objeto de respeto” y fundamental en la practica de Budismo de Nichiren Daishonin.

Nam Miojo Regue Kyo: Mantra que significa literalmente “devoción a la maravillosa ley del sutra del loto”. Es la base de la vida universal, la ley fundamental de todos los fenómenos del universo.

Nenju o Juzu: Granos o cuentas ensartados juntos en un cordón de una manera determinada que se utiliza en la práctica de la devoción.

Nichiren Daishonin (1222-1282): Fundador del Budismo Ortodoxo. Hijo de un pescador, heredo la doctrina de Shakyamuni y el 28 de abril de 1253 extrajo la esencia del Sutra del Loto y declaro Nam Miojo Rengue Kyo por primera vez.

Mala: Voz sancrita que significa “jardín de flores”.

Rosario: Voz católica para el Mala, Nenju o Juzu. Rogativa a la virgen Maria.

Shakyamuni: Buda histórico que vivió hace unos tres mil años en la india. Shakia era el nombre de su tribu y muni significa “sabio”. A los diecinueve años se dedicó a la vida religiosa. Se le conoce como el fundador del budismo.

Shu: Escuela.

Kosen Rufu: Logro de la paz mundial y felicidad universal por medio de la propagación del espíritu y las enseñanzas del Budismo verdadero.

Koshu: Cuentas pequeñas.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

¡¡¡...CAMBIAR TU DESTINO...!!!

NAM MYOJO RENGUE KYO (que se repite Nam-miojo-rengue-quio)... es la Ley Verdadera o la Ley Mística resumida por Nichiren Daishonin y representa la esencia del Sutra del Loto. Más adelante describiremos este mantra de manera más extensa dado que sus palabras ameritan un cuidadoso estudio para su mejor comprensión.
 
El Sutra del Loto es la más profunda de todas las enseñanzas budistas, nos invita a desafiar con coraje la verdadera entidad de nuestra vida para extraer la condición innata de budeidad que poseemos en nuestro verdadero yo, en otras palabras, una invitación a adherirnos a nuestros valores más elevados, buscando la autorrealización, desarrollando nuestro pleno potencial y trascendiendo hacia nuestro prójimo y la comunidad entera. Dicho de otra forma, NAM MYOJO RENGUE KYO, la Ley Mística, es el camino hacia la budeidad (la iluminación).
 
Todas las enseñanzas expuestas por Shakyamuni (Sidharta Gautama) están registradas en forma de sutras, su número es vastísimo, cada sutra fue enseñado a un discípulo o grupo de discípulos en particular para una finalidad específica, pero el Sutra del Loto en sí, contiene la plena, la perfecta revelación de la iluminación de Shakyamuni.
 
"Quienes canten el NAM MYOJO RENGUE KYO (el título del Sutra del Loto) aún sin comprender su significado, comprenden no sólo el corazón del Sutra del Loto sino también la esencia de todas las enseñanzas del Buda". El Daishonin identifica este mantra con "la verdadera identidad de todos los fenómenos, la realidad definitiva de la verdad absoluta y la naturaleza de Buda que es inherente a todos los seres humanos".
 
NAM MYOJO RENGUE KYO es la expresión de la verdad máxima de la vida y también evidencia su esencial realidad, así el NAM MYOJO RENGUE KYO cubre todas las leyes, todas las materias y todas las formas de vida existentes en el universo; y si lo condensamos es igual a la vida de los seres humanos, porque al mismo tiempo que se encuentra la causa de su sufrimiento, la persona que entona NAM MYOJO RENGUE KYO tiene la capacidad de transformar plenamente esas condiciones para alcanzar su verdadera felicidad.
 
Nichiren Daishonin declaró que este mundo es el lugar para disfrutar de la felicidad y su budismo enseña que entonando NAM MYOJO RENGUE KYO podemos alcanzar y -lo que es más importante- expandir dicha felicidad.
 
Resumiendo lo anteriormente expuesto, la oración básica o loque entonamos es NAM MYOJO RENGUE KYO, el nombre de la Ley Mística que rige la vida eternamente en todo el universo.
 
Nichiren Daishonin reveló esta ley como el principio fundamental dentro de la enseñanza máxima del Budismo, el "Sutra del Loto". Toda vida es una expresión o manifestación de dicha ley, de manera que cuando cantamos NAM MYOJO RENGUE KYO armonizamos nuestras vidas con el ritmo perfecto del universo. ¿El resultado? Un aumento de la fuerza vital, sabiduría, misericordia y de buena fortuna para enfrentar los retos que se nos presentan. No hay ningún requisito ni regla en cuanto a la razón por la cual uno deba invocar la Ley Mística, simplemente tomamos la decisión de cantar NAM MYOJO RENGUE KYO y al hacerlo experimentamos la energía y sabiduría para lograr una vida plena. Cuando entonamos NAM MYOJO RENGUE KYO, la Ley Mística, contrario a la mayoría de las religiones, no rezamos a una divinidad externa revestida de características humanas, como el juzgar, castigar, perdonar.
 
Nuestras oraciones se comunican hacia la profundidad de nuestro ser, creando valor y logrando nuestra propia revolución humana. Esta ley es imparcial y una oración no vale más que otra, la única cuestión es si podemos crear esos valores en nuestras vidas y ayudar a otros a hacer lo mismo. Como nos enseña el Daishonin, alcanzamos la iluminación mediante una transformación continua que sucede en lo más profundo de nuestra existencia, a la vez que buscamos cumplir nuestros deseos y resolver nuestros conflictos.
 
Es imprescindible entender que no hay "milagros" y que nuestros deseos se concretan mediante la invocación de NAM MYOJO RENGUE KYO porque extraemos de nosotros la condición más elevada y la sabiduría para tomar la acción correcta.
 
¿QUE SIGNIFICA NAM MYOJO RENGUE KYO?
 
Ahora pasaremos a describir este mantra de manera a comprender mejor su esencia.
 
NAM: Esta palabra procede del sánscrito "namas" y de acuerdo al Daishonin significa devoción de cuerpo y mente, o la relación perfecta de la vida del ser humano con la verdad eterna de la vida.
 
MYOJO: Literalmente significa "Ley Mística" o realidad definitiva.
 
MYO: Significa místico "porque es infinitamente profundo y más allá de todas las posibles concepciones y formulaciones de la mente humana" (Ikeda, 1994). Como lo expresa Nichiren Daishonin, "es simplemente la misteriosa naturaleza de nuestras vidas. De momento a momento la vida es ciertamente una realidad evasiva que trasciende tanto la existencia como la no-existencia, no es ninguna de ellas, pero exhibe cualidades de ambas, la entidad mística del que es la realidad de todas las cosas. MYO entonces es el nombre dado a la naturaleza mística de la vida.
 
JO: Significa ley o las manifestaciones de la naturaleza mística de la vida.
 
De esta forma MYO correspondería a la "realidad definitiva más allá de nuestra capacidad de percepción y JO al mundo de los fenómenos en todas sus formas en constante cambio (Ikeda).
 
RENGUE: Significa "Flor de Loto", un símbolo de fertilidad, prosperidad, belleza, que emerge de orígenes inferiores o feos (como el barro para la planta). Símbolo de imperturbabilidad y seguridad en medio de las perturbaciones vitales (dado que se mantiene seca en el agua), cerrándose de noche y abriéndose al amanecer (una metáfora de la apertura de las mentes a la sabiduría e iluminación). Pero su significado más importante se refiere a la simultaneidad de causa y efecto, por ser la única planta que produce flores y semillas (frutos) al mismo tiempo.
 
KYO: Esta última palabra del mantra significa "Sutra" o colección de enseñanzas del Buda. Como en su momento tuvo el recurso de su propia voz para transmitir sus ideas, también es interpretable como voz y es entendido por el Daishonin como "las palabras y habla, sonidos y voces de todos los seres vivientes" implicando que la iluminación del Buda es latente y posible para todos nosotros. El carácter chino lo representa como longitud de una pieza de tela, como para la continuidad de la enseñanza, extendiéndolo a la prosperidad y abarcando el pasado, presente y futuro.
 
De esta forma, KYO es la eterna iluminación implícita en la voz del Buda presente en cada uno de nosotros y nos invita a poner de manifiesto lo mejor de nuestro latente potencial para beneficio propio y el de otros.
 
De esta forma NAM MYOJO RENGUE KYO significaría:
 
NAM: la leal devoción a aprender y realizar...
MYO: la esencia de la existencia, la percepción iluminada de la realidad o budeidad a través de las...
JO: manifestaciones sensoriales de la vida a medida en que actuamos en los primeros nueve mundos...
RENGUE: de modo que produzcan efectos buenos y valiosos para nosotros y para toda la humanidad...
KYO: escuchando las enseñanzas del Buda que nos guía en el pasado, presente y futuro.
 
Resumiendo sería:
 
NAM: soy devoto
MYOJO: de la ley Mística
RENGUE: del Sutra del Loto
KYO: mediante mi voz.
 
«Aún si las mareas cesaran de subir y bajar, aún si el sol saliera por el oeste, nunca sucederá que las oraciones de un devoto del Sutra del Loto dejarán de ser respondidas». (Gosho «Sobre la Oración»
 
*Si quieres cambiar tu destino,repite: Nam-Miojo-rengue-kyo*
 
Es tan asombrosamente simpleque cualquier persona puede hacerlo.Tan profundo que puede abrirel potencial más alto de cada individuo.Por lo tanto, es la última realidadde la vida y del universo.
 
Publicado por Luis Blanco Garnelo

 

 

¡¡¡...LA CONCEPCIÓN BUDISTA DEL UNIVERSO, CASUALIDAD E INFINITUD...!!!

El propósito de este artículo es presentar, en forma sucinta, los principales elementos de la concepción budista del universo, entendido como la realidad toda, no en sus comienzos, tal como ella aparece en los textos más antiguos, ni en el curso de su evolución histórica, mostrando sus diferentes etapas, sino en la forma en que esta concepción asumió cuando ella fue fijada de una vez para siempre algunos siglos después de la muerte o – como prefieren los budistas - el Parinirvana de Buda.

Infinitud del Samsara

La inexistencia de comienzo (anaditva) es uno de los más importantes principios de la filosofía de la India, tanto hindú como budista. Esta teoría afirma la ausencia de comienzo para una serie de entidades, procesos, fenómenos, etc.2  Esta concepción de la filosofía de la India contrasta de manera notable con la más generalizada concepción de la filosofía occidental, siempre ansiosa de encontrar para cada cosa una Causa Primera, un Primer Motor, un Primer Principio, que marca un comienzo, más allá del cual es imposible ir.

La palabra samsara, que originalmente significa la serie de reencarnaciones, designa también, en un sentido más amplio, a la realidad empírica, en la cual se lleva a cabo el destino humano y la cual se opone a lo absoluto: samsara/Brahman (en el hinduismo), samsara/nirvana (en el budismo). El budismo, así como el hinduismo, sostiene que el samsara, la realidad empírica, con sus mundos, universos, hombres, dioses, etc., los procesos que tienen lugar en ella, y las leyes que la gobiernan, no ha tenido comienzo, es eterna a parte ante. La inexistencia de comienzo del samsara es afirmada en muchos  textos budistas, como por ejemplo el Samyutta Nikaya, donde en el comienzo de sus primeros cuatro suttas Buda declara: “El samsara, oh bhikkhus [monjes], es carente de límite. Un primer extremo [de la sucesión] de seres envueltos en la ignorancia, encadenados al deseo, que vagan [en el samsara], que están transmigrando, no es conocido”.

Infinitud del espacio

A la eternidad que el budismo atribuye a la realidad empírica le corresponde la infinitud espacial. La realidad empírica se extiende en una forma ilimitada en las diez regiones del espacio.
Una estrofa del Buddhavamsa  afirma que cuatro cosas están más allá de toda medida: el número de seres, el espacio, el número de universos o sistemas de mundos y el conocimiento de un Buda    La afirmación de la infinitud del espacio es frecuentemente encontrada en los textos palis con relación a las etapas de la meditación y a los niveles de la liberación alcanzada a través de ella, como por ejemplo el Digha Nikaya, que dice: “Y además ... el monje, yendo por completo más allá de la conciencia de la forma, con la desaparición de la conciencia de la resistencia, no prestando atención a la conciencia de la diversidad, vive habiendo alcanzado el dominio de la infinitud del espacio con su mente centrada en la idea: “El espacio es infinito”.
Un pasaje del Sutra del Loto describe de una manera impresionante la profundidad del universo: “Existe, en el nadir, más allá de  incalculables cientos de miles de diez millones de cien mil millones de universos, un universo llamado Ratnavishuddha”. Y el número infinito de mundos que habitan el espacio infinito - al cual nos referiremos a continuación - requiere un espacio ilimitado, en el cual esos mundos puedan ser ubicados.

Infinito Número de Mundos

Este espacio ilimitado, como se ve por los textos previamente citados, está ocupado por millones de millones de mundos, diseminados en todas direcciones. Muchos textos se refieren al número infinito de mundos que llenan el espacio: “Oh Shariputra, existe en la región occidental del espacio, más allá de diez millones de Mundos de Buda, un Mundo de Buda llamado Sukhavati”.  “Existen a partir de aquí numerosos millares de Mundos de Buda; el otro límite de los miles de Mundos de Buda no es conocido [13]. Otro límite de los Mundos de Buda vacíos no es conocido; otro límite de los miles de universos no es conocido [14]”.

“En la región del Sur, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de estos universos, está situado el universo llamado Sarva­shoka­pa­ga­ta; su buda se llama Ashokashri y su bodhisattva Vigatashoka. En la región del Oeste, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de estos universos, está situado el universo llamado Upashanta; su buda se llama Ratnarchis y su bodhisattva Charitramati. En la región del Norte, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, está situado el universo llamado Jaya; su buda se llama Jayendra y su bodhisattva Jaya­datta.

En la región del nadir, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, está situado el universo llamado Pad­ma; su buda se llama Padmashri y su bodhi­sattva Padmottara. En la región del zenith, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, se encuentra el universo llamado Nanda; su buda se llama Nandashri y su bodhisattva Nandadatta”. “Los rayos se lanzaron a través de la región del Este y sus universos tan numerosos como las arenas del Ganges, y lo mismo ocurrió en las diez regiones”.

Se dice en el Tsa a han king (Samyuktagamasutra): “Cuando llueve muy fuerte, las gotas de lluvia están tan juntas que no se les puede contar. Lo mismo ocurre con los universos. Yo veo en la región del este innumerables universos que nacen, subsisten o perecen. Su número es muy grande y desafía todo cálculo. Lo mismo ocurre en las diez regiones”. Por su parte, el Ti tsang pu sa pên yüan ching dice: “…desde incontables universos hacia las diez direcciones del espacio”.
En el Capítulo VII del Sutra del Loto se encuentran numerosas referencias al número infinito de mundos.

Así el número de universos en cada región del espacio es mencionado de una manera general: “En las diez  regiones del espacio, en cada una de ellas, los quinientos millares de diez millones de cien mil millones de mundos temblaron”.  Y en las páginas siguientes  se usa la misma expresión para indicar en forma individual el infinito número de universos en cada región del espacio. En página 157, líneas 1-2, se señala también el número infinito de los mundos: “¿Qué pensáis, oh monjes, es posible llegar por el cálculo al fin, al límite de los sistemas de mundos?” Ellos dijeron: "No, Señor; no, Bien Encaminado". En estas características de la realidad empírica, propias de la concepción budista, se revela un ansia de infinitud, una voluntad de no permanecer encerrado dentro de estrechos límites espacio-temporales ‑ ansia y voluntad que son en verdad propias de la Cultura de la India en la cual el Budismo hunde sus raíces.

Infinito Número de Seres

Los incontables universos en el ilimitado espacio están poblados por un infinito número de seres (satta / sattva). Esta es una antigua concepción que es señalada en Buddhavamsa I, 64, y Atthasalini, p. 131, ya citados. Podemos agregar los siguientes textos en los que esta doctrina también aparece: Por fin, los seres como el gran océano son sin comienzo, sin medio, y sin fin. Un inteligente maestro en cálculo que hiciera la cuenta de ellos durante innumerables años, no llegaría nunca al fin del cálculo”. Es así que Buda dijo al Bodhisattva Akshayamati: "Si todos los universos de las diez regiones hasta los confines del espacio formara una sola masa de agua, y entonces seres innumerables e incalculables fuesen, cada uno con un cabello, a extraer de él una gotita, quedaría aún un número incalculable de seres. Si al llevarse de esta manera una gotita con un cabello, ellos llegasen a agotar completamente esta gran masa de agua, el número de los seres sin embargo no se agotaría." Es porque el número de los seres es ilimitado (ananta), inmenso (apramana), incalculable (asamkhyeya) e inconcebible (acintya).

La doctrina de lo ilimitado del número de seres es mencionada con relación al número infinito de seres que son llevados al nirvana, la meta salvífica, por cada uno de los Budas que aparecen en los mundos: “No existe un límite para los tres mundos. Como es el espacio, así son de infinitos los mundos. Y, por lo tanto, no llegan a la existencia seres que no han existido antes y, a pesar de que el parinirvana de innumerables seres se produce con ocasión de la aparición de cada Buda, no existe un límite para el número de los seres, como [no existe un límite para] el espacio”.

El Shou chang lun (Hasta-danda-shastra), atribuido a Shakyakirti (?) y traducido por I-Tsing, un tratado que refuta la creencia herética en la existencia de un apurvasattva, es decir de un ser que no existió antes, cita en su comienzo el mencionado pasaje del Abhidharmakosha de Vasubandhu.

El Ti tsang pu sa pên yüan ching se refiere al número infinito de seres que asiste a la Gran Asamblea en que Shakyamuni va a predicar: “En aquella ocasión Buda Shakyamuni le dijo al Bodhisattva Mahasattva Mañjushri, hijo del rey del Dharma: “Ya que tú ves a todos estos Budas, Bodhisattvas, y Dioses, nagas, pretas, espíritus de este mundo y de los otros mundos, de esta región y de otras regiones, que han venido y están ahora reunidos en asamblea en el cielo de los Treintraitrés Dioses, ¿sabes acaso su número o no?” Mañjushri le dijo a Buda: “Oh Bhagavant, aún cuando con mi poder extraordinario, durante mil períodos cósmicos, yo calculara [su número], yo sería incapaz de saberlo.” Buda dijo a Mañjushri: “`Aunque yo los veo con mi ojo de Buda, con todo su número no puede ser agotado”.

El Sutra del Loto contiene numerosas referencias al número infinito de seres, por ejemplo, con relación al número de seres que asistieron a la Asamblea de Buda en Rajagriha se dice: “Yo y estos numerosos diez millones de seres parados aquí; No existe cálculo de los discípulos reunidos allí; los discípulos del Sugata son innumerables; Muchos monjes y también monjas, numerosos como las arenas del Ganges; Bodhisattvas [numerosos] como las arenas del Ganges; Veinte veces diez millones de Bodhisattvas; Muchos Bodhisattvas [numerosos] como las arenas del Ganges; Con ochenta mil Bodhisattvas salvadores de muchos cientos de miles de diez millones de cien mil millones de seres; En un vehículo ellos condujeron a su completa maduración a inconcebibles miles de diez millones de seres; Confortando a mucho inconcebibles diez  millones de seres: (...) vosotros seréis Budas después de mí”

Infinito Número de Budas

Como los seres, también los Budas son innumerables. Su función es salvar a los seres y conducirlos a la iluminación. La idea del infinito número de Budas tuvo un modesto origen. Desde el comienzo del budismo, los textos mencionan la existencia de algunos Budas del pasado. Su número es al principio pequeño, pero gradualmente aumenta y alcanza muy grandes proporciones.

En numerosos textos del mahayana el número de los Budas llega a ser casi infinito y ellos son ubicados en el pasado, el presente y el futuro y en toda la extensión del espacio: “Entonces aquellos  Bodhisattvas dijeron así: "Oh Señor Bhagavant, esta dharani ha sido oída y captada por nosotros cuando los Budas Bhagavants del pasado, tan numerosos como las arenas del río Ganges, permanecieron, vivieron, existieron". Otros dijeron así: "... tan numerosos como las arenas de dos ríos Ganges". Otros: "... de tres ...". Otros: "... de cuatro ...". Otros: "... de cinco ...". Otros: "... de seis ...". Otros: "... de siete ...". Otros: "... de ocho ...". Otros dijeron así: "... de nueve ...". Tathagatas tan numerosos como el polvo de los átomos de diez veces diez millones de Mundos de Buda mostraron sus rostros”.

El primer extremo de los Budas del pasado no es conocido ... ni de aquellos que tomaron el voto de obtener la Iluminación ... ; (16) ... ni de aquellos que no están expuestos a decaer ... ni de aquellos que alcanzaron el estado de consagración ...; (17) ... ni de aquellos que viven entre los Dioses Tushita ... ni de aquellos que caen desde el cielo de los Dioses Tushita ...;  (18) ... ni de aquellos que yacen en la matriz de su madre ... ni de aquellos que se encuentran en la matriz de su madre ...; (19) ... ni de aquellos Héroes que están naciendo ... ni de aquellos Salvadores del mundo que han nacido ...; (20) ... ni de aquellos que son tomados del regazo de su madre ... ni de aquellos que hacen los [siete] pasos ...; (21) ... ni de aquellos que se ríen con una risa fuerte ... ni de aquellos  que contemplan las regiones del espacio ...; (22) ... ni de aquellos que son llevados en el regazo (de sus madres) ... ni de aquellos que son asistidos por los Gandharvas ...; (23) ... ni de aquellos que parten de sus casas ... ni de aquellos que se acercan al Arbol de la Bodhi ...; (24) ... ni de aquellos que alcanzan el conocimiento de un Tathagata ... ni de aquellos que ponen en movimiento la Rueda de la Ley...; (25) ... ni de aquellos que convierten a diez millones de seres ... ni de aquellos que lanzan el Rugido del León ...; (26) ... ni de aquellos que abandonan los factores condicionantes de la vida ... ni de aquellos Héroes que están extinguidos ...; (27) ... ni de aquellos que permanecen extinguidos ... ni es conocido el primer extremo de aquellos Héroes que están cremados” (28). “Incontables Tathagatas, Arhants, Perfectamente Iluminados han sido honrados [por mí = Shakya­muni]”.

En el Saddharmapundarikasutra se encuentran numerosas referencias a los incontables Budas del pasado, del presente y del futuro. Mencionamos algunas de ellas: “Los inconcebibles muchos diez millones de futuros Budas que no tienen medida; No existe en modo alguno medida para aquellos que en el pasado en incontables períodos cósmicos han sido los numerosos miles de Budas, los Tathagatas anteriores  completamente extinguidos; Después, muchos cientos de miles de diez millones de cien mil millones de Budas fueron vistos y venerados [por ellos: los ocho hijos de Chandrasuryapradipa]; Tathagatas que han rendido homenaje a muchos cientos de miles de millones de Budas, que han cumplido su Carrera bajo la guía de muchos cientos de miles de diez  millones de cien mil millones de Budas”.

Concepción Dinámica

Podemos decir que el budismo tiene una concepción dinámica de la realidad. Esta se manifiesta en la peculiar doctrina de los dharmas. Los dharmas son los elementos, los factores constitutivos de todo lo que existe. Todo lo que es "material", como el cuerpo humano, está constituido por dharmas materiales. Los fenómenos "mentales" como percepciones, sensaciones, voliciones, actos de conciencia no son nada más que dharmas. Y el hombre es solamente un agregado psico-físico de dharmas materiales y de dharmas mentales. La Realidad, en su integridad, es asimismo nada más que dramas, aislados o acumulados.

Los dharmas son insustanciales (anatman), porque (usando la terminología occidental) ellos no existen in se et per se, o (usando la terminología budista) ellos no existen svabhavena, es decir ellos no poseen un ser propio; son  dependientes, producidos por causas y condiciones. Y además de esto, desde el primer período del pensamiento budista, los dharmas son concebidos como impermanentes (anitya). Pero, en el budismo hinayana algunas sectas agregaron a los dharmas el atributo de la instantaneidad. Entre estas sectas están los sarvastivadins, los vatsiputriyas, los mahishasakas y los kashyapiyas y las sectas derivadas de éstas, de acuerdo con los datos aportados por Vasumitra.
Buddhaghosa informa que las sectas de los pubbaseliyas y la de los aparaseliyas, ambas derivadas de los mahasanghikas, afirmaban la instantaneidad de los dharmas. Vasubandhu, que expone el punto de vista abhidhármico de los sarvastivadins-vaibhash­i­kas, enfáticamente dice que "lo que es condicionado es momentáneo" (samskrita kshanikam); y el bhashya ad locum confirma esta idea. Yashomitra ad Abhidharmakosha II, 46 b, p. 262, línea 26, se refiere a los vaibhashikas con el término kshanikavadin, es decir "sostenedores de la instantaneidad". Por el contrario los theravadins, de acuerdo con el texto citado del Kathavatthu, no aceptaban la instantaneidad de los dharmas, y esto explica por qué ellos permanecieron adheridos a la concepción realista del mundo. Esta tesis de la instantaneidad de los dharmas prevalecerá en el budismo mahayana y dará lugar a su concepción idealista de la realidad, como veremos más adelante.
Los dharmas, tan pronto aparecen, desaparecen, y son reemplazados por otros dharmas de la misma especie mientras las causas que provocaron la aparición del dharma reemplazado continúen existiendo. Así la realidad es una acumulación de series de dharmas, en un proceso de reemplazo vertiginoso y constante.  El resultado es que, como dice D.N. Shastri: “la realidad, de acuerdo con los budistas, no es  estática; es dinámica. No es ser; es devenir".

La naturaleza dinámica de la realidad se manifiesta no sólo en los elementos, los dharmas, que constituyen su fundamento, sino también en la realidad misma, tomada como un todo, ya que ella está en un proceso sin comienzo de alternancia cíclica de creaciones y destrucciones. Esta  concepción 48 es formulada en el Anguttara Nikaya  donde se dice que en cada período cósmico (kappa / kalpa) existen cuatro períodos incalculables (asankheyyani): 1º, el período de samvatta, completa destrucción, disolución ("ciclo de in-volución"); 2º, el período durante el cual el estado alcanzado por la completa destrucción se mantiene (samvattatthayin); 3º, el período de vivatta (creación, "ciclo de e-volución"), y  4º, el período durante el cual el estado alcanzado por la creación se mantiene (vivattatthayin). Cada uno de estos períodos dura un incalculable número de años.

Esta teoría cosmológica es mencionada en numerosos textos como por ejemplo: Existe un tiempo, oh Vasettha, en que en un momento u otro, al fin de un largo período, este  universo es destruido ... Existe un tiempo, oh Vasettha, en que en un momento u otro, al fin de un largo período, este universo es creado”. Buddhaghosa afirma: “Recordando su anterior estado de existencia, el monje, que recuerda los ciclos cósmicos, recuerda en esos ciclos cósmicos numerosos ciclos de destrucción, numerosos ciclos de creación, numerosos ciclos de destrucción y creación”  . Por su parte, el Ta chih tu lun: “Yo veo en la región del este innumerables universos que nacen, que subsisten y que perecen. Su número es muy grande y desafía todo cálculo. Lo mismo ocurre en las diez regiones”.

Las Leyes que Regulan Nuestro Mundo

La realidad empírica tal como es concebida en el budismo, ilimitada en el espacio, sin comienzo en el tiempo, con su inmenso número de mundos, en constante proceso de cambio, no es un universo caótico. La realidad empírica está sometida a leyes, principios, normas, que regulan su existencia y su comportamiento, que determinan lo que necesariamente debe suceder y viceversa lo que necesariamente no puede suceder en determinadas circunstancias, es decir, cuando determinadas causas y condiciones ocurren o no ocurren.
Gracias a estas leyes el universo aparece como un sistema organizado, como un  cosmos. Podemos considerar que esta concepción budista de un universo regulado está enraizada en la antigua concepción védica de un orden cósmico (rita) que es (en el vedismo), o bien un producto de las normas impuestas por los dioses o un principio autónomo que se impone por sí mismo.

La Ley de la Causalidad y su Universalidad

Todo lo que existe está, para el Budismo, bajo el dominio de la ley de la causalidad                   (paticcasamuppada / pratityasamut­pa­da), condensada en la conocida fórmula: asmin sati, idam bhavati: “dado esto, ocurre aquello”. Nada ocurre en el dominio de la existencia debido al azar, casualmente. Todo es el producto de la conjunción de una multiplicidad de causas. Nada llega a la existencia, permanece en ella o sale de ella sin la intervención de una o muchas causas. Todo es dependiente, pratityasamutpanna. Esta concepción tuvo un desarrollo notable en los sutras de la Pra­jña­pa­ra­mi­ta o Perfección del Conocimiento, y alcanza su extrema expresión en la teoría madhyamika de la vaciedad (shunyata), ausencia de un ser propio (svabha­vashunyata).

Esta ley de la causalidad es la gran ley del universo. La universalidad de la ley de la causalidad se revela en el hecho de que ella constituye el fundamento de uno de los tilakkhana / trilakshana, es decir, las tres características universales de la realidad: todo es anattan / anatman, es decir insustancial, carente de un ser propio, carente de una existencia in se et per se. El principio: sabbe dhamma anatta o sabbam anatta o “todo es insustancial” se encuentra en muchos textos palis. Y todo es insustancial precisamente porque todo es dependiente, pratityasamutpanna, como lo señalan los siguientes textos:

Nagarjuna sostiene: “Lo que ha surgido de condiciones ha sido declarado por Ti como no-surgido; eso no ha nacido con un ser propio, por lo tanto ha sido proclamado “vacío” ”. “Lo que es el Surgimiento Condicionado, eso en verdad ha sido considerado por Ti “Vaciedad”  (es decir dependencia = insustancialidad)”. Y el mismo Nagarjuna dice: “Lo que surge dependiendo de esta o aquella [causa] ‑ eso no es producido como una cosa con ser propio”. Chandrakirti, en su Prasannapada, cita cuatro veces la siguiente estrofa: “Lo que es nacido de condiciones, eso es no nacido en realidad, no tiene un surgimiento con ser [variante: con ser propio]; lo que es dependiente de condiciones, eso es llamado “vacío”. El que conoce la vaciedad, no es negligente.” Prajñakaramati, Pañjika, cita esta estrofa (con las indicadas variantes y sin mencionar la fuente). Chandra­kirti señala que esta estrofa proviene del An­ava­tap­ta­hra­da­pa­samkra­ma­na­sutra.

Muchos textos del budismo mahayana explícitamente afirman que todo es dependiente de causas, es decir que todo es pratityasamupanna, como por ejemplo: Lalitavistara: “Los dharmas son dependientes de causa, vacíos de existencia [real]”. “Estos dharmas son surgidos en dependencia”. “El mundo surgido en dependencia es vacío”. “Todos estos dharmas han nacido dependiendo de una causa”. Saddharmapundarika señala que: “Todos estos seres han surgido en dependencia”. Nagarjuna, Madhyamakashastra: “No existe un solo dharma que no haya surgido en dependencia”. Aryadeva, Catushatak señala que : “Una existencia que no sea en dependencia no existe nunca para nada en ningún lugar”.

El mismo Chandrakirti cita, ibidem, un dicho del Bhagavant: “El [sabio] conoce que los dharmas son con causas, con condiciones; la naturaleza de los dharmas no es sin causas, sin condiciones”. La expresión de la misma idea se encuentra en una afirmación de Shantideva: “Debido a la causalidad no existe nada auto-dependiente”, que es comentada por Prajñakaramati ad locum: “Todo esto tiene una naturaleza que ha sido producida sólo por la causalidad. Nada existe surgido en forma auto-dependiente”, y en otro pasaje: “Así todo es dependiente de otro”.

Importancia de la ley de la causalidad

El paticcasamuppada / pratityasamutpada o ley de la causalidad ha sido siempre una teoría fundamental del budismo, desde su orígenes, a lo largo de toda su extensa historia de 2500 años, ya sea cuando designaba la cadena de los doce dharmas que explican la producción del sufrimiento o cuando ella llegó a designar la contingencia universal como la suprema ley de la realidad. La importancia que posee la ley de la causalidad es también indicativa de su universalidad. Esta importancia se manifiesta en muchos hechos.
El paticcasamuppada / pratityasamutpada, o ley de la causalidad, como la cadena de doce miembros, constituye un desarrollo de la Segunda y Tercera Nobles Verdades del Budismo, que explican cómo surge el sufrimiento y cómo puede ser suprimido. Y, como la contingencia universal, es la base  de la filosofía madhyamika (nihilista) y de la filosofía yogachara (idealista). Esta ley de la causalidad es considerado por Buda como su Dharma: “Esto ha sido dicho por el Bhagavant: El que ve el Surgimiento Condicionado ve la Doctrina (= Dharma), el que ve la Doctrina ve el Surgimiento Condicionado”. El Shalistamba Sutra en su comienzo afirma de una manera similar: “Oh Bhikshus, quien ve el Surgimiento Condicionado, ve el Dharma; quien ve el Dharma, ve a Buda”. De acuerdo con el Aryapratityasamutpada-namamahayanasutra, p. 71 infra: “Este Surgimiento Condicionado es el dharmakaya o Cuerpo de la Doctrina propio de los Tathagatas, el que ve el Surgimiento Condicionado, ve al Tathagata”.

El paticcasamuppada / pratityasamutpada, o ley de la causalidad es también considerado por Buda como el ariyo ñayo, el noble método (budista): “Y ¿cuál es el noble método (budista) que él [= el discípulo de Buda] ha visto bien y ha intuido bien? En este mundo, oh jefe de familia, el noble discípulo [de Buda] reflexiona bien y a fondo sobre el surgimiento condicionado: dado esto, se produce aquello; con el surgimiento de esto, aquello surge; no dado esto, aquello no se produce; con la cesación de esto, aquello cesa; así, condicionados por la ignorancia, los samskharas [surgen] ... éste es el noble método [budista] que él ha visto bien y ha intuido bien”.

Muchos textos expresan que el descubrimiento por Buda del paticcasamuppada / pratitya-samutpada tuvo lugar durante la guardia media, o durante la última guardia, de la noche en que Él alcanzó la bodhi (Iluminación). Esto indica la importancia que esta doctrina posee al haber sido descubierta en el momento más significativo de la vida de Buda. Buda mismo alaba al paticcasamuppada / pratitya­sa­mut­pa­da porque es profundo (gambhira) y parece profundo y señala que, por no comprender esta doctrina, por no penetrar en ella, la gente se encuentra en un estado confuso de la mente.

Y es un hecho muy conocido que la teoría del paticcasamuppa­da / pratityasamutpada, o ley de la causalidad, es mencionada, desarrollada, explicada, comentada en una forma breve o extensa en numerosos textos budistas. Existen incluso  suttas, sutras, shastras dedicados a esta teoría. Y muchas veces Buda es exaltado como el descubridor de esta teoría. Antiguos autores brahmánicos se han referido a esta teoría budista para discutirla y criticarla, y muchos estudiosos modernos se han ocupado de ella y han señalado su extrema importancia en la filosofía budista.

Interdependencia Universal

La más estricta causalidad que gobierna la realidad empírica en su integridad implica, como un corolario, la interdependencia de todo lo que existe, ya que cada cosa es producida como efecto por la conjunción de una multiplicidad de cosas que actúan como causas; y consecuentemente cada una de esas cosas que actúan como causa es a su vez producida como efecto por la conjunción de una multiplicidad de otras cosas que también actúan como causas, y así sucesivamente en un proceso hacia atrás que no tiene comienzo. La necesidad de una pluralidad de causas y/o condiciones para el surgimiento de algo es afirmada en muchos textos, como por ejemplo:

Vasubandhu, Abhidharmakosha: “El agregado-forma, el agregado-sensación, el agregado-percepción, el agregado-volición y el agregado conciencia son los dharmas samskrita [condicionados]. Ellos son condicionados porque son producidos por condiciones que se han reunido, es decir que están juntas, porque no existe nada producido por una [sola] condición”.

Buddhaghosa, Visuddhimagga, declara: “Aquí [alguien] dice: “Es la ignorancia sola la condición determinante de los sankharas, o existen otras condiciones? ¿Qué significa esto?  Si [es la ignorancia] sola, entonces la [falsa] teoría de una sola causa ocurre, si existen otras causas, entonces la enseñanza de una sola causa según ha sido expresada en [la conocida fórmula] “los sankhara están condicionados por la ignorancia” no tiene lugar. No, ésta no tiene [realmente] lugar. ¿Por qué? Porque: En el mundo a partir de uno ni uno ni muchos, y un solo efecto no es [producido] a partir de muchos... Porque en el mundo a partir de una única causa no es [producido] ningún único efecto ni muchos; por muchas causas un único [efecto] no es tampoco [producido]; por muchas causas muchos [efectos] son ciertamente [producidos].

Así a partir de muchas causas llamadas “clima, tierra, semilla, agua”, etc., se ven surgir muchos efectos como forma, olor, gusto etc., llamados “brote”.Un proceso similar tiene lugar con relación a los efectos. Cada una de las cosas que son producidas como efecto, actuando como causa, en conjunción con una multiplicidad de otras cosas, que también actúan como causas, produce otras cosas como efectos, y así en un proceso hacia adelante sin fin.

Podemos considerar que esta idea está a la base de la explicación dada en Milindapañho.79 Nagasena expresa que avijja, la ignorancia, es la raíz de los tres tiempos, que a partir de ella surgen los otros miembros del paticcasamuppada, y que por todo el tiempo no se conoce un “primer fin”, i.e. un comienzo. A pedido del rey, Nagasena da tres ilustraciones que implican que el paticcasamuppada gira incesantemente, como una rueda, que este movimiento no tiene ni comienzo ni fin, y que en este proceso dinámico los efectos se comportan como causas de otros efectos. La primera ilustración concierne al mecanismo de "la semilla-el brote-el fruto" [bija-ankura-phala]: de la semilla, el brote, del brote, el fruto, del fruto de nuevo la semilla [bija], y así sucesivamente. La segunda ilustración es la de "el huevo y la gallina" que se hacen surgir uno al otro.

La tercera ilustración pone de manifiesto la concepción circular del paticcasamuppada o ley de la causalidad. “El thera [monje] dibujó un círculo en la tierra y le dijo al rey Milinda: ¿Existe algún fin para este círculo? No, Señor, no existe”. Con referencia a esta última ilustración Nagasena introduce otros "círculos" mencionados por Buda. “Tales son, oh Gran rey, estos círculos mencionados por el Bhagavant: dependiendo del ojo y dependiendo de la forma-color surge la-conciencia-del-ojo [= la visión], la unión de los tres es el contacto, dependiendo del contacto surge la sensación, dependiendo de la sensación surge la sed [= el deseo], dependiendo de la sed surge el apego, dependiendo del apego surge el kamma [= karman], y del kamma el ojo de nuevo surge. ¿Existe algún fin para esta serie? No, Señor, no existe”. El mismo razonamiento es aplicado a los otros órganos de los sentidos, que incluyen a la mente (manas).

El Pratityasamutpadahridayakarika, erróneamente atribuido a Nagarjuna, afirma la naturaleza circular de la ley de la causalidad, su eterno movimiento giratorio (expresado por la metáfora de la rueda que nunca se detiene), y que los efectos se convierten en causas: De los tres [la ignorancia, avidya, el deseo, trishna, y el apego, upadana = los llamados klesha, impurezas] surgen los dos [los samskaras, impresiones subliminales, y el bhava, devenir o serie de existencia sucesivas, es decir, los llamados karma, acción y retribución moral de la acción], de los dos surgen los siete [la conciencia, vijñana, la individualidad, namarupa, los seis dominios correspondientes a los seis sentidos y sus respectivos objetos, shad-ayatana, el contacto de los sentidos con sus respectivos objetos, sparsha, la sensación, vedana, el nuevo nacimiento, jati, la vejez y la muerte, jara-marana, es decir los llamados dukkha, sufrimiento] y de los siete surgen de nuevo los tres: así gira [sin cesar] esta rueda de la existencia.

El Abhidharmakosha de Vasubandhu tiene: “De esta manera el nacimiento es causado por la impureza y por la acción; la impureza y la acción son causadas a su vez por el [nacimiento]; y de nuevo el nacimiento es [producido] por ellos [= la impureza y la acción] - así la rueda sin inicio de la existencia ha de ser conocida”.Y, finalmente, encontramos en Buddhaghosa, Visuddhimagga: “Con sus tres ciclos [ella] gira sin cesar - aquí los sankharas o impresiones subliminales y el bhava o existencia son el ciclo del kamma, es decir la acción; la avijja, ignorancia, la tanha, sed o deseo , y el upadana, apego, son el ciclo de los kilesa, es decir las impurezas; el viññana, conciencia, el namarupa, individualidad, los salayatana, seis dominios, el phassa, contacto, y la vedana, sensación, son el ciclo del vipaka, es decir el resultado - esta rueda de la existencia, que consiste en tres ciclos, porque tiene estos tres [mencionados] ciclos, que no se detiene debido a una causalidad que no se interrumpe, gira con un rodar incesante, mientras el ciclo de las impurezas [kilesa] no sea destruido - así debe ser conocido”.

El resultado de esta interdependencia de causas y efectos que compenetra a toda la realidad es una "red" que interrelaciona a todas las cosas existentes entre sí - momentáneas, evanescentes, interconectadas por relaciones de causalidad, actuando todas ellas al mismo tiempo como efecto y causa. La universal interdependencia es otra gran ley de la existencia. Y es sobre ella que el budismo construye una ética de la solidaridad entre todos los seres vivos, humanos, animales, plantas, la naturaleza no-consciente y las cosas.

Otras Leyes

La ley de la causalidad se manifiesta en otras leyes que regulan el orden físico, el orden moral, y el curso de la acción salvífica. Como ejemplo de ley referente al orden físico, los textos budistas mencionan la inevitable destrucción de todo lo que surge, que afecta al cuerpo humano y a toda clase de vida en la naturaleza, siendo el tiempo el factor que permite el funcionamiento de esta ley. Esta ley es expresada en la conocida formula: “Todo lo que surge está sujeto a destrucción”.

Un ejemplo de ley referente al orden moral es la ley del karman / kamma o retribución moral de las acciones. Toda acción, buena o mala, origina méritos o deméritos y exige necesariamente premio o castigo en esta vida o en otras existencias futuras. Todo el destino de los seres depende de su karman, es decir de la calidad moral de las acciones que han llevado a cabo en sus existencias anteriores.

El Majjhima Nikaya claramente expresa esta doctrina: “Ahora, querido Gotama, ¿cual es la causa, cuál es la razón de que se vea entre los seres la bajeza y la excelencia, cuando ellos nacen como humanos?  Porque, querido Gotama, se ven seres humanos de corta vida, se ven de larga vida, se ven con muchas enfermedades, se ven con pocas enfermedades, se ven de aspecto feo, se ven de aspecto hermoso, se ven de poco poder, se ven de gran poder, se ven de poca riqueza, se ven de gran riqueza, se ven de familia de clase baja, se ven de familia de clase alta, se ven de escasa inteligencia, se ven inteligentes... Oh joven, los seres son propietarios de su karman, son herederos de su karman; su karman es su matriz, su karman es su pariente, su karman es su protector.

El karman divide a los seres ‑ en términos de `bajeza' y `excelencia'”. Cf. Anguttara Nikaya II:  “el karman explica por qué algunas mujeres son hermosas, ricas, etc. y otras no; Ta chi tu lun  :“el karman es la causa por la cual algunas personas no ven a un Buda pero consiguen para comer y beber, mientras que otras ven a un Buda pero no consiguen comida ni bebida”.

En el Majjhima Nikaya Buda describe las cuatro clases de acciones que pueden ser llevadas a cabo por los hombres indicando las consecuencias de cada una de estas clases de acciones. Concluye cada una de sus cuatro exposiciones con las siguientes palabras, que condensan la importancia esencial de la doctrina del karman: “El renacer de un ser es a partir de lo que ha llegado a ser; de acuerdo con lo que hace, así renace ... Yo digo así: los seres son herederos de su karman”. El más grandioso ejemplo de la aplicación de la ley del karman es dado por el mismo Shakyamuni, el fundador del budismo, quien, después de un número infinito de reencarnaciones o renacimientos en los que Él acumuló méritos ilimitados, alcanzó la condición de Buda.

El destino de los seres, en todos sus aspectos, como se ve por los textos citados del Majjhima Nikaya III, depende de sus actos, de su karman. Pero la incidencia del karman de cualquier individuo no se limita a él solo; junto con el karman de otros individuos, el karman posee una fuerza colectiva que determina el destino del universo: su destrucción y su nueva creación, los rasgos especiales que ha de poseer en su nuevo estado de existencia, los acontecimientos que ocurrirán en él, etc.

Esta doctrina es mencionada muchas veces por Vasubandhu, Abhidharmakosha, Libro III, al describir el bhajanaloka, es decir el mundo en que los seres han de existir: “Ellos sostienen que la disposición del universo que consiste en tres mil grandes millares de sistemas de mundos es de este modo: abajo está el círculo de viento ubicado en el espacio, llegado a la existencia por el poder soberano del karman de todos los seres;” “Por el [poder de los] karmans de los seres las nubes, reuniéndose, vierten su agua mediante gotas de la medida de un aksha”; “¿Por qué estas aguas [las que forman el círculo de las aguas] no fluyen vertiéndose hacia los costados? [Ellas no lo hacen] debido al poder del karman de los seres;” “Y entonces estas aguas agitadas por los vientos producidos por la fuerza del karman de los seres se convierten en oro en la parte superior”; “Y entonces el oro y las demás cosas, producidas de esta manera, son reunidos y acumulados por los vientos, puestos en movimiento por la fuerza del karman, y ellos se convierten en las montañas y en los continentes”;

“¿Cómo entonces ellos [los narakapalas, o guardianes de los infiernos] se mueven? [Ellos se mueven] por la fuerza de los karmans de los seres, como los vientos de la creación” , “¿En qué están establecidos la luna y el sol? En el viento. Los vientos producidos por el poder soberano del karman colectivo giran alrededor del  Sumeru como un remolino” ; “Por debajo y por afuera de la mansión del sol se produce un círculo de cristal, quemando e iluminando, por debajo de la mansión de la luna uno de agua, frío y brillante. Por [la fuerza de] los karmans de los seres ellos [: ambos círculos] están, de acuerdo con las circunstancias, para conferir beneficios al ojo, al cuerpo, a los frutos, a las flores, a los granos, a las hierbas y para dañar[los]” ;

“Debido al crimen intensamente practicado [por los hombres] las cosas externas [de acuerdo con el comentario: las plantas y la tierra, etc.] se tornan de poca vitalidad. Debido el robo, están sometidas a [lluvias de] piedras y polvo; debido a la mala conducta sexual ellas están cubiertas de polvo; debido a la mentira ellas tienen mal olor; debido a la calumnia ellas suben y bajan; debido a las palabras rudas, ellas están impregnadas de sal y son áridas, son tierras pobres, malas; cuando existe la charla vana, el cambio de estaciones es irregular; debido a la codicia [las tierras] producen frutos secos; debido a la malicia ellas producen frutos ácidos; debido a los puntos de vista erróneos ellas producen pocos frutos o no producen ningún fruto. Este es el efecto del poder soberano de estas malas acciones (karman)”

“Entonces, una vez que el bhajanaloka está vacío debido a la extinción del karman de los seres que en él moran ‑ [el karman] que [previamente había] producido ese [bhajanaloka], siete soles, que van apareciendo gradualmente, queman todo hasta la tierra y el Monte Sumeru” ; “Así el mundo, que ha desaparecido de esta manera, durante un largo tiempo permanece siendo sólo espacio hasta que nuevamente, por el poder soberano del karman de los seres, vientos suaves se difunden por el espacio, como signos previos de los mundos [bhajanalokas] [que van a aparecer en el futuro]”.

Del mismo modo el Li shih a p'i t'an lun (Lokaprajñaptyabhidharmashastra), un texto que pertenece a la literatura de la secta hinayanista sarvastivada,102 sostiene que, cuando el universo es nuevamente creado, es por la fuerza del karman acumulado de todos los seres que el Dios Brahma y su vimana [residencia, es decir el nuevo mundo que es su creación] aparecen como la maduración (vipaka) del fruto de aquel karman. También sostiene que el karman producido en previos nacimientos es solamente la causa soberana (adhipati) [de tales hechos: la aparición de un Brahma creador y de su creación]. Los textos citados del Abhidharmakosha se refieren a la creación, existencia y destrucción reales del universo por la fuerza del karman, y el texto del Lokaprajñaptyabhidharma­shastra adopta una posición similar en relación con la creación de Brahma y su vimana (= mansión, es decir el mundo), debido a la concepción filosófica realista del Hinayana, al cual estos textos pertenecen.

Los textos que siguen pertenecen a un contexto muy diferente: el budismo mahayana, y especialmente el sistema de filosofía idealista yogachara. A pesar de que ellos consideran que el mundo es solamente una creación mental, sin embargo ellos aún afirman que la creación, existencia y destrucción de esa creación mental se deben al karman. Además, la idea de que el karman es la causa del universo les da la posibilidad de explicar por qué todos los seres crean en sus mentes, todos ellos, la idea, la representación, la creación mental de uno y el mismo universo, evitando de esta manera la posición extrema del solipsismo. Todos los seres crean mentalmente uno y el mismo universo, porque su karman ha tenido la misma "maduración" (tulyakarmavipaka) o porque existen semillas "comunes" que producen el mismo "fruto".

Hiuan-tsang, Ch'eng wei shih lun (Vijñapti­ma­tra­ta­siddhi­shas­tra), sostiene: “El vipakavijñana ("conciencia maduración"), debido a la "maduración" de "semillas" (bijas) comunes, se transforma adoptando la apariencia del bhajanaloka constituido por materia etc., es decir por los grandes elementos exteriores (mahabhuta) y la materia formada por ellos (bhautika); [y,] a pesar de que él en todos los seres vivos, una vez transformado, es [en cada uno de ellos] separado, diferente, sin embargo el aspecto externo es idéntico [para todos los seres]: el bhajanaloka no es diferente [para cada uno de ellos], como la luz de las lámparas es [cada una] separada, [pero] la de todas parece ser una. ¿Qué vipakavijñana o conciencia-maduración se transforma para aparecer como el aspecto externo [de un bhajanaloka]? La respuesta es: todas las conciencias-maduración (vipakavijñanas).

¿Por qué razón? El sutra dice: "porque el mundo ha surgido, gracias a la fuerza soberana del karman de todos los seres vivos, como común [a todos ellos”]”. Por su parte, Vasubandhu en su Vimshatika explica el hecho de que todos los seres infernales vean el mismo mundo infernal  "porque la condición de la maduración de su karman es idéntica", y en el mismo texto105 dice: "debido a la idéntica maduración de su karman"

Muchas leyes regulan el curso de la acción salvífica. Mencionemos entre éstas la ley constituida por las Cuatro Nobles Verdades, de acuerdo con la cual la condición humana está necesariamente sometida al sufrimiento, el sufrimiento tiene como causa al apego, y el sufrimiento puede ser suprimido mediante la destrucción de su causa a través de un método especial: el Noble Óctuple Camino, que el Budismo ofrece. Si uno sigue el Noble Camino alcanza la liberación del sufrimiento, el Nirvana. De los numerosos textos que se refieren a las Nobles Verdades y al Noble Camino mencionemos solamente al Mahavagga106, al Samyutta Nikaya107 y al Digha Nikaya.

Características de Estas Leyes

Estas leyes no han sido impuestas por un creador, ya que el budismo no acepta la existencia de un Dios, creador y  gobernante del Universo.109 Es el ateísmo budista que se inserta en la tradición atea de la India. Esta tradición es muy fuerte y es compartida por una serie de sistemas filosóficos y religiosos no-budistas, plenamente aceptados por la ortodoxia hindú, como la mimamsa, el samkhya y la más antigua forma del yoga. Estas leyes no han sido tampoco creadas por Buda. Ellas no han sido reveladas a Él por ningún poder superior ni incluso por ningún maestro humano.

Ellas no son una construcción de Su mente, Él no las ha inventado. Estas leyes, como la realidad empírica que ellas regulan, existen desde una eternidad sin comienzo, válidas por si mismas, siempre las mismas, inalterables, necesarias, actuando con una fuerza ineludible y no siendo posible para nada ni para nadie escapar del rigor de su dominio.

Estas ideas son expresadas en los siguientes textos: Samyuktagama: “¿El Surgimiento Condicionado ha sido hecho por el Bhagavant o por otros? Oh bhikshu, el Surgimiento Condicionado no ha sido hecho por mí [Buda] ni por otros. Aparezcan o no Tathagatas la esencia de las cosas (dharmas) [= el pratityasamutpada o ley de la causalidad] es estable, es el fundamento para la estabilidad de las cosas. El Tathagata habiendo conocido y comprendido esto [= el Surgimiento Condicionado] perfectamente y por sí mismo, lo declara, lo da a conocer, lo establece, lo analiza, lo revela, lo proclama, lo enseña, lo manifiesta: dado esto, ocurre aquello; del surgimiento de esto, aquello surge, a saber: los samskaras o impresiones subliminales existen teniendo como condición determinante a la ignorancia y así hasta [tal] es el origen y la destrucción [del sufrimiento]”. La traducción china del Mahaprajñaparamitashastra,111 después de citar al Bhikshusutra, señala que la "ley del surgir y perecer, existan o no Budas, es eterna".

El Shalistambasutra enumera las características de estas leyes en relación con el pratityasamutpada o Surgimiento Condicionado: “El que ve el Surgimiento Condicionado como eterno, [sin vida], carente de vida, verdaderamente sin alteración, no nacido, no devenido, no hecho, no compuesto, carente de obstáculos, carente de fundamento, calmo, sin temor, ineliminable, imperecedero, cuya naturaleza es la no-cesación, él ve el Dharma; y el que ve el Dharma de la misma manera, como eterno, [sin vida,] carente de vida y así sucesivamente, como antes, hasta: cuya naturaleza es no-cesación, él ve al Buda cuyo cuerpo está constituido por insuperables dharmas”.
En el Samyutta Nikaya, después de exponer la teoría del paticcasamuppada, Buda declara: “Aparezcan o no aparezcan Tathagatas, estable es este principio [= el paticcasamuppada] - la estabilidad de los dharmas, la necesidad de los dharmas, la causalidad. El Tathagata lo conoce perfectamente y lo comprende [al Surgimiento Condicionado]; habiéndolo conocido perfectamente y habiéndolo comprendido, el lo declara, lo enseña, lo da a conocer, lo establece, lo revela, lo analiza, lo proclama”.

Los textos ya citados se refieren al pratityasamutpada o Surgimiento Condicionado o ley de la causalidad, cuyas características ellos describen. Pero puede pensarse que estas características deben ser también atribuidas a otras leyes. No hay razón para que no lo sean. Y además de esto existe un texto del Anguttara Nikaya que aplica la fórmula que se encuentra en el Samyutta Nikaya recién citado, a otras leyes de la realidad - la de la impermanencia (anicca) y la de la naturaleza dolorosa (dukkha) de todas las cosas condicionadas y compuestas y la de la carencia de ser propio de todos los dharmas: “Aparezcan o no aparezcan Tathagatas, estable es este principio, la estabilidad de la ley, la necesidad de la ley: todos los agregados son impermanentes, etc.”. Lo mismo se dice de “todas las cosas condicionadas son dolorosas” y de “todas las cosas condicionadas son insustanciales”.

Buda como Descubridor y Expositor de Esas Leyes

Por los textos arriba citados es evidente que Buda no ha creado estas leyes; no las ha inventado; ellas no son una  construcción de su mente. Más aún ellas no le han sido reveladas por ningún otro ser. En algunos textos Él orgullosamente afirma que Él no ha tenido maestro: na me acariyo atthi.118 Estas leyes están ahí, siempre han estado ahí, y Buda, tras un esfuerzo intelectual intenso y doloroso, en el momento memorable de su Iluminación, descubre la existencia de ellas, su naturaleza y su funcionamiento.

Y él tiene plena conciencia de su carácter de mero descubridor de una realidad que lo trasciende y a la que él ha abierto su mente y su receptividad para permitirle penetrar en él. Y será la exposición de estas leyes lo que constituye su enseñanza, su Dharma. Su Enseñanza, su Dharma, es así únicamente la exposición, manifestación, explicación, elucidación, revelación y transmisión por él de estas leyes. Podemos decir que en el comienzo de la doctrina budista hubo un acto intelectual de conocimiento, penosamente conquistado. Desde el primer momento la importancia del conocimiento y del esfuerzo humano han constituido características esenciales del budismo.

Concepción Realista de las Primeras Etapas

En sus primeras épocas, grosso modo desde el siglo VI antes de Cristo hasta los inicios de nuestra era, el budismo sostiene una posición netamente realista. El mundo es real, existe independientemente del hombre que lo capta con sus sentidos y lo piensa con su mente.
Pero en el mundo en su integridad, sometido a la ley de la causalidad, en que todo es efecto, producto de la conjunción de una multiplicidad de causas y condiciones determinantes, no existe nada sustancial, nada que exista in se et per se o nada que exista svabhavena, es decir, que tenga un ser propio que a sí mismo le pertenezca y que de sí mismo dependa. Corolarios de la concepción insustancialista fundamental en el budismo son, por un lado, la inexistencia de Dios -ya mencionada- y la inexistencia del alma en el hombre.

Transformación de la Antigua Concepción del Mundo

Pero a comienzos de nuestra era, y por evolución de las antiguas concepciones, se comienza a poner en duda la existencia del mundo exterior y la capacidad de nuestros sentidos y de nuestra razón para captar su naturaleza. Se constituyen entonces dos grandes escuelas filosóficas: la escuela madhyamika y la escuela yogachara, que marcarán en lo sucesivo nuevos rumbos a las principales manifestaciones del pensamiento budista.

La Escuela Madhyamika

La escuela madhyamika, fundada por el gran filósofo budista Nagarjuna, lleva a su máximo desarrollo la concepción de la causalidad y de la insustancialidad que en ella se funda, heredadas del pasado, y elabora su teoría central de la vaciedad. La experiencia cotidiana nos revela una realidad formada por seres y cosas que se presentan ante nosotros como existentes en sí y por sí, como compactos, continuos y unitarios.
La escuela madhyamika estudia la realidad que percibimos y con su estudio llega a una conclusión, respecto de esa realidad, muy diferente de la de la experiencia normal. La realidad perceptible está constituida sólo por seres y cosas absolutamente contingentes.

En ella todo es condicionado, relativo, dependiente. Además todo está constituido por partes. No existen unidades totalitarias; sólo existen conjuntos, conglomerados de elementos, de partes, de factores constitutivos. La cuerda que percibimos no existe en sí y por sí como cuerda, es sólo un conjunto de hilos, y éstos a su vez no existen en sí, son sólo un conjunto de filamentos, y así sucesivamente, y este proceso analítico-abolitivo no se detiene en algo sustancial, provisto de un ser, de una existencia que le sea propia.

La condicionalidad, la relatividad, la dependencia, el ser algo compuesto, la contingencia, la ausencia de ser propio, o, en una palabra, la vaciedad (término que usa la escuela en especial) constituye la verdadera naturaleza, el verdadero modo de ser de la realidad empírica, y la forma bajo la cual ésta aparece ante nosotros es sólo una irrealidad, una ilusión.

La Escuela Idealista

Si la escuela madhyamika del gran Nagarjuna pone especial énfasis en afirmar la vaciedad, la contingencia universal, la absoluta relatividad de todo, la escuela yogachara afirma con igual fuerza la sola existencia de la mente, de la conciencia; para esta escuela lo único que existe son ideas, representaciones, creaciones mentales, a las cuales nada real les corresponde externamente. Recordemos que para el budismo, desde sus inicios, la mente o la conciencia es sólo una serie de estados de conciencia, de actos de conocimiento.

Estos actos cognoscitivos constituyen la mente; no existe una entidad fuera y distinta de ellos, permanente y autónoma que "tenga" esos actos de conciencia, que sea la que los "experimenta" como su inalterable testigo o veedor. La escuela idealista mantiene esa tesis, pero agrega (contrariamente a lo que pensaba el budismo en sus inicios) que a esa sucesión de representaciones, que constituye la mente, no le corresponde ningún correlato real.

La realidad empírica en que existimos tiene así el mismo status ontológico que el sueño o las ilusiones creadas por la magia. Nada distingue a la visión de la realidad en que nos movemos de las visiones oníricas o de la fantasmagoría creada por el mago o de las alucinaciones a que da lugar la sugestión. El realismo ingenuo con que se manejaba el budismo en sus primeras épocas (el llamado budismo primitivo) o en la época del hinayana, ha cedido el lugar a un idealismo llevado a sus últimas consecuencias, en que los seres y los objetos se esfuman como entidades reales, subsistiendo exclusivamente entidades de naturaleza mental. Si para la escuela de Nagarjuna la realidad empírica se convierte en el Gran Vacío, para la escuela yogachara la realidad es sólo una Gran Ilusión, creada por la mente sumida en el error.

Conclusión

El Universo prodigioso imaginado por los antiguos pensadores budistas, infinito en el tiempo, ilimitado en el espacio, poblado por un inconcebible número de sistemas de mundos, con sus incalculables millones de millones de seres y con sus incalculables millones de millones de Budas guiando a los seres infinitos hacia su Liberación, en permanente transformación, regido por leyes de universal vigencia, se ha convertido en un producto de la mente humana, en un sueño de aquella sombra que es el hombre, que dependiendo sólo de su propio esfuerzo y contando sólo con la ayuda de la Enseñanza del Maestro, busca el camino que lo ha de conducir hacia la Iluminación, el grado máximo de la inteligencia, del conocimiento, de la conciencia, permitiéndole ingresar en aquella sede de paz y de silencio, la beatitud de la extinción, el Nirvana.

Escrito por:         Fernando Tola y Carmen Dragonetti