Gosho Zenshu, pág. 1110
The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 3, pág. 39
(Trad. E.C.)
He recibido la noticia de que su beba ya ha nacido. ¡Felicitaciones! Es especialmente significativo que hoy sea el octavo día del mes. ¡No solamente ha dado a luz a su hija sino que además en tan auspicioso día! El cumplimiento de su deseo está ahora completado, tal como la marea cuando llega a su punto máximo de la pleamar o el florecer de las flores en la pradera. Por lo tanto, no me demoré ni un instante en otorgarle a ella un nombre: por favor llámela Tsukimaro.
El Gran Bodhisattva Hachiman, la deidad soberana de este país, nació el octavo día del cuarto mes. El Buda Shakyamuni, señor de este mundo saha, también nació el octavo día del cuarto mes. Su niña nació en el octavo mes, aunque en un mes diferente. Ella muy bien podría ser la reencarnación de Shakyamuni o de Hachiman. Yo, Nichiren, siendo como soy un hombre corriente, no tengo manera de afirmarlo con total certeza, pero estoy convencido de que este auspicioso nacimiento es atribuible al agente místico1 que le hice llegar. ¡Cuan felices ustedes deben sentirse! A manera de celebración, usted me ha enviado amablemente pasteles de arroz, sake y una cuerda de monedas2. Además le he informado de esto al Gohonzon y a las Diez Deidades.
Cuando el Buda nació, ocurrieron treinta y dos fenómenos auspiciosos3, tal como lo registra un libro llamado Shûsho no Iki.4 El Buda Shakyamuni, apenas hubo nacido, dio siete pasos, abrió su boca y pronunció estas palabras, expresadas en dieciséis caracteres chinos: "A lo largo y ancho del cielo y la tierra, tan sólo yo soy digno de respeto. El mundo triple es un lugar de sufrimiento del cual yo salvaré a todas las personas."
The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 3, pág. 39
(Trad. E.C.)
He recibido la noticia de que su beba ya ha nacido. ¡Felicitaciones! Es especialmente significativo que hoy sea el octavo día del mes. ¡No solamente ha dado a luz a su hija sino que además en tan auspicioso día! El cumplimiento de su deseo está ahora completado, tal como la marea cuando llega a su punto máximo de la pleamar o el florecer de las flores en la pradera. Por lo tanto, no me demoré ni un instante en otorgarle a ella un nombre: por favor llámela Tsukimaro.
El Gran Bodhisattva Hachiman, la deidad soberana de este país, nació el octavo día del cuarto mes. El Buda Shakyamuni, señor de este mundo saha, también nació el octavo día del cuarto mes. Su niña nació en el octavo mes, aunque en un mes diferente. Ella muy bien podría ser la reencarnación de Shakyamuni o de Hachiman. Yo, Nichiren, siendo como soy un hombre corriente, no tengo manera de afirmarlo con total certeza, pero estoy convencido de que este auspicioso nacimiento es atribuible al agente místico1 que le hice llegar. ¡Cuan felices ustedes deben sentirse! A manera de celebración, usted me ha enviado amablemente pasteles de arroz, sake y una cuerda de monedas2. Además le he informado de esto al Gohonzon y a las Diez Deidades.
Cuando el Buda nació, ocurrieron treinta y dos fenómenos auspiciosos3, tal como lo registra un libro llamado Shûsho no Iki.4 El Buda Shakyamuni, apenas hubo nacido, dio siete pasos, abrió su boca y pronunció estas palabras, expresadas en dieciséis caracteres chinos: "A lo largo y ancho del cielo y la tierra, tan sólo yo soy digno de respeto. El mundo triple es un lugar de sufrimiento del cual yo salvaré a todas las personas."
Tsukimaro debe
haber invocado Nam-myoho-renge-kyo con su primer llanto de recién nacida. El
Sutra del Loto habla de "la verdadera entidad de todo fenómeno."5 T´ien T´ai
dice: "La voz lleva a cabo la tarea del Buda."6 El sordo no puede oír el trueno,
y el ciego no puede ver la luz del sol y de la luna. Pero yo, Nichiren, estoy
totalmente seguro de que las Diez Deidades deben estar juntas, codo a codo,
dándole a la beba su primer baño y velando por su crecimiento.
Permítame felicitarla de todo corazón. Puedo imaginar su dicha. He informado respetuosamente acerca de esto a las Diez Deidades y a la Diosa del Sol. Me siento demasiado exultante como para seguir escribiendo: continuaré haciéndolo más tarde.
Permítame felicitarla de todo corazón. Puedo imaginar su dicha. He informado respetuosamente acerca de esto a las Diez Deidades y a la Diosa del Sol. Me siento demasiado exultante como para seguir escribiendo: continuaré haciéndolo más tarde.
Respetuosamente,
Nichiren
NOTAS:
1 Agente místico: gohifu, un agente protector especialmente prescrito en el budismo. En el gosho "Fácil parto de un niño de buena fortuna" fechado el 7 de mayo de 1271, Nichiren Daishonin se refiere al gohifu como "medicina".
1 Agente místico: gohifu, un agente protector especialmente prescrito en el budismo. En el gosho "Fácil parto de un niño de buena fortuna" fechado el 7 de mayo de 1271, Nichiren Daishonin se refiere al gohifu como "medicina".
2 Una
cuerda de monedas: mil monedas atadas con una cuerda. En esa época, las monedas
poseían un orificio cuadrangular en su centro y eran habitualmente enhebradas
por centenar o millar conformando así unidades monetarias mayores. La cuerda -o
kan- de monedas representaba la unidad básica monetaria para la cotización del
arroz.
3 Treinta y dos fenómenos auspiciosos: presagios favorables acaecidos
al momento de aparecer el Buda Shakyamuni en este mundo, mencionados en el sutra
Zuiô Hongi.
4 Shûsho no Iki: "Registro de Maravillas del Libro de Chou". La
obra original se ha perdido y los detalles se desconocen. Se lo sitúa
habitualmente a fines del período de las Seis Dinastías (222-589). El libro,
según otras obras que lo citan, parece haber situado el nacimiento del Buda
Shakyamuni en el vigésimo cuarto año del reinado del rey Chao (1028 a.C.) de la
dinastía Chou. Han existido -y aún existen- controversias con respecto a las
fechas correspondientes al nacimiento y muerte de Shakyamuni, pero los
contemporáneos de Nichiren Daishonin generalmente adoptaron la cronología
establecida por este libro.
5 Sutra del Loto, cap. 2. Esto significa que
tanto los fenómenos como la realidad última se poseen mutuamente: todos los
fenómenos son manifestaciones de la Ley Mística.
6 Hokke Gengi, vol. I.
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