miércoles, 22 de agosto de 2012

EL BUEN REMEDIO PARA TODOS LOS MALES

He recibido la cesta de caquis curados y la cesta de berenjenas que usted me envió. Con respecto a la enfermedad de su esposo, tiempo atrás hubo en la China dos médicos llamados Huang Ti y Pien Ch'üeh, y hubo en la india dos facultativos llamados Contenedor de agua y <Jivaka.
 
Atesorados en su época, ademas fueron respetados por médicos en épocas posteriores. Pero hubo un medico prodigioso que los supero con holgura: el hombre conocido como Buda.

Este Buda expuso la medicina de la inmortalidad: los cinco ideogramas de Myojo-Renge-Kyo que tenemos hoy. Más aún, enseño específicamente que estos cinco caracteres proveían <un buen remedio para la gente de Jambudvipa>.

El sacerdote laico es un habitante de Japón, país situado en Jambudvipa, y, por añadidura, padece un trastorno de salud. El pasaje de Sutra sobre el buen remedio para todos los males es claro. Además, El sutra del Loto es el mejor medicamento. Cuando un gobernante perverso llamado Virudhaka asesino a mas de quinientas mujeres pertenecientes al clan del Buda, este envió a Ananda a buscar al Pico del Águila flores de loto azules, con las cuales luego frotó el cuerpo de las mujeres. Estas retornaron a la vida y, siete días después, renacieron en el cielo de las treinta y tres deidades. puesto que el loto es una flor conocida por sus excelentes virtudes, el Buda la comparo con la Ley mística.
 
Del mismo modo, la muerte de una persona no está necesariamente determinada por la enfermedad. En esta época, los pobladores de Iki y de Tsushima-que estaban sanos- fueron asesinados en un instante por los mongoles. No es cierto que uno deba morir por causa de estar enfermo. Y ya que el Sutra Vimalakirti y el Sutra del nirvana enseñan que las personas enfermas lograran sin falta la budeidad, ¿no podría ser la dolencia de su esposo un designio del Buda? Las enfermedades hacen surgir en nosotros la determinación de entrar en el Camino.
 
De todas las afecciones existentes, el Buda expreso preocupación por las peores: las cinco faltas capitales, la incredulidad incorregible y los actos que denigran la Ley. Sin una sola excepción, las las personas del Japón actual se ven afectadas por la enfermedad mas temible de todas, la de las graves acciones contra la Ley. Me refiero a los seguidores de enseñanzas incorrectas. Tan grave es su mal que ellos no reconocen en sí mismos, y tampoco los demás son conscientes de ella. Y por ende su enfermedad empeora, en cualquier momento atacarán guerreros mongoles procedentes de cuatro mares, y el regente, sus ministros y la población se hundirán en el océano. Es muy doloroso tener que ver esto con los propios ojos.
 
En esta existencia, el sacerdote laico no parece haber tenido una fe muy firme en el Sutra del Loto. Pero debido a las funciones del karma pasado, hoy se ve expuesto a esta larga enfermedad y, ahora, busca el camino noche y día sin cesar. Probablemente ya haya expiado cualquier falta menor que pueda haber cometido en esta vida; pero, además, también se extinguirán, cualquier acto contra la Ley, puesto que ha adoptado la fe en el Sutra del Loto.
 
Si en este preciso instante, tuviera que dirigirse al Pico del Águila, se sentiría tan feliz como si hubiese salido el sol y pudiera ver en las diez direcciones. Y lleno de gozo, se preguntara como una muerte prematura podría ser algo tan placentero. Por mucho que suceda entre el trayecto de esta vida y la próxima, él debe proclamarse discípulo de Nichiren. Aunque el Japón es un país diminuto, vasta con que alguien diga que es vasallo el señor feudal de Sagami para que las personas le teman en forma inexplicable.
 
Seré el sacerdote más insensato del Japón, pero en lo que respecta a creer en el Sutra del Loto, soy el supremo venerable de Jambudvipa. Mi nombre resuena a lo largo y a lo ancho en las tierras puras de las diez direcciones, y no hay duda de que el cielo y la tierra lo conocen. Si su esposo declara ser discípulo de Nichiren, no creo que ninguna función demoníaca se atreva a sostener que desconoce mi nombre.
 
No tengo palabras para expresarle mi agradecimiento por sus frecuentes ofrendas sinceras.
 
Con mi profundo respeto.
 
Los monos dependen de los árboles; los peces, del agua, y las mujeres, de los hombres. Reacia a separarse de su esposo, usted se ha rasurado la cabeza y se ha teñido de negro las mangas. Piense: <¿Cómo es posible que los Budas de las diez direcciones no se apiaden de mí?> y <¿Cómo podría el Sutra del Loto abandonarme?>, y ¡ confié en ellos, confié en ellos
 
Nichiren
 
En el decimo sexto dia del octavo mes.
Respuesta ala monja laica Myoshin.
 
ANTECEDENTES
 
Esta carta fie escrita en Minobu a la monja laica Myoshin. Se conocen pocos detalles de Myoshin; para algunos fue la esposa del sacerdote laico Takahashi Rokuro Hyoe. Si esto es correcto fue esposa de Nikko Shonin. Pero, de todas formas, se sabe que vivió en el distrito de Fuji, provincia de Suruga, y que fue seguidora de nichiren.
 
Esta es una carta en respuesta al informe sobre la enfermedad de su esposo. explica que la enfermedad muchas veces es estimulo de la búsqueda espiritual, necesidad que antes su esposo no tenía. expresa que el despertar de su fe expiara todas las faltas y que si muriera, experimentaria sin falta la alegría ilimitada de la Ley, que trasciende la vida y la muerte.
 
Posteriormente el hombre falleció a causa de la enfermedad que padecía, y Myoshin quedo a cargo de su pequeño hijo. mantuvo la fe después de enviudar y visito con frecuencia a Nichiren para llevarle ofrenda, cuando este se encontraba en Minobu.

Extraído de "los principales escritos de Nichiren Daishonin"- pág. 981. de la traducción de s.g.i.a.r

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