El mantra puede resultar de gran
valor para aprender a mantener la mente apacible y estable, pues le damos algo
para afirmarse, algo para aferrarse.
En la tradiciòn hindu se
suele comparar la mente con la trompa de un elefante: inquieta, inquisitiva,
siempre en movimiento. Si observas un elefante alguna vez, veràs cuàn apta es
la comparaciòn. En los pueblos y aldeas de la Hindia, a menudo se lleva
elefantes enjaezados a las procesiones religiosas, por las calles hasta el
templo.
Las calles son irregulares y
estrechas, flanqueando a ambos lados con puestos de frutas y verduras. Por allì
marcha el elefante con su trompa inquieta, y en un solo movimiento sinuoso
agarra un cacho de bananas entero. Casi nos parece oìrle preguntar: "¿que
otra cosa quieres que haga?
Aqui esta mi trompa y ahì
las bananas".
Simplemente, èl no sabe que
otra cosa hacer con su trompa. Tampoco necesita detenerse apelar las bananas,
ni cumplir con todas las normas de educaciòn.
El elefante toma el cacho
entero abre su boca, arroja las frutas dentro con tallo y todo, despues pasa al
puesto siguiente toma un coco y se lo echa a la boca detras de las bananas, y
luego pasa al proximo puesto. Ninguna amenaza, ni promesa logra sosegar su
trompa inquieta.
Pero el sabio Nanak, si
conoce bien a su elefante, antes de que empiece la procesiòn darà a su trompa
uana corta varilla de bambù para que aferre. Entonces el animal caminarà orgulloso,
con la cabeza bien levantada, sosteniendo frente a sì la varilla de bambù como
un tamborillero en un desfile. Ya no le interesan las bananas, ni el coco; su
trompa tiene algo de que aferrarse.
La mente es muy parecida. La
mayor parte del tiempo no tiene nada de que aferrarse, pero con solo darle el
mantra podemos impedirle que se descamine por todo tipo de situaciones
absurdas.
Extraido de "EL LIBRO
DEL MANTRA " de EKNATH EASWARAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario