miércoles, 22 de agosto de 2012

CARTA A GIJO-BO


El siguiente material ha sido extraído de Los principales escritos de Nichiren Daishonin, vol. 2, págs. 217 a 219.
 
He vuelto a examinar con cuidado su pregunta acerca de las doctrinas budistas. Los beneficios del Sutra del Loto sólo pueden ser comprendidos por budas. Es la clase de iluminación que apenas puede escrutar —si es que acaso es posible— la sabiduría de las manifestaciones del buda Shakyamuni en las diez direcciones. Por eso, como usted bien sabe, el gran maestro T’ien-t’ai elucidó que el ideograma myo [de Myoho-renge-kyo] significa aquello que está más allá de la comprensión común.1 El Sutra del Loto procla-ma una gran diversidad de prácticas, pero sólo T’ien-t’ai, Miao-lo y Dengyo pudieron comprender la esencia del sutra.
 
Entre estos hombres, el gran maestro Dengyo fue la encarnación de T’ien-t’ai [y, por dicha razón, fue muy versado en las doctrinas de T’ien-t’ai]. Así y todo, envió emisarios a la China de la dinastía T’ang en muchas ocasiones, con el afán de resolver las dudas frecuentes que otras personas tenían acerca del sutra. Su esencia es la posesión mutua de los Diez Estados, de los cien estados y mil factores, y de los tres mil estados presentes en cada instan-te de la vida. Esta es una doctrina de inmensa importancia, que se reveló en la obra titulada Maka shikan.
 
La enseñanza del capítulo “Duración de la vida” tiene especial relevancia para mí. T’ien-t’ai y Dengyo la entendieron en forma genérica, pero no la revelaron con palabras. Lo mismo cabe decir de Nagar-juna y de Vasubandhu. La parte en verso del capítulo —el jigage— señala: “...con un único pensamiento puro y sincero de desear ver al Buda, sin titubear aun cuando ello pudiera costar-les la vida...”. Yo, Nichiren, hice surgir la Budeidad desde adentro de mi vida, pues viví esta frase. Esto quiere decir que corporifiqué en mí mismo las Tres Grandes Leyes Secretas, o la realidad de los tres mil estados presentes en cada momento de la vida, implícita en el capítulo “Duración de la vida”.
 
¡Pero esto, que no salga de nosotros!
 
Dengyo, el gran maestro del monte Hiei, viajó hasta la China para recibir instrucción sobre el profundo significado de esta frase del sutra. La palabra “único” se refiere al único camino puro;2 “pensamiento” se refiere a todos los fenómenos y existen-cias. El gran maestro T’ien-t’ai explicó que el ideograma chino con que se dice “pensamiento” consta de cuatro trazos, que repre-sentan la Luna y las estrellas. Esto implica que la mente que existe en el efecto [de la Budeidad] es pura y límpida.3 Mi interpretación del fragmento es que “único” significa myo (‘míst-ico’), “pensamiento” es ho (‘ley’), “desear” es ren (‘loto’), “ver” es ge (‘flor’) y “Buda” es kyo (‘sutra’).
 
Al propagar estos cinco caracteres de Myoho-renge-kyo, uno no debería titubear, “aun cuando ello pudiera costarle la vida”.
 
“Con un único pensamiento puro y sincero de desear ver al Buda”4 también significa ver al Buda en nuestro propio ser, concentrar nuestra mente en ver el [estado de] Buda. Es decir que ver nuestro propio ser es ver el [estado de] Buda. Yo he logrado el fruto de la Budeidad, los tres cuerpos eternamente inherentes [a través de vivir esta frase]. En lo que hace a este logro, estoy seguro de superar a T’ien-t’ai y a Dengyo, a Nagarjuna y a Mahakashyapa. El Buda advierte que uno debería, por todos los medios, ser maestro de su mente y no permitir que la mente lo dominase.5 Por eso lo insté enfáticamente a que no dudara en dar su cuerpo y su vida en bien del Sutra del Loto. Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo.
 
Nichiren
 
En el vigésimo octavo día del quinto mes, en el décimo año de Bun’ei (1273).
En respuesta a Gijo-bo.
 
1. Esta afirmación se encuentra en la introducción al Hokke gengi.
 
2. Único camino puro: La verdadera entidad que impregna todos los fenómenos.
 
3. Fuente desconocida.
 
4. En el original, la frase está escrita en chino clásico, y puede interpretarse de tres maneras diferentes.
 
5. Esta afirmación se encuentra en el Sutra del Nirvana.
 
Antecedentes:
 
Esta carta fue escrita en Ichinosawa, isla de Sado, en el vigésimo octavo día del quinto mes de 1273; su destinatario fue Gijo-bo, quien había sido antecesor del Daishonin en el templo Seicho-ji, sito en Awa. Apenas un mes antes, Nichiren Daishonin había escrito “El verdadero objeto de veneración”, en el cual había revelado el objeto de veneración desde el punto de vista de la Ley y la práctica correcta para lograr la iluminación en el Último Día. “Carta a Gijo-bo” confirma el profundo contenido de “El verdadero objeto de veneración”, aunque de manera más conci-sa.
 
Nichiren Daishonin dice que, de todos los capítulos del Sutra del Loto, el decimosexto, “Duración de la vida”, es el más importante para él. Se refiere al fragmento “desear sinceramente ver al Buda” y afirma: “Yo, Nichiren, hice surgir la Budeidad desde adentro de mi vida, pues viví esta frase”. Proclama que, en su condición de Buda del Último Día de la Ley, él percibió y corpo-rificó Nam-myoho-renge-kyo de las Tres Grandes Leyes Secre-tas, implícito en las profundidades del capítulo “Duración de la vida”.
 
Ésta es una de las primeras menciones que hace en sus escri-tos de las Tres Grandes Leyes Secretas: la invocación (Nam-myoho-renge-kyo), el objeto de veneración (Gohonzon) y el sitio donde se lleva a cabo la veneración (el santuario del verdadero objeto).

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