sábado, 25 de agosto de 2012

SOBRE EL LOGRO DE LA BUDEIDAD

ISSHO JOBUTSU SHO
(Shinpen, p. 45, Gosho Zenshu, pág. 383)

Si desea liberarse de los sufrim¡entos de nacer y morir que ha soportado a través de la eternidad y lograr la Suprema Iluminación en esta existencia, deberá despertar a la verdad mística que siempre ha estado dentro de su vida. Esta verdad es Myoho-Renge-Kyo. Entonar Myoho-Rengue-Kyo por lo tanto, le permitirá percibir la verdad mística que existe dentro de sí. Myoho-Renge-Kyo es el rey de los Sutras, impecable tanto en palabras como en principios. Sus palabras son la realidad de la vida, y la realidad de la vida es la Ley Mística (myoho). Se le llama Ley Mística porque explica la relación mutua que incluye la vida y todos los fenómenos. Es por esto por lo que este Sutra es la sabiduría de todos los Budas.
 
La vida a cada momento abarca tanto el cuerpo como el espíritu, tanto el ser como el ambiente de todos los seres sensibles en cada condición de vida (1), al igual que los seres insensibles - plantas, cielo y tierra, hasta descender a la más minúscula partícula de polvo. La vida a cada momento impregna el universo y se revela en todos los fenómenos. Aquél que despierte en sí mismo a esta verdad incorpora esta relación. No obstante, aún cuando entone y crea en Myoho-Renge-Kyo, sí cree que la Ley se encuentra fuera de usted mismo, no está abrazando la Ley Mística, sino alguna enseñanza inferior.
 
Las "enseñanzas inferiores" significan todas aquellas con excepción de este sutra, que son provisionales y transitorias. Ninguna enseñanza provisional conduce directamente a la iluminación, y sin este sendero directo hacía la iluminación, no se puede lograr la Budeidad, aún si practica existencia tras existencia, por incontables eones. Lograr la Budeidad en esta existencia es, entonces, imposible. Por lo tanto, cuando entone la Ley Mística y recite el Sutra del Loto, debe hacer emerger la profunda convicción de que Myoho Renge-Kyo es su vida misma.
 
Nunca deberá buscar ninguna de las enseñanzas de Shakyamuni o de los Budas y bodhisattvas del universo fuera de sí mismo. Su dominio de las enseñanzas budistas no le relevará de los sufrimientos mortales en lo más mínimo a menos que perciba la naturaleza de su propia vida. Si busca la iluminación fuera de usted mismo, cualquier disciplina o buena obra no tendrá ningún sentido. Por ejemplo, un hombre pobre no puede ganar ni un centavo, tan sólo por contar la riqueza de su vecino, aún silo hiciera día y noche.
 
Es por esto por lo que Miao-lo afirma "A menos que uno perciba la naturaleza de su vida, no puede erradicar su ka rma malvado". (2) Con esto, él quiere decir que a menos que uno perciba la naturaleza de su vida, su práctica se convertirá en una austeridad interminable y dolorosa. Por lo tanto, Miao-lo condena a aquellos estudiantes del Budismo, como no-Budistas. El se refiere al pasaje en el Maka Sh¡kan que dice: "A pesar de que estudian el Budismo, sus puntos de vista revierten a los no-Budistas".
 
Ya sea que entone el nombre del Buda (3), recite el Sutra o sólo haga ofrendas de flores e incienso, todos sus actos virtuosos implantarán beneficios y buena fortuna en su vida. Con esta convicción debe poner en práctica su fe. Por ejemplo, el Sutra Jomyo dice que la iluminación del Buda se encuentra en la vida humana, mostrando así que los mortales comunes pueden lograr la Budeidad y que los sufrimientos de nacer y morir pueden transformarse en nirvana. Establece además que si las mentes de las personas son impuras, sus tierras también serán impuras, pero si sus mentes son puras de igual forma lo serán sus tierras. No son en sí dos tierras, pura e impura. La diferencia estriba solamente en la bondad o maldad de nuestras mentes.
 
Igual sucede con un Buda y un mortal común. Mientras uno está engañado, se le conoce como un mortal común, pero una vez que se ilumine se le denomina un Buda. Aún un espejo manchado brillará como una joya si se le pule. Una mente que actualmente está nublada por ilusiones originadas por la oscuridad innata de la vida, es similar a un espejo empañado, pero una vez que se pule, se tornará claro y reflejará la iluminación de la verdad inmutable. Haga surgir una fe profunda y pula su espejo noche y día. ¿Cómo debe pulírlo? Solamente entonando Nam-Myoho-Renge-Kyo.
 
Entonces, ¿qué significa myo? Esto es simplemente la naturaleza misteriosa de nuestras vidas de momento a momento, que la mente no puede comprender ni las palabras expresar. Cuando observamos nuestra propia mente en cualquier momento, usted no percibe ni el color ni la forma para verificar que ésta existe.
 
No obstante, todavía no puede decir que sí existe, ya que muchos diferentes pensamientos se le ocurren continuamente. Ciertamente, la vida es una realidad fugaz que trasciende tanto los mundos como los conceptos de existencia y no-existencia. No es ni existencia ni no-existencia, más sin embargo, exhibe las cualidades de ambas. Es la entidad mística del Camino del Medio que es la realidad de todas las cosas. Myo es el nombre otorgado a la naturaleza mística de la vida y ho a sus manifestaciones.
 
Renge, la flor de loto, simboliza la maravilla de esta Ley. Una vez que comprenda que su propia vida es la Ley Mística, podrá entender que también lo son la vida de los demás. Esta percepción es el místico kyo, o sutra. Es el rey de los sutras, el camino directo hacía la iluminación, ya que explica que la entidad de nuestras mentes, de la cual surge tanto lo bueno como lo malo, es, en realidad, la entidad de la Ley Mística. Si usted tiene una fe profunda en esta verdad y entona Myoho-Renge-Kyo, con seguridad logrará la Budeidad en esta existencia.
 
Es por eso por lo que el sutra afirma, "Después de mi muerte, ustedes deben abrazar este sutra. Aquellos que lo hagan viajarán por el sendero directo a la Budeidad". (4) Nunca dude en lo más mínimo, más bien mantenga su fe y logre la iluminación en esta existencia. Nam-Myoho-Renge-Kyo, Nam-Myoho-Renge-Kyo.

Respetuosamente,

Níchíren

Citas:

1. En cada condición de vida: En cualquiera de los Diez Mundos, Ichinen sanzen.
2. Maka Shikan Bugyoden Guketsu, vol. 4
3. El nombre del Buda: Como se utiliza aquí indica Nam-Myoho-Renge-kyo.
4 Sutra del Loto, cap. 21

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