miércoles, 19 de septiembre de 2012

LAS DOS CLASES DE FE...

Situación del Daishonin:
 
Se hallaba retirado en Minobu. El trasfondo de esta carta tiene que ver con su intención de elogiar el espíritu de ofrenda de Nanjo, por un lado, y la persistencia sólida de la fe, por el otro. Nanjo estaba pasando muchos sufrimientos económicos a causa de la fe, y que a pesar de eso, su sinceridad era ejemplar.
 
Sobre el Rey ASHOKA
 
Fuentes: Dialogo con los jóvenes: Alejandro Magno y el rey Ashoka (3), “Un gobierno humanista” AS N° 702, Diccionario budista pág 17 Sgi NL N° 1192, 1899, 1903, 1992, 1993, 2276, 2391, 3147, 3386,3385, “Sobre cómo pueden lograr la iluminación mediante el Sutra del Loto aquellos que desde un principio aspiraban al Camino”, “Razones por las cuales escribí el Rissho Ankoku Ron”.
 
Ashoka fue hijo y nieto de dos grandes gobernantes. Su abuelo, Chandragupta, fue uno de los genios militares de su tiempo, autor de campañas y de conquistas asombrosas, fundó la dinastía Maurya, la más destacada de la historia india. Su padre fue Bindusara, segundo monarca de la dinastía. Y él, tercero en linaje, fue el primer rey que unió el país.
 
Este monarca, que unificó la tierra a través del Dharma (la Ley o verdad suprema), seguirá siendo fuente de inspiración para la humanidad en el siglo XXI, en el siglo XXII y aún después.
 
Logró transformar la naturaleza del imperio: de un gobierno por la fuerza a un gobierno por la moral. Y esto fue toda una revolución. Señaló un corte fundamental entre un orden en que el pueblo existia en bien del soberano y un nuevo gobierno, instaurado en bien de sus habitantes. Fue el primer intento en la historia humana de vivir en paz, de acuerdo con la moralidad, en lugar de continuar con una jerarquía basada en la ley de la selva, como la que había imperado hasta ese entonces.
 
Algunos de sus edictos admirables dicen cosas como éstas:
 
“Debemos ganarnos la confianza del pueblo. Todos los habitantes son mis hijos. Juro procurarles toda clase de beneficios y de comodidades, como podría desear a mi propia descendencia, en esta vida y en la próxima”, “No deben seguirme porque soy el Rey, el líder”.
 
“En cada momento y a cada lugar, mis amanuenses deben informarme sobre la situación del pueblo. (...)Pues creo que es mi deber trabajar en beneficio de todos los seres. (...) En verdad, no hay actividad más importante que beneficiar a todos los seres vivientes”.
 
Su familia venía de una tradición de expansión militar ambiciosa y bruta. Ashoka fue criado con estos sentimientos y esta sed de poder. Se dice, por ej., que , para asegurarse que nadie intentara quitarle el trono, mandó matar a sus 99 hermanos o hermanastros.
 
Lo cierto es que, en determinado momento, alguien le hizo Shakubuku, alguien le enseño el Budismo y él se convirtió, pero los dos o tres primeros años de su práctica no comprendió mucho el corazón del Budismo, y siguió basando su vida en la ideología del poder que practicaba desde la cuna.
 
Hasta que, Sensei dice:
 
“Entre los edictos del rey Ashoka, hay uno que expresa su profunda contrición y su arrepentimiento:
 
“Este es un tema de profundo pesar y reproche...”
 
¿Qué le provocaba tantos remordimientos?
 
¿De qué tenía que lamentarse este rey tan poderoso, que logró unir todo el territorio de la India?
 
“Como bien sabrán, lo que se reprochaba era la conquista de Kalinga, un estado vecino que avanzaba a paso raudo y surgía como potencia gracias a sus propios méritos, justo cuando Ashoka lo invadió. Sus fuerza lograron una victoria aplastante, la conquista, desde el punto de vista militar, fue un éxito rotundo. Pero el sufrimiento que produjo ese triunfo fue, también, sobrecogedor. El precio que hubo que pagar en vidas humanas y derramamiento de sangre fue, a todas luces, excesivo. Se dice que, en la batalla de Kalinga, murieron cien mil efectivos militares y ciento cincuenta mil soldados quedaron prisioneros. Pero las bajas civiles fueron muchísimo mayores. Incontables filas de ciudadanos se vieron obligadas a abandonar su tierra natal, lanzadas al eterno deambular de los refugiados.
 
“Casi nos parece escuchar los gritos desgarradores que debieron de colmar la tierra, mientas las personas se veían irremediablemente separadas de sus seres queridos: padres que perdían a sus hijos, esposas que quedaban sin compañero, maestros alejados de sus alumnos, amigos en recíproco duelo....
 
“Frente a ese retrato de infierno, el rey Ashoka sintió la tortura de un remordimiento insoportable. ¿Cuál fue el propósito de esta conquista?, debió de haberse preguntado. ¿Para qué expandí el territorio bajo mi control? ¿Por qué causa ejercí semejante fuerza? ¿No es la felicidad el propósito de la existencia? ¿Acaso la vida no es preciosa e irremplazable? ¿De qué sirve una guerra que provoca semejante devastación? ¿Por qué las personas debemos matarnos unas a otras?
 
“Desde la inmensa distancia del tiempo, casi puedo escuchar el lamento vivo del alma de Ashoka....(...)
 
“Cuando terminó de derramar amargas lágrimas de remordimiento, se puso de pie y dejó a un lado las armas. En lugar de armas, blandió la espada del Drama.
 
“El Drama. O Ley Budista, es la verdad suprema y universal que se aplica no sólo a los seguidores del Budismo, sino a todas las religiones, a todos los pueblos, a todos los seres vivios del cosmos. Vivir de acuerdo con esta verdad es correcto, civilizado y virtuoso. Es el camino de la vida, la senda del humanismo.
 
“El rey Ashoka resolvió dedicar su vida al pueblo. Pero no lo hizo con el simple afán de ganarse la simpatía de la gente. Muy por el contrario, reconocía que él, como soberano, era sostenido en su posición gracias al respaldo del pueblo y que podía llevar a cabo su tarea gracias a la gente. Por eso proclamaba. “Todos mis esfuerzos se originan en el deseo de saldar la deuda de gratitud que he contraído con el pueblo”.
 
“El gobierno es el proceso de saldar la deuda de gratitud que un soberano contrae con todos los seres vivientes.
 
“El Budismo enseña que uno debe retribuir los favores recibidos de todos los seres vivios. EL rey Ashoka consagró todo su ser y su espíritu a saldar esta deuda con las personas. Y el pueblo, a su vez, le respondió con su respaldo y devoción. “Como líder de la nación, el rey Ashoka experimentó un cambio de corazón, tras la guerra que libraba para conquistar el reino de Kalinga. Y, a causa de este cambio en su postura, pudo transformar el curso de todo un país y de la historia inclusive.
 
Asumió el desafío de crear un gobierno humanitario. Trabajó sin descanso; ordenó a sus ministros que le informaran sobre sus actividades a todo momento y en todo lugar. Se consagró a las labores humanitarias: construyó hospitales y parques, fuentes y caminos, albergues de descanso para los viajeros, asilos para los pobres, instituciones para educar a las mujeres, como el Ministerio de Asuntos de la Mujer...Plantó árboles a la vera de las rutas, importó hierbas medicinales y las hizo cultivar en su territorio...
 
“Y todo esto ocurrió más de mil años antes de que surgiera, en Occidente, el concepto de “bienestar social”
 
“El rey Ashoka redujo la matanza de seres vivientes al mínimo, y hasta llegó a construir hospitales para animales.
 
”Y, como líder del imperio, aunque él personalmente era devoto del Budismo, no dio a esta religión ningún trato preferencial o privilegiado. Sus dos principios de gobierno centrales fueron no suprimir la vida y ejercer el respeto mutuo.
 
“Uno de los más importantes logros del rey Ashoka fue liberar al Budismo de su mundo cerrado y clerical.
 
“El primer mandatario de la India independiente, Jawaharlal Nehru (1889-1964) hizo el siguiente comentario:
 
“(El) Dharma, para Ashokan no fue la mera repetición de oraciones vacías ni la celebración de pujas (ofrendas) o de ceremonias, sino la ejecución de buenas acciones y el mejoramiento de la sociedad”.
 
“En aquellos días, el Budismo era, más que nada, una religión de monjes. Pero el Rey, un creyente laico, trató de expresar el Dharma (La Ley, la verdad, la justicia) en la vida concreta de la sociedad.
 
“No me sentiré satisfecho hasta que todas las personas del mundo hayan recibido beneficios. Seguiré luchando hasta entonces, me dedicaré a mi deber” Este fue su espíritu.
 
“¿Cómo puedo detenerme antes de que todos sean felices, como detenerme, antes de haber transmitido a todos el mensaje de verdad y de justicia?”. El rey Ashoka no se daba por satisfechos con medias tintas. Toda su vida siguió esforzándose, hasta el último día. ( Se dice que gobernó durante 37años...)
 
Ashoka enfrentó muchas dificultades. Hubo resistencia. Hubo conspiraciones. Pero, una vez que decidió sus reformas, no retrocedió jamás.
 
“Y fue un hombre de acción. En uno de sus edictos, proclamó:”Quiero poner en acción todo lo que considero correcto; anhelo concretar la justicia”.
 
“¿Qué es la felicidad para los seres humanos? Yace en el esfuerzo sostenido y firme de cada uno, para poder declarar, cuando concluye cada día: “¡Hoy di lo mejor de mí¡ ¡Hoy, no tento nada que lamentar¡ ¡Hoy, he triunfado¡”.
 
Este gosho tiene dos grandes ejes,:
 
1.Espíritu de ofrenda
  • Puntos básicos sobre la ofrenda
  • La sinceridad del corazón
  • A quién se efectúa la ofrenda
2. Dos clases de fe
  • Fe como el agua
  • Fe como el fuego
1. OFRENDA
 
1. La ofrenda puede ser material e inmaterial. La ofrenda más impotante es nuestra dedicación a la fe, la práctica (individual y propagación) y el estudio. El Daimoku y el gongyo de cada día, junto con el cuidado material del altar, son ofrendas básicas. EL tiempo y el esfuerzo que laboriosamente dedicamos a trabajar por la felicidad de los demás y por las actividades es otra ofrenda esencial. Y, por supuesto, nuestra contribución material para sostener un movimiento que no depende de nadie más que de nosotros. Justamente esta independencia de la SGI es su garantía de coraje y de permanencia junto al pueblo. La ofrenda no es una expresión material, pues es un acto nacido del corazón de la fe.
 
2. La ofrenda es la vida misma. Ofrendar no es, para el Budismo, una cuestión de aporte formal, como quien puede pagar la cuota de un club o de una universidad, sino el reflejo de una consagración de cuerpó y alma al Kosen rufu.
 
3. La ofrenda es también una forma rápida de lograr la iluminación. El Gosho “El próspero Sudatta”expresa: “La forma de llegar a ser un buda fácilmente no tiene nada de extraordinario. Por ejemplo, es como dar agua a alguien sediento en épocas de sequía o como hacer fuego para alguien que tirita de frío en la intemperie. O, también, es como dar a una persona algo irremplazable. Me refiero a algo cuya nos pone al borde de la muerte y, sin embargo, decidimos dar a otro ser humano en calidad de ofrenda”. La vida es un acto de ofrenda. Transmitir la Ley al que está sufriendo una agonía es salvarle la vida. Proteger el mundo del Kosen rufu es proteger el derecho a la Budeidad de millones de personas en los siglos venideros. Poder ofrendar debería ser un motivo de eterno orgullo y un jpunto de desafío permanente para un creyente, ya que, de todas formas, uno vive ofrendando inadvertidamente su tiempo y su dinero, cada día de su vida, a toda clase de valores y de objetos.
 
4. La ofrenda como punto de partida. Por último, el gosho de Año Nuevo habla de la ofrenda en el primer día del primer mes del inicio de la estación.
 
La ofrenda como inicio de todas las cosas que uno emprende. Lejos de abordar algo pensando qué puedo obtener, esto habla de otra posición, que es iniciar las cosas pensando qué puedo dar yo.
 
La anécdota de Tokusho Doji y Musho Doji, y su reencarnación como el rey Ashoka aparece en varios escritos del Daishonin dónde se expone el principio de la sinceridad de la ofrenda.
 
(ver “La Persona y la Ley” vol 1, pág 269, también se menciona la profecía sobre el rey Ashoka en “La apertura de los ojos” parte 1, pag 108 vol. 2. también “Respuesta a la dama Onichi.nyo (vol 7) “El tambor en el Portal del Trueno”Vol 5, disetación joben y juryo, juryo 8.
 
LA SINCERIDAD DEL CORAZON QUE OFRENDA
 
La tradición dice que iba Shakyamuni caminando junto con Ananda por las calles de Rajagriha, cuando se cruzaron con dos chiquitos que reconocieron al Buda. Se acercaron sin pensarlo dos veces y, como la verdad es que no tenían nada que darle, hicieron dos tortitas de barro y se la dieron con una reverencia.
 
Entonces, Shakyamuni le dijo muy serio a Ananda: “Seguramente, Tokusho Doji renacerá como un rey que se llamará Ashoka. Se dice que Musho Doji renació como su hermano o su esposa, según la fuente. El relato aparece en el Aikkuo DEN (Historia del rey Ashoka).
 
Sensei dice:
 
“El amor que el niño Tokusho Doji sentía por Shakyamuni, su deseo de hacer algo por él, su acción rápida y resuelta, sin vacilar, su conducta llevada a cabo con convicción y alegría, sin lugar para la especulación o el interés egoísta, su pensamiento puro y directo como un rayo... todo esto sacudió y conmovió el corazón de Shakyamuni".
 
También creó, en el corazón del niño, la causa de una inmensa buena fortuna y de espléndidos beneficios futuros.
 
El budismo le da suma importancia al corazón y al propósito de la gente, Todo queda determinado por nuestro corazón, Si uno se esfuerza seria y sinceramente, sin falta recibirá beneficios. En cambio, si uno actúa con astucia y engaños, con la misma certeza sufrirá y, a la larga , saldrá perdedor. El Budismo es muy estricto en este sentido. Este preciso rigor es lo que asegura que, en última instancia, justamente triunfe la persona seria y sincera.
 
Tokusho Doji renació como un rey, por el brillo de su corazón, Esforcémonos por tener corazones relucientes como el oro, para ser personas de auténtica y noble estatura humana.
 
Los genuinos reyes y reinas de la vida son los que no se dejan arrastrar por los fenómenos irresponsables que se embisten contra ellos. Son las personas que, con osadía y sin quejas, sin desesperar ni afligirse, avanzan hacia la victoria final, deseando sólo la felicidad de las personas y orando por cada hombre y por cada mujer, a lo largo de su camino. Estas son las personas que luchan por el kosen rufu.
 
A QUE HACEMOS OFRENDAS
 
Pero la ofrenda puede ser muy sincera y, sin embargo, ser un acto que causa sufrimiento en la vida de uno. ¿Cuándo? Cuando se efectúa al objeto de veneración equivocado. No se deben hacer ofrendas a personas que actúan contra la Ley ni recibir ofrendas de ellas, tal como dice el mismo Daishonin y Nikko Shonin (artículo 22 de los "Veintiséis artículos de advertencia").
 
Si uno da mayores recursos a un perverso que quiere explotar al pueblo, sólo agravará el daño que esta persona está en condiciones de hacer. Y uno participa de la misma retribución "kármica".
 
Pero, en el lado opuesto, el Daishonin aclara en el gosho que la mayor causa de felicidad y beneficios es ofrendar al Sutra del Loto, que es la enseñanza suprema para toda la humanidad.
 
En el gosho hay una alusión que puede parecer confusa a primera vista. El Daishonin dice:"El Sutra del. Loto es superior al buda Shakyamuni, en la misma medida en que el cielo es rnás elevado que la Tierra. Dar ofrendas al Buda genera beneficios tan grandes [como el de ser monarca en la próxima existencia], pero muchos mayores beneficios se obtienen por hacer ofrendas al Sutra del Loto".
 
En este gosho, el Daishonin habla del "buda Shakyamuni" como "buda provisional", opuesto al Buda original. En este contexto, Shakyamuni es el buda histórico que no tuvo la misión de revelar en forma explícita la Ley de Nam‑myoho‑‑renge‑kyo. En cambio, Nam‑myoho‑renge-kyo (Gohonzon o Sutra del Loto) es la Ley por la cual todos los budas provisionales logran la iluminación. En este sentido , es superior a la identidad provisional de cualquier Buda.
 
Recordemos un término budista llamado "seis clases de Shakyarnuni". Las primeras cinco clases recaen en la persona de Shakyamuni, pero la sexta clase de "Shakyamuni", que es el buda de kuon ganjo inseparable de la Ley Mística, no coincide con la identidad del Shakyamuni. histórico sino que es representada por Nichiren Daishonin, buda verdadero.
 
Sensei aclara: "La Ley Mística es el origen del cual nacieron el buda Shakyamuni y todos los demás budas. Por eso, los beneficios de hacer ofrendas a la Ley Mística y de trabajar en bien del kosen‑rufu son, realmente, inmensurables".
 
Los beneficios de hacer ofrendas al Gohonzon (Sutra del Loto) son mucho mayores que los beneficios de ofrendar en otra época y a otro buda, porque, aquellas enseñanzas no permitían al pueblo manifestar la iluminación en la época de mayor oscuridad y sufrimiento. Es decir, la Ley se la absoluta dignidad de la vida todavía no se había revelado en forma explícita, sitio implícita.
 
Y en el gosho aparece una mención interesante a la época: "Vivimos en una tierra donde impera el hambre". Habíamos visto, antes, de qué manera la política defensiva frente a la amenaza mongola había quebrantado la economía nacional. Eran tiempos de inflación, escasez, recesión y pobreza. Ofrendar en esa época no era un juego ni una formalidad para cumplir con reglas de virtud, sino un esfuerzo extremo que ponía a prueba la fe y los principios. No se, ofrendaba lo que sobraba, sino lo necesario para vivir. Pero justamente por ello, todos esos creyentes pudieron dar un vuelco enorme en su realidad y vivir como vencedores.
 
En estos momentos, en la Argentina estamos viviendo una gran recesión económica., con desempleo, retracción en el nivel de vida, reducción del consumo... Aun cuando por razones de fuerza mayor haya una limitación en la capacidad material de ofrenda, esto no debe limitar ni condicionar nuestro corazón y nuestra decisión rotunda de esforzarnos en la ofrenda. Justamente porque es difícil ofrendar, este desafío se torna causa de alegría y victoria.
 
2. DOS CLASES DE FE
 
El Daishonin describe las dos grandes posturas que él veía en las personas que decidían comenzar con la práctica de la fe. Su observación es tan lúcida y profunda, que hasta el día de hoy uno sigue viendo estas mismas características.
 
Por un lado, está la fe como el fuego, donde sobresale la "pasión", el fervor que genera una gran llamarada en cl primer momento e impresiona por su brillo y energía. Pero estos aspectos tan positivos quedan opacados por la otra naturaleza de la llama, que es su carácter efímero: el fuego se consume enseguida. En un instante, es todo chispas y llamas. En el instante siguiente, se ha consumido a sí mismo. Es decir que aquí el Daishonin habla de una pasión incapaz de perseverar ante la adversidad, o de una decisión intensa, pero poco madura, que depende de las circunstancias o ,de los sentimientos. Esta clase de determinación en la fe es "relativa".
 
Por otro lado, habla de la fe corno el agua,' que no deslumbra ni hace chispas, pero logra sortear todos los impedimentos y va creciendo en forma gradual.
 
El Daishonin define la fe como el agua así: "significa creer continuamente, sin retroceder jamás". La naturaleza del agua es la de avanzar en todo momento. El río nunca fluye para atrás; su naturaleza es ir en busca del avance inexorable, por muchas rocas que le pongan por delante. Aquí se habla de cualidades como la perseverancia ante el obstáculo, la continuidad, la asiduidad y el avance perpetuo.
 
Pero no hay que confundirse pensando que la fe como agua es estática, pasiva o chata. Justamente, cuando el agua se detiene se pudre. Así que "continuidad" no significa sólo "dejar pasar el tiempo" sino "construir algo sin cesar".
 
El presidente Ikeda, en una orientación, señalaba que, por las características de esta época, la fe debía ser de "agua en ebullición'", de "agua hirviendo", en el sentido de compartir la naturaleza constante y perseverante en el avance, propia del agua, y la pasión que bulle de energía, propia del fuego. Y decía que en la Soka Gakkai la fe de agua tenía ese fervor del movimiento incesante, y esa seriedad incondicional.
 
En este gosho, el mismo Daishonin dice que él siente inmenso respeto por las personas capaces de cultivar una fe así, que no se rinden ante ninguna dificultad.
 
Y en la última frase lo alienta con tremendo corazón, diciéndole que ante la enfermedad de sus familiares, no se atormente pensando que es una retribución kármica, sino una prueba para que temple más aún su gran fortaleza de convicción...
 
Construir una fe de "agua en ebullición" es un tremendo desafío, algo que no se logra de ninguna manera con el simple "permanecer", sino una lucha junto a Sensel que exige una observación rigurosa y un esfuerzo de daimoku incansa­ble. Dado que en el Budismo "no avanzar" es lo mismo que "retroceder", la negligencia, la pasividad o la inercia son condiciones que lentifican el flujo de la fe hasta hacerlo detener por completo. En este sentido, son funciones temi­bles.
 
La perseverancia, entendida como aspecto del coraje, es una profunda clave de la fe. Dice Sensei que "perseverancia" es sinónimo de kosen‑rufu. Sin la determinación inamovible de "pase lo que pasa", la misión sigue siendo una simple expresión teórica de deseos. Es importante releer con nuestra vida las páginas 187‑188 de "La apertura. de los ojos", para sintonizar la fe vibrante y el sentido de misión del Daishonin. Esas palabras son una guía eterna para cada uno de nosotros. Ese "agua" que encontrarnos en la convicción del Daishonin arde con la fuerza de un torrente desde el tiempo sin comienzo. !Qué emoción indescriptible tener un maestro así!
 
En una orientación, Sensei cita al presidente Toda: "Si somos discípulos del Buda, entonces somos budas. [...]
 
El discípulo de un herrero es herrero. El discípulo de un pescador es pescador. Del mismo modo, los discípulos del Buda son budas. Y las cosas suceden realmente de este modo".
 
Es un gran desafío y una maravillosa oportunidad tratar de leer el Gosho con la vida, para desentrañar hasta lo más profundo cómo es la fe del Daishonin, y avanzar llenos de coraje hacia misma postura.

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