"Sean cuales fueren los pensamientos
y emociones que se presenten durante la practica, permítales surgir y
desvanecerse como las olas de los océanos.
Cuando se sorprenda pensando
cualquier cosa, deje que ese pensamiento surja y se desvanezca sin ninguna
coerción. No se quede con él, no lo alimente ni fortalezca; no se apegue a él
ni trate de solidificarlo.
No siga los pensamientos, no
los invite. Sea como el océano que contempla sus propias olas o como el cielo
que mira desde alto las nubes que lo cruzan.
No tardará en descubrir que
los pensamientos son como el viento que vienen y van. El secreto está en no
<pensar> sobre los pensamientos, sino permitir que circulen por la mente
sin dejarse arrastrar por ellos."
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