1. INTRODUCCIó
2. BUDISMO Y
VIBRACIÓN
○ Ritos chamánicos.
○ La vibración en el budismo. Mantras, dharanis
y sutras.
○ El budismo tántrico.
○ Budismo tántrico japonés: Shingon y
Tendai.
○ Dôgen y Keizan Jôkin.
3. VIBRACIÓN Y
TERAPIA.
○ El sonido como terapia.
○ La coraza muscular.
○ Los Chakras
4. CONCLUSIÓN
5. BIBLIOGRAFíA
1. INTRODUCIÓN.
Si
partimos de la premisa de que el Universo está compuesto por átomos y que los átomos
están formados por partículas en continua vibración, cualquier materia por solida
que nos parezca a simple vista está formado por partículas que están vibrando
continuamente. Según como se combinen entre sí producirán distintos tipos de
energía vibrante, que se organiza en diferentes ritmos y ciclos.
Estamos
inmersos en un mundo de energías que se manifiestan ante nosotros de diferentes
modos. Esa energía emite diferentes vibraciones. Nuestros órganos sensoriales
pueden descodificar algunas en colores, sonidos, gustos, calor, frío, aromas…
Otras nos atraviesan aunque no seamos conscientes de ello, influyéndonos
continuamente.
La
naturaleza tiende a vibrar en armonía (o a buscarla si se producen
desequilibrios) desde las sustancias más pequeñas e invisibles a nuestros ojos
hasta las más grandes, como el sistema cósmico, también invisible a nuestros
ojos a simple vista. El sonido es una parte integral de nuestras vidas.
Desde
antes de nacer el ser humano ya está rodeado de sonido: los latidos del corazón
de la madre, los de su respiración, y una primera experiencia amortiguada del
mundo exterior. Vivimos en un mundo de sonidos. Sonidos que se oyen y otros que
no. Sonidos musicales y sonidos caóticos. Sonidos familiares y sonidos
extraños. Sonidos agradables y sonidos inquietantes. Sonidos que destrozan y
sonidos que curan.
El
sonido se genera como un movimiento vibratorio de partículas y de objetos. Las vibraciones
que produce el sonido, representan una energía que se encuentra en toda la
naturaleza, no sólo en nosotros y en nuestro mundo, sino mucho más allá, en las
regiones de los satélites, las estrellas y el universo. A escala cósmica, el sonido
es una fuerza universal e invisible, capaz de producir cambios profundos a muchos
niveles físico, emocional, espiritual...
El
cuerpo humano es vibración constante en sí mismo: cada célula, tejido, órgano, hueso,
el líquido que lo forma, tiene una vibración singular y armoniosa al mismo
tiempo. Forma un todo que está compuesto por estructuras distintas, con tempos distintos.
Este estado de armonía no es estático, sino totalmente dinámico e influenciable
por el mundo interno, es decir, por las emociones, pensamientos y la salud
física, así como por el mundo externo (las vibraciones del resto de lo que nos rodea).
He
elegido realizar mi tesina sobre la vibración y el sonido fundamentalmente por dos
razones, la primera de ellas es por mi propia experiencia en la práctica de la recitación
de sutras, principalmente realizando las funciones de Ino en el seno de la Comunidad
Budista Soto Zen y en segundo lugar porque considero que la ceremonia y el rito
budista resultan chocantes y causan rechazo a la mayoría de las personas que se
acercan a nuestra práctica provenientes de una cultura en la que el rito ha perdido
gran parte de su sentido profundo.
Recoger en una tesina de estas características todo
lo que suponen los ritos budistas zen no es posible, por eso he decidido
centrarme en uno de sus aspectos más relevantes, el sonido. En este punto me
gustaría hacer mención especial a la respiración y a la postura corporal,
fundamental a la hora de realizar cualquier tipo de sonido y fundamental en la
práctica de zazen, así como íntimamente relacionadas con nuestro cuerpo y nuestra
coraza corporal. Por su importancia, la respiración y la postura que adoptamos
a la hora de recitar sutras requerirían una tesina específica. A pesar de ello
he decidido no incluirlas en este trabajo debido fundamentalmente a las limitaciones
de espacio. Mi propósito es poner luz en el origen de nuestros ritos y en la
importancia que la voz, el sonido, el ritmo y la vibración tienen en nuestras
ceremonias.
Esclareciendo
cómo el sonido, el ritmo y la voz han estado siempre presentes en la historia
de la humanidad desde su origen a través de la cultura chamánica. Y en concreto
cómo ha ido pasando de civilización en civilización, de país en país, hasta
llegar a nuestros días conservando su frescura y poder a través de la tradición
budista. Para esclarecer cómo actúa en el cuerpo la vibración sonora he
utilizado los conocimientos que en nuestros días, diferentes ramas de la
psicología y la musicoterapia, utilizan para trabajar con el cuerpo y el sonido
con el fin de lograr un ser humano más pleno y conectado consigo mismo. De
manera que podamos comprender desde un lenguaje y óptica actual cómo actúa el
sonido en el ser humano a nivel corporal, emocional y transpersonal. Afortunadamente
he experimentado los dos campos, por un lado la meditación zen y por otro la psicoterapia
Bioenergética. Lo que me lleva a constatar en mí mismo los beneficios de estas
dos herramientas actuando al unísono.
2. BUDISMO Y
VIBRACIÓN
La vibración en
la historia de la cultura de la humanidad.
Sin
lugar a dudas para encontrar los orígenes del empleo del sonido con la
finalidad de sanar y transcender la realidad ordinaria por parte del ser humano
nos tenemos que remontar al chamanismo, el origen de todas las religiones. La
figura central del chamanismo es el chamán, el hombre de conocimiento, el que
sabe. La palabra "chamán" es de origen manchú-tungu y llegó al
vocabulario etnológico a través del ruso. La palabra tungu original de saman
(xaman) se deriva del verbo scha-, "saber", por lo que chamán
significa por tanto alguien que sabe. Algunas investigaciones etimológicas
explican que la palabra proviene del Pali schamana. En sánscrito sramana es la
palabra que se utilizaba para denominar a los "ascetas".
El
termino chino a que dió lugar es scha-men. Los pueblos siberianos y de Asia
Central tuvieron también denominaciones locales para el chamán. En el turco
altaico era kam, en el yacuto ojon, en los buriatos böo, en Asia Central
bakshi, para los samoyedos tadibe, lapones moita, finlandeses tietöjö y
húngaros táltos.
Esta
sabiduría que se trasluce a través de la etimología implica, de una manera o de
otra, un contacto con la realidad absoluta, contacto que el chamán utiliza para
ayudar a otros que sufren. Su actividad incluye en una sola, las tareas que hoy
realiza un médico, un psiquiatra o psicoterapeuta o un sacerdote o guía
espiritual. Un chamán es todo esto a la vez porque sabe que los conflictos del
alma se manifiestan en nuestra mente, afectan nuestras emociones y tienen un
impacto en el cuerpo físico llegando a ocasionar enfermedades. Por lo tanto, si
el cuerpo está sufriendo, el chamán alivia los síntomas físicos y ayuda a
resolver los conflictos emocionales, pero siempre va más allá y busca sanar el
problema allí en su origen, o sea, en la desconexión de su esencia. El chamán
utiliza varios métodos para modificar el estado de conciencia, con herramientas
como la voz, los ritmos percusivos repetitivos, la concentración y la respiración,
que le permiten refinar su percepción de la realidad y la de los que le rodean.
La voz en particular adquiere una gran importancia. Con frecuencia los sonidos
que emplea el chamán son meros fonemas sin un significado inteligible.
Generalmente
no existe una interpretación conceptual ni traducción comprensible en el lenguaje
de la realidad ordinaria. La herencia sociocultural que nos legó la historia,
la religión, y las tradiciones chamánicas acerca del uso del sonido es inmensa.
En diversas tradiciones místicas de todo el mundo, en los textos religiosos
convencionales, se considera el sonido como el fundamento del mundo físico.
En
el chamanismo, el empleo del sonido como catalizador para crear estados de conciencia
no ordinarios está muy difundido en todas las culturas tradicionales. El sonido
también se utiliza como vehículo para una toma de conciencia de los paisajes Budismo
y Vibración Página 6 de 26 interiores.
Ya
desde los primeros estudios antropológicos se conoce el método rítmico percusivo
para propiciar estados de trance. Los chamanes se han descrito siempre como
músicos y bailarines, entregados a cantos y danzas frenéticas que culminan
muchas en estados de éxtasis que facilitan los estados de conciencia no
ordinarios.
Existen
muchos métodos para alcanzar estos estados y sin duda alguna el sonido y en
concreto el sonido rítmico percusivo es uno de ellos. Hay estudios que aseguran
que para propiciar un estado mental que ayude a realizar el viaje chamánico, es
necesario escuchar un sonido rítmico de 205 a 220 golpes por minuto. Este ritmo
induce al cerebro a producir ondas cerebrales lentas, de entre 7 a 4 ciclos por
segundo, o menos. En las sociedades tradicionales, el sonido rítmico percusivo
se logra con un tambor.
Los
tambores chamánicos suelen ser anchos y profundos para propiciar un sonido grave
y prolongado. Son de formas y materiales diversos a lo largo del mundo. Algunos
se realizan a base de corteza de árboles, con un parche de piel de animal. Otros
son simples calabazas ahuecadas. En algunas zonas tienen un parche, en otras,
dos. Algunos son rústicos, y otros están bellamente adornados con símbolos que
recuerdan los viajes que el chamán realiza con ellos. En cada lugar, los elementos
naturales y culturales hacen que el tambor tenga unas u otras características.
En nuestra tradición el mokugyo realiza esta función siendo sin lugar a dudas
una herencia de la tradición chamánica.
El
sonido repetitivo ayuda al chamán a entrar en estados de conciencia no
ordinarios y a mantenerse en él. Los chamanes siberianos se refieren a sus
ritmos como la “canoa” o el “caballo” que los lleva a otros mundos. Este medio
tan antiguo es la herramienta que el ser humano ha encontrado intuitivamente, a
través de la experiencia, para inducir al cerebro a producir ondas cerebrales
lentas.
Para
comprender qué ocurre a nivel fisiológico en el trance chamánico, debemos entender
el funcionamiento de la mente humana, según los estudios realizados hasta el
momento nuestra mente es capaz de producir cuatro tipos de ondas cerebrales:
- Las ondas Beta tienen de 22 a 14 ciclos por segundo. Corresponden al nivel de vigilia, al estadov consciente ordinario. Bajo los efectos de estas ondas, el cerebro vive en el marco del tiempo y espacio habituales. Los sentidos físicos están despiertos y la mente actúa con lógica y razonamiento. Las ondas Alfa tienen de 14 a 7 ciclos por segundo. Se inician en los estados de relajación o sueño ligero. El cuerpo se calma y la mente entra en un estado de bienestar. El diálogo interno mental se reduce. En este estado el sentido del tiempo se diluye.
- Las ondas Theta tienen de 7 a 4 ciclos por segundo. La mente entra en una relajación profunda. A este estado se le atribuye una gran capacidad de creatividad. Budismo y Vibración Página 7 de 26. El espacio tiempo se diluye completamente, la consciencia corporal como tal desaparece. Este tipo de ondas es el atribuido a la meditación y al trance chamánico.
- Y por último las ondas Delta tienen de 4 a 2 ciclos por segundo. Es el estado propio del sueño profundo. El estudio científico de la relación existente entre el ritmo, la voz y el sonido con respecto a las ondas cerebrales y los estados no ordinarios de conciencia es abundante, no nos detendremos más en este punto, pero sí me gustaría señalar que es un aspecto extensamente documentado y estudiado.
La vibración en
el budismo. Mantras, dharanis y sutras.
El
budismo desarrolló su propio sistema y manera de trabajar con el sonido, principalmente
a través de los sutras, mantras y dharanis, herederos sin duda de la tradición
chamánica. Los mantras son palabras o frases que se recitan en voz alta o,
bien, de manera interna, tomándolos como objetos primarios de atención.
Etimológicamente, la palabra mantra proviene de los vocablos sánscritos MAN:
mente y TRA: liberar o entregar. A menudo, esos mantras se relacionan con
alguna figura budista en particular, cuyas cualidades se pueden cultivar
mediante la repetición del mantra adecuado.
La
meditación con mantras es anterior al surgimiento del budismo, probablemente le
antecede por varios cientos de años. El origen de los mantras se remonta al
menos a la tradición védica que precedió al Buda, en la cual se empleaban los
mantras como conjuros para influir en la vida cotidiana o, incluso, para
controlar a los dioses. Aunque, en sus inicios, el budismo utilizó los cantos
como un modo de práctica en sí mismo y empleó la recitación de versos como una
forma de cultivar la atención consciente en las cualidades del Buda, el uso de
mantras no apareció en el budismo hasta que surgió el Mahayana, muy
influenciado por el Tantra sivaista. El Tantra utilizaba profusamente los
mantras para comunicarse con los dioses e influir en ellos y el budismo adoptó
esa metodología como un medio para entrar en contacto con las cualidades de la
iluminación.
El
Mahayana desarrolló un panteón de figuras simbólicas con forma humana, que
representaban la diversidad del estado iluminado. Dado su estrecho contacto con
las tradiciones tántricas, era natural que estos Budas y Bodhisattvas
arquetípicos llegaran a relacionarse con ciertas sílabas y mantras en particular.
“Es sobre todo el tantra, tanto budista como sivaista, el que elevó los mantras
y los dharani a la dignidad de un vehículo de salvación. Es una tesis de la Universidad de
Stanford realizada por Gabe Turow que aporta numeros datos sobre este aspecto.
Los
dharani, literalmente, "el que sostiene o encierra", servían ya en
los tiempos védicos como soporte de la concentración; es importante destacar su
carácter protector. Los dharani son considerados como talismanes: protegen
contra los demonios, las enfermedades y los maleficios. Por otro lado los
dharani son instrumentos que desarrollan potentemente la concentración. A veces
se adivina el sentido de algunas palabras pero en la mayoría de las casos se
trata de fonemas extraños e ininteligibles. Los dharani, como los mantras, se
transmiten de maestro a discípulo, no se trata de fonemas y sonidos
pertenecientes al lenguaje cotidiano y racional que puedan aprenderse de los
libros, uno debe recibirlos.
Al
principio los sutras tuvieron fundamentalmente una función mnemotécnica ya que
las enseñanzas del buda en su origen se transmitieron oralmente. Pero también es
cierto que la repetición continuada actúa haciendo que la enseñanza transmitida
vaya calando en capas de la conciencia cada vez más profundas. Por tanto desde
el primer momento el significado de los sutras ha sido muy importante. Esta es
una diferencia respecto a los mantras y dharanis en los que ya hemos visto que
el significado “racional” no tiene tanta relevancia.
El
budismo Tántrico Dentro de las escuelas budistas tenemos que detenernos en la
escuela tántrica ya que hunde sus raíces en la tradición chamánica y esotérica, esta escuela es la
que vehicula e integra esta tradición en el budismo Mahayana. El Tantra recurre
con frecuencia a encantamientos y rituales mágicos. Su origen se remonta al 500
d.C., pero sus fuentes son más antiguas puesto que uno de los dos pilares que
sostienen su doctrina es el Tantra védico; es una fusión de las prácticas mágicas
de éste con la filosofía budista. Existe una literatura muy abundante que proviene
de fuentes tántricas, que por lo general es muy dada al secreto, intencionalmente
oscura.
El
Tantra en el budismo se dividió en dos ramas principales: el Tantra de la mano
izquierda (principio femenino) y el de la mano derecha (principio masculino).
Estas dos grandes ramas del Tantra generaron una gran profusión de escuelas,
pero siempre fueron dos las más importantes e influyentes: la Vajrayana (mano
izquierda) y el Mi-tsung (Escuela de los secretos; mano derecha).
El
Tantra de la mano derecha todavía existe en China; nació con la escuela
Mitsung, la que basó su doctrina a partir del Buda Mahavairocana, cuyas dos
partes complementarias, el vientre y el diamante (representados también por los
mandalas) conforman al mundo entero.
El
Tantra de la mano derecha se expandió también en Japón en el siglo X
principalmente a través de la escuela Shingon y la 2 ELIADE, Mircea. El yoga.
Inmortalidad y libertad. México, Fondo de Cultura económica. Budismo y
Vibración Página 9 de 26 escuela Tendai que adquirieron importante relevancia,
mientras que el Tantra de la mano izquierda se desarrolló principalmente en
Tibet y nunca logró mayor influencia en China o Japón. Las ceremonia budista
Soto Zen. Antecedentes y origen. budismo tántrico japonés: Shingon y Tendai.
Dôgen y Keizan Jôkin.
Para
encontrar y comprender el origen de la ceremonia Soto Zen tenemos que indagar
en el budismo chino el cual recibe esta tradición del budismo tántrico indio y tibetano.
El budismo tántrico llegado a China y posteriormente a Japón cristalizó en dos
formas de budismo, el Shingon y el Tendai que ahora veremos detenidamente. El
Shingon (chin. Mi-tsung) es una escuela budista considerada esotérica que se originó
en China y posteriormente pasó a Japón, aunque donde más se popularizó fue en
este último. Shingon Significa "Palabras Verdaderas" que es la traducción
de la palabra sanscrita Mantrayana. Las enseñanzas del Shingon se basan en dos
Sutras fundamentales, en el Mahâvairocana Sutra (j. Dainichi-kyô) y el sutra de
Vajrasekhara (j. Kongôchôkyô). Estos sutras fueron escritos probablemente durante
la última mitad del siglo VII en la India.
Contienen
la primera presentación sistemática de la doctrina y de la práctica de Mikkyo.
Dentro del Shingon están las enseñanzas secretas del Mikkyo, venidas del tantra
de la India y el Tibet. Kukai (774-835), conocido como Kodo Daishi, fue el gran
impulsor de esta escuela en Japón. Kukai fue hijo de una familia aristocrática
Japonesa, desde muy temprano estudió budismo, Confucionismo y Taoísmo. Con su
creatividad brillante dominó ampliamente sus estudios, desarrollando en el año
798, un trabajo conocido como Shiki Sango (Principio de las 3 enseñanzas). Kukai
fue a China en el año 804 a estudiar el budismo esotérico en la gran capital de
T'ang de Chang-an. Se hizo discípulo de Hui Kuo, quien era uno de los maestros más
importantes del budismo en China.
Con
el tiempo, Kukai desarrolló su propia síntesis de la práctica y de la doctrina
esotérica, la cual llevó a su pais de origen. Kukai combinó por primera vez las
enseñanzas del Buda cósmico Vairocana con la entidad abstracta del Dharmakaya,
o Realidad Última, produciendo de este modo una figura compuesta que encarna
todo el ser. Esta visión del Buda Vairocana se consideraba que estaba dentro de
todas las cosas y la meta del Shingon es la realización de la propia identidad
con la naturaleza de Vairocana, conseguida mediante la contemplación y las
prácticas rituales. Esta realización depende de la recepción de la doctrina
secreta del Shingon, transmitida de forma oral de maestro a discípulo.
Kukai (Kodo
Daishi, 774-835)
La
práctica Shingon consiste en rituales muy elaborados, en ellos esta escuela
utiliza los mantras, los mudras y los mandalas para evocar a las distintas
deidades cósmicas. La recitación budista en el budismo Shingon con Kukai como
fundador estableció una teoría general de la recitación basada en su análisis
de dos formas de la lengua ritual budista: los dharani y los mantras. Para esta
escuela el mantra se restringe a la práctica budista esotérica mientras que el
dharani se encuentra en el ritual esotérico y exotérico. A los dharanis se les atribuye
una cualidad protectora para quien lo entona. Por otro lado el mantra es considerado
una herramienta que facilita el desarrollo de la mente iluminada.
Para
la escuela Shingon cada sílaba es una manifestación de la naturaleza verdadera de
la realidad, el sonido es una manifestación de shunyata. Cada sílaba son
símbolos en múltiples niveles. Un aspecto a destacar es que en el budismo
Shingon el sonido 'a' tiene una función especial y se le da gran importancia ya
que es asociado a shunyata y a lo absoluto. Una de las contribuciones
distintivas de Kukai fue establecer que no había diferencia esencial entre las sílabas
de mantras, los textos sagrados y la lengua ordinaria. Si uno entendía el
funcionamiento del mantra, entonces cualquier sonido podría ser un representante
de la última realidad. Este énfasis en los sonidos era uno de los argumentos
principales para la defensa del sistema fonético de escritura, el kana, que fue
adoptado en Japón alrededor de la época en que Kukai enseñó y al cual incluso
se le atribuye su creación. Esta teoría tuvo un efecto de gran alcance en el pensamiento
y la sociedad japonesa ya que estaba dominada por la cultura china,
particularmente en la forma de la lengua china clásica que fue utilizada en la corte
y por el confucianismo que era la ideología política dominante.
En
particular Kukai pudo usar esta nueva teoría para crear los eslabones entre la cultura
japonesa indígena y el budismo. Por ejemplo, estableció un paralelismo entre el
Buda Mahavairocana y la Diosa del sol sintoísta Amaterasu. De esta manera encontró
una manera de integrar budismo y sintoismo algo que no ocurrió con el
confucianismo. El Mahavairocana Sutra dice: “Gracias a los votos originales de los Buddhas y Bodhisattvas, una fuerza
milagrosa reside en los mantras, de modo que pronunciándolos uno adquiere
méritos sin límites.”
Budismo Tendai.
El
budismo Tendai es una escuela que toma su nombre del monte Tiantai situado al
sureste de China, donde se fundó su primer monasterio, en Japón fue introducida
por Saicho (767- 822) conocido como Dengyo Daishi y es donde más se desarrolló
ejerciendo una notable influencia.
La
escuela Tendai (chin. T'ien-t'ai) surgió como consecuencia del estudio del
Saddharmapundarika Sutra. El Sutra del Loto se tradujo por primera vez al chino
en el siglo III d.C. y en el siglo VI, el monje Zhiyi fundó un monasterio en el
monte Tiantai donde difundió su interpretación global del sutra. Organizó todos
los sutras ya existentes de las escuelas Theravada y Mahayana en un esquema dividido
en cinco partes, que abarcan los diversos niveles de enseñanza revelados por
Buda y que culminan en el sutra del Loto. De este modo, el Tendai es capaz de
absorber y generar otros movimientos dentro del budismo.
La
escuela Tendai creció de forma rápida y se convirtió en el grupo budista más importante
de China durante los siglos VIII y IX. El monasterio matriz del monte Tiantai
se convirtió en un centro muy prestigioso de enseñanza y aprendizaje budista.
En el 804 el monje japonés Saicho fue enviado junto a Kukai, a estudiar al monte
Tiantai y regresó con las enseñanzas que constituyeron el núcleo central del Tendai
japonés, que impartió en un nuevo centro monástico situado en el monte Hiei
cerca de Kioto. En sus inicios se le opusieron los monjes del antiguo centro
budista de Nara, los cuales utilizaban los preceptos Theravada en lugar de los
Mahayana por él propugnados. También incorporó al Tendai japonés elementos de
la escuela Zen y del budismo esotérico. La aprobación imperial a la nueva
escuela fue otorgada en el año 823, a la muerte de Saicho, considerándose como
el inicio del desarrollo del budismo Mahayana en Japón. Dos grandes monjes de
la escuela Tendai —Ennin (794-864) y Enshin (814-891)—, fomentaron la influencia
de la escuela, en especial en la corte y por ello el centro monástico del monte
Hiei, Enryakuji, se transformó en un inmenso complejo religioso.
Los
seguidores chinos de la escuela Tendai jamás se recuperaron de las grandes
persecuciones que el budismo sufrió en el 845, pero en Japón fue, junto con la escuela
Shingon, una de las dos escuelas preeminentes del periodo Heian (794-1185), la
edad de oro cultural japonesa. Budismo y Vibración Página 12 de 26 Saicho (
Dengyo Daishi, 767 - 822 ). En la escuela Tendai, durante el Periodo de Heian tardio,
Ryonin (1072 - 1132) se regularizó y compiló los textos del shomyo que se
habían introducido en China a mediado del s. IX. En esta época el shomyo Tendai
fue llamado, Tendai Ohara Shomyo. El shomyo en el Tendai se divide en dos estilos:
el ryokyoku y rikkyoku. El primero es difíficil de ejecutar y de entender y el
segundo es relativamente fácil de entender y memorizar. Muchos de los textos
del ryokyoku están escritos en Bongó (Sánscrito transliterado al japonés), y
otros están escritos en Kango (caracteres chinos), la mayoría contiene sólo un
extracto corto del sutra original al que hacen referencia. El Rikkyoku, está
formado por una colección de versos en Kango.
Repitiendo
estas frases y agregando una melodía, los sutra empezaron a ser composiciones
musicales coherentes. Esta coherencia dio lugar a una forma, y el flujo de la
melodía creó un tempo muy característico. Se cree que el estilo del rikkyoku ha
sido la base para muchos de los rasgos de la música tradicional japonesa. El
ideal en el shomyo Tendai es cantar con el fin de descubrir la naturaleza
esencial de uno mísmo a través del poder de la voz.
La
vibración en el budismo Zen, Dôgen y Keizan Jôkin. Eihei Dôgen nació en el año
1.200 en Kyoto, es el primer patriarca Soto Zen de Japón, en su época existía
una gran decepción entre los practicantes del budismo por la manera como se
difundían las enseñanzas budistas, otorgándole demasiada importancia a los
elementos mágicos y ceremoniales. Muchos budistas, al ver lo distantes que eran
estas prácticas de la enseñanza original del buda Shakyamuni, llamaron a esta
época, la declinación del dharma. Dôgen a los ocho años ya había perdido a su
padre y su madre y confrontado desde muy pequeño a la realidad de la muerte,
decidió seguir las enseñanzas budistas. Es así como a los 13 años se fue al
monte Hiei, el gran centro de estudios budistas de la época y se ordenó monje al
año siguiente por Koen, abad de la escuela Tendai.
Después
de aprender en la escuela Tendai, surge en Dôgen el interés por la relación que
existe entre la naturaleza búdica y la iluminación. Dôgen se preguntaba, si
“tanto las enseñanzas exotéricas como esotéricas explican que una persona, en esencia
tiene la verdadera naturaleza dharma y es originalmente el cuerpo de la naturaleza
búdica, entonces, ¿por qué todos los budas del pasado, presente y futuro buscan
la iluminación?”1 Al no poder encontrar una respuesta adecuada a su pregunta,
Dôgen decide abandonar el monte Hiei y
resuelve viajar a China, junto con un monje Tendai llamado Eisai. Sin embargo,
en China, los templos Tendai se habían convertido en templos Zen, dentro de
ellos, el linaje Rinzai era el más popular. Es así como Eisai en un segundo
viaje a China estudió la tradición Zen con Huanchang en 1191 y al volver a
Japón, Eisai se convirtió en el primer patriarca Rinzai de Japón.
Por
su parte, Dôgen visitó varios templos y estudió también el linaje Rinzai, pero
se decepcionó con la tendencia que existía de enfatizar el uso del Koan como la
única expresión de la enseñanza Zen. Justo cuando consideraba volver a Japón,
visitó al maestro Rujing abad del templo de la montaña Tiantong, en el verano
de 1225. El encuentro con el maestro Rujing fue fundamental para Dôgen. Rujing
pertenecía a la escuela Zen Caodong1 que en muchos aspectos era diferente de la
escuela Rinzai, en la práctica de la meditación no se usaban los koan, ya que
su fin no era resolver ninguna pregunta o alcanzar la iluminación. Rujin enseñó
a Dôgen que el solo hecho de sentarse corresponde al estado de la iluminación y
así, al sentarse, cuerpo y mente caen y son abandonados, shin jin datsu raku.
Rujin
denominaba a esta meditación zhigan dazuo (shikan taza en japonés). En su obra
fundamental denominada Shobogenzo, El Tesoro del Verdadero Ojo del Dharma,
Dôgen describe en diversos pasajes el concepto de abandonar cuerpo y mente a
través de zazen. Para Dôgen, la meditación correspondía a la manera en que
cualquier ser humano podía acceder a la verdad. De hecho, “el método del Buda
histórico de lograr la iluminación bajo el árbol de la bodhi era el método probado
y, desde el comienzo de su carrera en Japón él insistió en la eficacia de
zazen”.2 El primer texto que Dôgen escribió al volver a Japón fue justamente
uno relacionado con la práctica de zazen, el Fukanzazenji. Si bien, la
meditación zen ya existía en Japón, Dôgen fue enfático en diferenciarla de las
otras meditaciones sentadas, como la Rinzai, donde el practicante debía
resolver un Koan.
La
introducción de zazen como la fuente originaria y única de la iluminación y su carácter
intransigente, pronto le granjearon enemigos a Dôgen, especialmente de la escuela
predominante Tendai, lo que lo obligó a trasladarse a la provincia de Echizen,
al noroeste de Kioto. En dicho lugar construyó en 1244 su templo y lo llamó
Monasterio Daibutsu. Posteriormente, en 1246 le cambió el nombre y, hasta la
actualidad se le llama Eihei-ji. Sin embargo, Dôgen siguió fiel a sus convicciones
y en diversos escritos registrados en Eihei-ji critica la recitación del nombre
de Buda como medio para alcanzar la iluminación. Para Dôgen, lo más importante
era la práctica de zazen. “Además, ¿conoce usted por sí mismo alguna virtud que
se obtenga de prácticas tales como el leer sutras y recitar el nombre de los budas?
Es difícil de pensar que sólo
el hecho de mover la lengua y subir el tono de la voz posea la virtud del
trabajo de Buda. Tratar de alcanzar el estado de Buda solo a través de la
acción de la boca, recitando de manera inútil miles o decenas de miles de veces,
es como tener la esperanza de llegar al estado sureño de Etsu dirigiendo el
carruaje hacia el norte…Leer frases y permanecer ignorante a la vez de cómo
practicar es como un estudiante de medicina que olvida cómo hacer sus
medicamentos. ¿Cuál es la utilidad de todo ello?"
Dôgen
deja claro de manera decisiva e intransigente que, sólo a través de la práctica
de zazen se puede llegar a la iluminación. Y rechaza completamente la
recitación de sutras como medio en sí mismo de llegar a la realización. Esto
hay que comprenderlo en el contexto en el que Dôgen enseñó y como reacción a
las escuelas budistas puramente devocionales. En su época el Amidismo de Honen,
enfatizaba la práctica en la mera recitación del nembutsu, como vía de
salvación. Y las escuelas Tendai y Shingon fueron un paradigma en la
importancia que le dieron a la recitación.
El
Maestro Zen Keizan Jôkin es el primer patriarca de la rama Soji-ji del Soto Zen
japonés y cuarto patriarca del linaje Soto Zen. Nació en 1264 once años después
de la muerte de Eihei Dôgen.
Desde
muy joven, sobre los ocho años se dedicó a la vida religiosa muy influido por
su madre, ferviente seguidora de Kannon. Fue discípulo de Tettsu Gikai (tercer
patriarca del linaje de Dôgen). A los diecisiete años realizó un viaje a China
para recorrer varios monasterios, donde conoció a Jakuen, un discípulo chino de
Dôgen, al cual causó una buenísima impresión. En su peregrinaje por China Keizan
también estudió con maestros de la talla de Egyo y Kakushin lo cual fue muy
provechoso para su formación ya que ambos pertenecían a la escuela Rinzai y combinaban
la práctica del zen con enseñanzas esotéricas procedentes del budismo Shingon y
de la rama esotérica del budismo Tendai.
Este
enfoque de la práctica del Zen influyó mucho en Keizan Jôkin ya que como
veremos incorporó algunas de estas prácticas a la tradición Soto Zen. Al regresar a Japón volvió
con su maestro Gikai al Templo Daijo-ji, a la edad de treinta años alcanzó el
gran despertar cuando escuchó a Gikai pronunciar: “la mente ordinaria es el
Camino”2. Al año siguiente Gikai le nombró su sucesor en el Dharma. Con
el tiempo Keizan se convirtió en abad del Templo Dijo-ji, por aquel entonces la
escuela de Dôgen era una pequeña comunidad con muy pocos templos y sacerdotes.
Keizan Jôkin
(1264-1325)
Keizan
a través de su labor consiguió que el zen se expandiera a un gran número de templos,
monjes y seguidores laicos. Así por ejemplo entre los templos que fundó en vida
se encuentra Soji-ji que terminaría convirtiéndose en el más importante de su linaje.
El mérito de keizan fue traducir el mensaje de Dôgen (exigente y purista como
hemos visto) y acercarlo al pueblo, debido seguramente a su formación en las escuelas
esotéricas chinas incorporó prácticas que se acercarán a las necesidades espirituales
de la sociedad de su época. Así por ejemplo Keizan instituyó la práctica de
llevar a cabo funerales para sus feligreses, lo cual aproximó el zen a las
personas de su entorno que no necesariamente eran monjes. También introdujo
todo tipo de ceremonias conmemorativas, lo que sirvió como medio de
financiación de la comunidad y para la expansión del Soto Zen en Japón.
De
este modo el budismo esotérico proveniente del Singhon y del Tendai se
introdujo en las prácticas cotidianas de la escuela Soto Zen a través de Keizan
Jôkin y ha llegado hasta nuestros días. Por una parte para acercar el zen a las
necesidades del pueblo y por otra a Keizan Jôkin nunca le pasó desapercibido el
poder intrínseco de las prácticas rituales que había recibido de sus maestros
chinos, como forma de completar y apoyar la práctica de zazen.
3. VIBRACIÓN Y
TERAPIA.
El sonido como
terapia.
Escribe
el Dr. Mitchell Gaynor (oncólogo norteamericano) en su libro Sonidos que Curan,
que el sonido influye en el proceso de curación alterando las funciones
celulares mediante efectos energéticos, de tal manera, que los sistemas
biológicos funcionen con más homeostasis1, calmando la mente y con ello
relajando el cuerpo físico. A la vez altera las emociones que influyen en los
neurotransmisores y neuropéptidos2, que ayudan a regular el sistema
inmunitario. “Por lo tanto la música, el sonido organizado, tiene potentes efectos
emocionales que estimulan recuerdos, asociaciones y estados psicológicos altamente
desarrollados con un claro impacto en nuestros sistemas de curación”.
Fabien
Maman, compositor francés, ha explorado y documentado la influencia específica
que las ondas sonoras ejercen en las células. Investigó durante un año, usando
la fotografía microscópica, el efecto del sonido de baja frecuencia (30 a 40 decibelios)
en las células humanas y en células cancerosas (cáncer de útero) y observó
durante veinte minutos su reacción ante sonidos emitidos por un gong, un
- Homeo que significa "similar", y estasis, en griego στάσις, "posición", "estabilidad") La Homeostasis es la característica de un sistema abierto o de un sistema cerrado, especialmente en un organismo vivo, que regula su ambiente interno para mantener una condición estable y constante. Los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulación hacen la homeostasis posible.
- Un neuropéptido es una cadena de dos o más aminoácidos unidos por puentes peptídicos que se diferencian de otras proteínas sólo por la longitud de la cadena de aminoácidos. Se han secuenciado alrededor de 100 neuropéptidos de fuentes biológicas. Su tamaño puede variar desde dos aminoácidos (ej: carnosina) hasta más de 40 aminoácidos (CRH).Tienen función tanto excitatoria como inhibidora. Budismo y Vibración Página 16 de 26 xilófono, una guitarra acústica y la voz humana cantando a capella. El gong, rico en armónicos provocó que las células cancerosas estallaran. Sin embargo, lo más relevante fue que la voz humana desorganizó la estructura celular cancerígena, Fabien Maman dedujo que la voz tiene una vibración más poderosa que cualquier instrumento musical y le atribuyó este poder a la Conciencia que es capaz de poner el ser humano en ella.
Para
el Dr. Steven Halpern, el sonido es una onda portadora de Conciencia, y dependiendo
de dónde esté situada la conciencia de un individuo cuando crea un sonido, éste
lleva información de ese estado a la persona que lo reciba. Por ejemplo, si
estamos enfadados y creamos un sonido, aunque sea un sonido agradable, estaremos
trasmitiendo el enojo que se encuentra incorporado en ese sonido y será percibido
sutil e inconscientemente por aquellos que lo perciban.
Jonathan
Goldman considera esto como la intención o el propósito que se halla detrás del
sonido, explicando con ello que la intención es la conciencia de nuestra mente,
es decir, la armonización de la energía sagrada en nosotros, la energía creadora
dentro de nosotros. La intención indica la conciencia de sanar y hacer felices
a los que nos rodean, para recibir el mismo regalo de manera recíproca. La intención
es la energía detrás del sonido que ha sido creado.
También
Fabien Maman descubrió que los glóbulos rojos de la sangre cuando estaban
sujetos a una escala cromática de frecuencias alteraban su color y forma (usó
para ello diapasones), y así observó que la nota LA (440Hz) las cambió a color rosado,
la nota DO las hizo alargadas y la nota MI las volvió esféricas. Las células cancerosas
se desintegraban entre 400 y 480Hz en las notas LA-SI, llegando a la conclusión
de que es posible que ciertas vibraciones refuercen las células y los tejidos sanos
e inhiban las células enfermas.
La
terapia del sonido se fundamenta en el principio de resonancia o simpatía. El término
resonancia se refiere al índice vibratorio de un objeto, la resonancia hace que
un objeto vibrante provoque una vibración acompasada en otro; dicho de otro modo,
el índice de vibración de un objeto se iguala al índice de vibración de otro objeto,
actuando como vasos comunicantes. Para la musicología cada parte del cuerpo,
tiene una frecuencia óptima, sana.
Cuando
estamos enfermos, se debe a que alguna parte de nosotros no está vibrando en
armonía consigo misma, con las demás partes o con el entorno. Esta disonancia o
enfermedad puede sanarse con sonido e intención, devolviendo a las partes
enfermas su frecuencia sana. Al dirigir el sonido correcto hacia nosotros mismos,
o hacia la persona que desea ser curada, podremos regresar a una vibración
óptima, sana. Nuestros pensamientos y emociones negativas adoptan una forma
densa, a modo de patrones de energía cristalizada. Esos patrones cristalizados
van penetrando gradualmente, hasta que, en última instancia, se manifiestan
como la enfermedad física en el cuerpo en forma de coraza muscular.
"El
sonido es capaz de disolver estas cristalizaciones
potencialmente dañinas".
Los
terapeutas del sonido, cuentan con muchos recursos a su disposición. Uno de los
recursos de sanación por medio del sonido conocidos es la antigua técnica del
canto de armónicos. Sus orígenes se sitúan en Asia central, donde se practica
desde hace siglos por chamanes de las razas turkic de Mongolia y Tuva, en
Sudáfrica lo practican las mujeres Xhosa y en el Tíbet, lo emplean los lamas.
Conocido como hoomï o khoomeï en Asia, nqokolo por los Xhosa o canto de
armónicos en occidente, se trata de una técnica mediante la cual una sola persona
canta dos, tres y hasta cuatro sonidos simultáneos. Por medio de la intención
encauzada y empleando el máximo de resonadores posible dentro del cuerpo y el
cráneo, es posible amplificar los armónicos del tono fundamental que se está
cantando.
Esos
armónicos se perciben como tonos por encima del bordón bajo1 en forma de tonos
nítidos similares al sonido de una flauta o al tintineo de campanas. El
"canto de la voz grave" de los monjes del Tíbet y los mongoles, crea
un bordón fundamental secundario, que permite la amplificación de un segundo
armónico, configurando un total de cuatro sonidos simultáneos. Al emitirlos se
configura una vibración que actúa en diversos niveles. Los tonos fundamentales
o bajos de la voz actúan principalmente sobre el cuerpo físico, mientras que
los armónicos, actúan a niveles más profundos.
Los
armónicos fueron descubiertos primero en Occidente por Pitágoras hace unos
2.600 años. El famoso filósofo y matemático griego era también un maestro de la
música, y junto con sus estudiantes pasó años estudiando el sonido y la vibración.
Encontró, después de estudiar el monocordio, instrumento de una sola cuerda,
que todos los sonidos estaban compuestos de vibraciones o frecuencias
múltiples, no sólo de una, como nuestros oídos generalmente perciben.
Casi
del mismo modo en que la luz blanca está compuesta de un amplio espectro de
colores, que se vuelve visible cuando la luz es refractada por un prisma, el
sonido también puede ser refractado de modo que sus partes constituyentes
puedan percibirse. Al igual que el arco iris está compuesto de los colores que
el ojo humano ve como luz blanca, los armónicos son los colores del sonido.
Estos armónicos, que normalmente pasan inadvertidos, son, en realidad, de vital
importancia para todos los seres humanos, y permiten que diferenciemos entre un
sonido y otro. Es la riqueza de los armónicos del sonido lo que nos ayuda a establecer
la diferencia entre un instrumento musical u otro, aún cuando ambos ejecuten la
misma nota musical. Nuestro cerebro puede decir inmediatamente si cierta nota
se halla interpretada por una flauta, por una guitarra o por un piano. Si se
filtran los armónicos, nos volvemos incapaces de distinguir entre estos
instrumentos.
Nota
fundamental de la voz.
Tampura
La
voz humana es el más rico instrumento musical en armónicos, debido a nuestra capacidad
para hacer el más minúsculo de los ajustes posible, afinando así la voz más
allá de la capacidad de la mayoría de los instrumentos musicales. El cantante convierte
toda la parte superior de su cuerpo en una caja de resonancia vibrante. Al utilizar
el cráneo, los conductos nasales, la faringe, el pecho, el abdomen, y el diafragma,
así como todas las partes de la boca: lengua, labios, paladar, velo del paladar,
glotis y epiglotis, mejillas y mandíbula como caja de resonancia.
Estos
sobretonos, como si de rayos láser se tratara, disuelven y dispersan las cristalizaciones
de energía, disolviéndolas en el cuerpo físico. Los instrumentos acústicos como
el didjeridu, los cuencos tibetanos, el gong, el monocordio y tampura1,
operarán del mismo modo que lo hace la voz, pues todos ellos poseen armónicos
audibles. Sin embargo, la voz es mucho más poderosa pues transmite la
intencionalidad de un modo más directo de lo que se consigue a través de
cualquier instrumento. Disolviendo la coraza corporal. Como hemos visto en el
punto anterior, nuestra propia voz puede hacer vibrar y resonar cada célula de nuestro
cuerpo, como veremos a continuación este hecho es importante para profundizar
en nuestro trabajo ya que gracias a la vibración podemos tomar conciencia de
los puntos corporales en los que la energía se queda trabada y con ayuda del
sonido podemos ir soltando y sanando estas zonas.
En
nuestro cuerpo está escrita toda nuestra historia personal, tiene grabadas
todas nuestras actitudes emocionales, pensamientos y vivencias profundamente,
que generalmente pasan a formar parte del subconsciente. Esta somatización de
nuestra experiencia no integrada adecuadamente da lugar a rigideces y tensiones
que pasan a formar parte de lo que se denomina la coraza corporal. Estas partes
del cuerpo suelen llevar la firma del dolor, del miedo, del rechazo, la
vergüenza, etc. Debido a la represión de estos contenidos dolorosos formamos un
caparazón que sirve a la vez de protección y de cárcel.
A
través del sonido ya sea recitado o cantado, de trabajar explícitamente con el cuerpo
e incluso a través de terapias como pueden ser la Bioenergética que trabaja al
mismo tiempo con el cuerpo y con los contenidos subconscientes que se almacenan
en él y por medio de la mirada interna y la capacidad de observación desarrollada
durante la meditación, podemos ir tomando conciencia de dónde se localizan
nuestros bloqueos e ir disolviéndolos mediante la resonancia de los sonidos que
recitamos.
Un instrumento empleado en la música clásica del Norte de la India para la
producción de los sonidos "pedales", los cuales tienen como función
recordarle al solista los sonidos principales del Raag (Raga) sobre el que está
improvisando. De ahí que siempre escuchemos en el fondo un bordón durante toda
la pieza musical, según la escuela
Reichiana y la Bioenergética, las cuales estudian el origen y las consecuencias
de esta coraza.
En la Región pelviana, los bloqueos en esta zona son debidos a una represión
inflexible de la sexualidad; a la impresión de que el sexo está prohibido o es
vergonzoso y a problemas en la educación de las funciones fisiológicas. Este
segmento, contiene todos los músculos de la pelvis y los miembros inferiores.
Mientras más fuerte sea la coraza, más se echará hacia atrás la pelvis y más se
prolongará hacia fuera. Los músculos de los glúteos se ponen tensos y duelen; la
pelvis queda rígida, muerta y asexual. La coraza pélvica sirve para inhibir la
ansiedad y la ira, así como el placer.
La
ansiedad y la ira se originan en las inhibiciones de las sensaciones sexuales
de placer, que hacen imposible sentirlas libremente en esta región. Región de
la cintura y del diafragma. Los bloqueos en esta zona producen una represión
del poder personal; originan un autocontrol entendido como control de sucesos
externos y no de uno mismo; se contiene la respiración y se tienen ataques de
mal genio; rabia ante las injusticias aparentes, oportunidades perdidas y desperdicio
del talento. Frecuentemente van acompañadas de emociones de ira y fracaso
debido al propio orgullo. Este segmento incluye el diafragma, el estómago, el plexo
solar, diferentes órganos internos y los músculos de las vértebras torácicas inferiores.
La coraza se manifiesta por medio de la curvatura de la espina dorsal hacia
delante, de tal forma que cuando la persona se acuesta queda un espacio considerable
entre la espalda y la cama, camilla o colchoneta donde la persona está acostada.
Es
más difícil espirar que inspirar. La coraza en el diafragma inhibe principalmente
la ira externa. Los primeros cuatro segmentos deben estar relativamente libres
antes de que el diafragma se pueda relajar mediante la acción repetida de la
respiración. Región abdominal. En este segmento se produce una represión y supresión
de sentimientos y emociones, de las propias necesidades, de la ira y de las
reacciones “viscerales” que se dirigen hacia uno mismo.
Lo
bloqueos en esta zona suelen ser debidos a castigos por conductas inaceptables;
o a recuerdos, frecuentemente inconscientes que se han dejado aparte sin procesarlos,
como por ejemplo, pasar hambre o ser obligado a comer cuando no se tenia. El
segmento abdominal incluye los músculos abdominales y los músculos de la espalda.
La tensión de los músculos lumbares tiene relación con el temor al ataque. La
coraza en los costados produce cosquilleo y tiene relación con la inhibición
del rencor. Región del corazón y del tórax. Se produce un rechazo, la negación
del amor, el miedo a amar, la represión de la ternura, soledad y falta de
contacto físico, miedo disfrazado de autoafirmación o derrota, dolor, dureza o
falta de corazón van asociados a la coraza en esta zona.
El
segmento del pecho, incluye los músculos pectorales, desde los hombros, los
músculos escapulares, toda la caja torácica, los
brazos son considerados parte del segmento torácico, mientras que las piernas
son consideradas partes del segmento genital. Cada segmento torácico es un
anillo que va desde la parte frontal a la parte trasera o posterior tomando en
cuenta así, todos los lados. La coraza se va formando haciendo bloqueos en cada
segmento, los cuales correlacionan con la estructura caracterológica junto con las manos y los brazos, hasta el esternón. Este segmento
sirve para inhibir la risa, la ira, la tristeza, el ansia, la aflicción y la
angustia. La inhibición para respirar, que es un medio importante para suprimir
cualquier emoción, casi siempre tiene lugar en el pecho. La coraza se puede
aflojar por medio de la respiración, especialmente si se expira totalmente.
Región
de la garganta. Normalmente debido a un alumbramiento traumático, a experiencias
de ahogo o de atragantamiento. Se relaciona con la represión de sentimientos a
los que se niega su expresión. Va asociado a mucosidades espesas y catarros, a
la negación de la belleza y a la frustración sexual. Este segmento incluye los
músculos del cuello y la lengua. La coraza funciona principalmente para
reprimir la ira y el llanto. Una presión directa sobre los músculos del cuello
no es posible debido a la rigidez en esta zona, por ello los gritos y los
alaridos son medios muy importantes para aflojar este segmento.
Para
trabajar sobre esta zona es importante que la persona le ponga un sonido a su
voz y que lo siga trabajando cada vez con más fuerza, hasta que contacte con la
emoción que está bloqueando. El imitar con la voz los sonidos, por ejemplo de
un teclado, en diferentes tonos, puede producir una regresión inmediata a la
experiencia primaria de cólera. La tensión en esta parte del cuerpo inhibe la
expresión de la voz. Región de la mandíbula. Asociado a problemas al comer,
dificultades del habla, trauma al salir los dientes, negación de la comodidad,
prohibición de decir lo que se siente, haber aprendido a sobrevivir adoptando
una falsa imagen de indefensión o de desafío, y a presiones para alcanzar la madurez
demasiado pronto o demasiado tarde.
El
segmento oral incluye, además de la boca, los músculos de la barbilla, la garganta
y la parte posterior de la cabeza. La mandíbula puede estar muy tensa o demasiado
floja. Las expresiones emocionales de llorar, morderse de rabia, gritar, chupar
y hacer muecas, están inhibidas en este segmento. Región de los ojos. Miedo a
la oscuridad, ser obligado a mirar ciertas cosas o prohibición de “ver” lo que
existe, desarrollo intelectual forzado o sometido a presión, se tiene la
necesidad de comprar afectos con logros, la necesidad de triunfar y de ser el
primero en todo. La coraza de los ojos se manifiesta por medio de una
inmovilidad de la frente y una expresión vacía de ellos, que parece una máscara
rígida. En esta zona se incluyen los oídos.
Un
bloqueo en cualquier segmento impedirá el flujo natural de la energía en
nuestro cuerpo. Los bloqueos según la terapia reichiana se disuelven empezando
por el segmento superior, el ocular, trabajando hacia los segmentos inferiores.
Reich pensaba que si los bloqueos inferiores eran disueltos, mientras que un bloqueo
superior permanecía aún en su lugar, la energía que era liberada gracias a la
disolución del bloqueo inferior se movilizará al bloqueo superior, dando como
resultado cualquier tipo de problemas desagradables, de aquí la necesidad de
que se trabaje de los segmentos superiores a los inferiores.
Aunque
Reich y sus seguidores no mencionan si su teoría energética y el acceson
segmentario al cuerpo tiene relación con las antiguas enseñanzas orientales. Hay
que señalar sin embargo que hay una gran similitud entre sus plantamientos y
los del Tantra Yoga: el Orgón es equivalente al Prana o energía universal y los
siete segmentos coinciden con los principales chakras o centros psíquicos
energéticos. El yoga también enseña que los chakras suelen estar bloqueados por
experiencias que el individuo ha ido acumulando a lo largo de la vida. La
diferencia estriba en que el yoga enfoca el desarrollo de la energía vital
(prana) para abrir camino a la energía espiritual (Kundalini), limpiando los
centros energéticos.
El
Tantra explica el funcionamiento de las fuerzas vital y mental dentro del
hombre, así como el intercambio energético entre los distintos cuerpos. Esta
anatomía psíquico-energética reside en el cuerpo sutil y está compuesta por los
chakras. Los Chakras tienen una total vinculación con el cuerpo físico, están
alineados en el eje de la columna vertebral y están asociados con los plexos
nerviosos y glándulas endocrinas más importantes. Se consideran vórtices o remolinos
de “conscienciaenergía” y son, al mismo tiempo, centros de energía vital y de
energía psíquica, directamente conectados con el cerebro. Generan, acumulan,
transforman y distribuyen la energía pránica y son también las puertas de
intercambio entre el hombre y el macrocosmos. Los chackras suelen estar
bloqueados, funcionando a un nivel energético muy bajo.
Los chacras son los siguientes:
1.
Sahasrara.
Chakra de la coronilla
2.
Ajna.
Chakra mental
3.
Vishuddhi.
Chakra laríngeo
4.
Anahata.
Chakra del corazón
5.
Manipura.
Chakra umbilical
6.
Swadhisthana.
Chakra sexual
7.
Muladhara.
Chakra base
El
sonido a través del canto estimula ciertos meridianos que tienen efectos a
nivel Budismo y Vibración Página 22 de 26 glandular (principalmente estimulando
la glándula pineal1 y pituitaria). Cada órgano, hueso y tejido posee una frecuencia
de vibración. Si se logran producir las vibraciones correctas, podemos
equilibrar, con nuestra propia voz, distintas partes de nuestro cuerpo.
Los
chakras responden rápidamente a las vibraciones del sonido. Por eso, se utilizan
distintos métodos sonoros para trabajar con ellos. La entonación en el trabajo
con los mantras redirecciona el fluido energético que circula a través de la columna
vertebral y nos da masajes en el resto del cuerpo. Cada chakra tiene su propia
resonancia y vibración sonora, por eso el sonido puede llegar a sintonizar con
ellos. Nosotros estamos vibrando constantemente. Cada molécula, célula, tejido,
órgano, glándula, hueso y fluido de nuestros cuerpos tiene su propio índice de
vibración, lo mismo ocurre con cada chakra.
Estos
puntos y campos de energía son de igual importancia para el cuerpo físico. En
cierto sentido reflejan el estado del cuerpo físico aunque, lo que es más
importante, el cuerpo físico refleja el estado energético general. Cualquier
sonido cercano al organismo humano origina un cambio físico en el interior del
organismo que como hemos visto conduce a la sanación del mismo.
4. CONCLUSIÓN.
Mi
experiencia personal en los ritos de la Comunidad abarca desde la simple repetición
mecánica de algo nuevo que te enseñan, a una práctica profunda que me sorprende
continuamente. La voz y el ritmo del mokugyo, la utilización de los diferentes
instrumentos y sonidos, los movimientos y gestos que se realizan durante la
ceremonia, han ido calando poco a poco en mi percepción de la práctica de las
ceremonias hasta darme cuenta de que tienen un poder hipnótico capaz de
conectarnos con estados de conciencia profundos tales y como se describen en la
tradición chamánica.
Opino que especialmente la voz a través de la recitación,
es un vehículo que nos conecta directamente con nuestra naturaleza original si
lo utilizamos adecuadamente.
La
recitación es capaz de llevarnos al estado en que somos uno con el sonido, en
el que la dualidad desaparece, y nos hacemos uno con el universo, trascendiendo
el yo egótico a través de la vibración sonora. La voz sin duda alguna es un
nexo entre el cuerpo y la mente a través de la respiración, al mismo tiempo es
un apoyo que nos ayuda a trascender ambos, llevándonos al terreno de las ondas
theta donde tiempo y espacio se disuelven como ya hemos visto y podemos
realizar lo que Dôgen denominó “shin jin datsu raku”, abandonar
La
glándula pineal, epífisis o "tercer ojo", está situada en el techo
del diencéfalo, entre los tubérculos cuadrigéminos craneales, en la denominada
fosa pineal. Esta glándula se activa y produce melatonina cuando no hay luz.
Mide unos 5 mm de diámetro.
El cuerpo y la
mente.
Nuestra
voz entretejida con la vibración proveniente de los compañeros de práctica, es
sin duda alguna algo bien poderoso que todos sentimos e intuimos en mayor o menor
medida. En este punto opino que el concepto de resonancia es importante y la
figura del Ino fundamental ya que es el que da la vibración de referencia para
el grupo, recitando en grupo actuamos como los vasos comunicantes unos de otros,
formando un sólo cuerpo. Otro aspecto relevante es la intención.
Como hemos visto
es a través de ella que el sonido y la vibración cobran su verdadero poder. En
nuestras ceremonias a través de la recitación nos enraizamos con el Linaje de
la Transmisión, mostrando nuestro agradecimiento y devolviendo lo recibido al mismo
tiempo. Y específicamente dedicamos los méritos de nuestra práctica al bien de
todos los seres. Esta es sin lugar a dudas la intención más honesta que puedo
llegar a imaginar.
Durante
años de mi práctica de zazen, la coraza corporal estuvo presente pero completamente
inconsciente para mi, gracias a la práctica de zazen empecé a intuirla y
gracias a la terapia Bioenergética fui tomando consciencia de ella paulatinamente
y aprendiendo a expresarla a través de la voz y el cuerpo.
Al mismo tiempo la
experiencia con la recitación de sutras me ha ayudado a testarme, dándome un
feed-back que me ha servido para tomar conciencia de cuándo la coraza aprisiona
la voz y el cuerpo, y qué zonas tengo más bloqueadas en cada momento.
La voz al
mismo tiempo me ha dado las claves para liberar y aflojar esta coraza.
Mi
experiencia interna en este proceso ha sido la de una apertura cada vez más profunda,
al mismo tiempo que trabajaba cuerpo y mente en la psicoterapia, me he ido
sintiendo paulatinamente más enraizado y conectado conmigo mismo. Esto se ha
traducido en una postura de zazen más estable, abierta y equilibrada. A la par que
la terapia me ha ayudado a desencajar la mandíbula y a aflojar la coraza muscular,
el sonido ha ido brotando en canal cada vez con mayor fluidez. Esto ha sido una
sensación sorprendente, enriquecedora y sanadora. De alguna manera he sentido
en todo este proceso cómo mi práctica de zazen beneficiaba mis sesiones de
psicoterapia ayudándome a localizar mis bloqueos, y cómo con ayuda de la psicoterapeuta
los liberaba al mismo tiempo que con la voz el canal iba abriéndose.
Todo
ello es lo que me ha animado a plantearme de manera profunda cómo y de dónde
proviene esta sabiduría que he ido experimentando en mi práctica en los últimos
años, y en la que he intentado poner luz con este trabajo. Tengo que decir que
siento que este es un proceso permanente y continuo de “práctica perseverante”,
en el que uno siempre encuentra capas más profundas de dolor y sufrimiento al
mismo tiempo que mayor sanación y felicidad de Ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario